miércoles, 21 de agosto de 2019

EL CONCEPTO DE FRATERNIDAD: PERCY C. ACUÑA VIGIL

En este artículo comparto breve información sobre el concepto de fraternidad en el contexto de la filosofía.

El concepto de fraternidad se emplea en diferentes contextos:

Se entiende por fraternidad a la unión y buena correspondencia entre hermanos o entre los que se tratan como talesProclamada como "virtud" en el Antiguo y Nuevo Testamento, la fraternidad ha sido enseñada también como principio filosófico por los estoicos de Grecia y Roma. Diversas escuelas filosóficas han apelado al sentimiento de fraternidad:
  • Los positivistas con el altruismo.
  • Stuart Mill y Herbert Spencer, en nombre de la unión de los intereses. 
  • Schopenhauer, por el sentimiento de la piedad, limitativo del derecho natural del más fuerte.
  • La república francesa incluso la tiene por una de sus divisas: libertad, igualdad, fraternidad.
La fraternidad es una idea política con una larga trayectoria histórica y forma parte del nacimiento de la política moderna durante el período de la Revolución francesa junto a las ideas de libertad e igualdad. No obstante, la fraternidad ha recibido muy poca atención por parte de la filosofía política contemporánea. 

Referencias:

https://law.yale.edu/system/files/area/center/kamel/sela17_amaya_cv_sp.pdf

Aristóteles (1985), Ética Nicomáquea. Ética Eudemia. Madrid: Gredos.
Aristóteles (1986), Política. Madrid: Alianza.
Cohen, Gerald (2008), Rescuing Justice & Equality. Cambridge, Mass.: Harvard University Press.
Platón (1998), Diálogos IV. República. Madrid: Gredos.
Platón (1987), Diálogos II. Gorgias, Menéxeno, Eutidemo, Menón, Crátilo. Madrid: Gredos.
Rawls, John (1978), Una teoría de la justicia. México: Fondo de cultura económica.
Weber, Max (1984), Economía y sociedad. México: Fondo de cultura económica.
Wolff, Jonathan (1998), “Fairness, Respect, and the Egalitarian Ethos”, Philosophy & Public Affairs, 27 (2).
Wolff, Jonathan (2007), “Equality: The Recent History of an Idea”. Journal of Moral Philosophy, 4 (1).









FRATERNIDAD

El concepto de fraternidad tiene una fuerte carga emotiva y ha sido usado retóricamente tanto en la teoría como en la acción política para distintos fines, en ocasiones, radicalmente opuestos.

En teoría política contemporánea, el espacio teórico de la fraternidad ha sido ocupado, en un sentido importante, por otras nociones que parecen ser menos problemáticas y más fácilmente insertables en el lenguaje político actual, tales como ‘amistad cívica’, ‘solidaridad’ y ‘comunidad’.

Algunos autores incluso han abogado explícitamente por estos términos en substitución del de fraternidad. Véase, entre otros, Swift (2006: 133), a favor de la substitución de ‘fraternidad’ por ‘comunidad’, Agra (1994), quien favorece su reemplazo por ‘solidaridad’ y Stevens (2001), quien propone substituir ‘fraternidad’ por ‘amistad cívica’.

a) Concepciones liberales. Dos autores claves en la tradición liberal igualitaria, John Rawls y Ronald Dworkin, han otorgado cierto papel a la fraternidad dentro de sus teorías. Rawls sostiene que el principio de la diferencia, según el cual las desigualdades económicas y sociales tienen que redundar en beneficio de los menos favorecidos, corresponde a la idea de fraternidad. 

Rawls (1999: 90-91). Rawls, J. (1999) A Theory of Justice, ed. rev., Cambridge: Harvard University Press.

Dworkin le asigna a la fraternidad una función fundamental en la justificación de la legitimidad política. Según Dworkin, un estado es legítimo si su estructura constitucional y sus prácticas son tales que sus ciudadanos tienen una obligación general de obedecer las decisiones jurídicas que imponen deberes.

Dworkin (1986: 206-216). Dworkin, R. (1986) Law’s Empire, Londres: Fontana Press

b) Concepciones republicanas. 

A pesar de que el concepto de fraternidad tiene un lugar natural en el pensamiento político republicano, en la discusión republicana contemporánea anglosajona, el concepto de fraternidad está, sorprendentemente, ausente.

Domenech considera el concepto de fraternidad en su encarnación histórica, como consigna destinada a transformar, de manera fundamental, las relaciones sociales de dependencia y dominación del Antiguo Régimen y defiende una interpretación republicana de la tradición socialista como heredera y continuadora del proyecto fraternal, emancipador, del republicanismo democrático revolucionario.

Domenech, A. (2013), “La metáfora de la fraternidad republicano-democrática revolucionaria y su legado al socialismo contemporáneo” en Revista de Estudios Sociales, núm. 46

c) Concepciones socialistas.

 La fraternidad figura, de manera central, en la teoría socialista de Gerald Cohen. Para Cohen, una sociedad fraternal es un ‘comunidad justificativa’ regida por el principio de ‘reciprocidad comunal’. En una comunidad justificativa el comportamiento de los individuos satisface el llamado ‘test interpersonal’ que exige que los argumentos a favor de un cierto comportamiento puedan servir como justificación en un intercambio comunicativo entre dos miembros cualesquiera de la sociedad.

25 Cohen (2008: 41-46).Cohen, G. A. (2008) Rescuing Justice and Equality, Cambridge: Harvard University Press.

d) Concepciones cristianas.

El concepto de fraternidad continúa siendo crucial en el pensamiento político católico contemporáneo. Además de defensas contemporáneas de la concepción tradicional cristiana de la fraternidad como

Guiretti (2003) y Ratzinger (1962)
Guiretti, H. (2003) “El termino olvidado de la trilogía revolucionaria” en Anuario Filosófico, núm. XXXVI, pp. 281-309.
Ratzinger, J. (1962), La fraternidad cristiana, Madrid: Taurus.

La idea de fraternidad figura, por lo tanto, en distintas aproximaciones a la filosofía política contemporánea, que pueden proporcionar un buen punto de partida para un estudio en profundidad –aun por realizarse- de la misma.

La fraternidad, como señala Hobsbauwn, ‘es todavía lo que permite a los hombres y a las mujeres luchar. Es también por lo que hacen las revoluciones’.

La fraternidad requiere, que una comunidad estructure sus relaciones sociales de tal manera que sus miembros se reconozcan como iguales, estén ligados por lazos afectivos y dispuestos a cooperar y a ayudarse mutuamente. 

Hobsbawm, E. J. (1975), “Fraternity” en New Society, núm. 27, pp. 471- 473.

martes, 20 de agosto de 2019

Frédéric Bastiat: EL ESTADO LIBERAL

Frédéric Bastiat



LINK FRASES

Instituto Juan de Mariana


El Estado de Fréderic Bastiat

Ciudadanos, en todos los tiempos dos sistemas políticos han estado presentes y ambos pueden apoyarse en buenas razones. Según uno, el Estado debe hacer mucho, pero también debe tomar mucho. Según el otro, esa doble función se debe hacer sentir poco.

Entre los dos sistemas es necesario optar. Pero en cuanto a un tercer sistema, que participe de los otros dos y que consista en exigir del Estado sin darle nada, es quimérico, absurdo, pueril, contradictorio, peligroso. Aquellos que lo ponen por delante para darse el placer de acusar a todos los gobernantes de impotencia y exponerles así a ataques, estos a Ustedes los adulan o los engañan, o al menos se engañan a ellos mismos.

En cuanto a nosotros, pensamos que el Estado no es o no debería ser otra cosa que la fuerza común instituida no para ser entre todos los ciudadanos un instrumento de opresión y de expoliación recíproca sino, por el contrario, para garantizar a cada uno lo suyo y hacer reinar la justicia y la seguridad.

https://es.wikisource.org/wiki/El_Estado

Obras escogidas
Autor: Frédéric Bastiat




Frédéric Bastiat (1801 - 1850) nació en Bayonne, en el sur de Francia. Tal vez no ha existido un escritor más hábil para articular el pensamiento económico y para exponer los mitos que plagan el debate político que Bastiat. Durante su corta vida, escribió ensayos clásicos como "La ley" y "Lo que se ve y lo que no se ve". Poseía una notable capacidad de desarmar los sofismas del proteccionismo, el socialismo y otras ideologías propias del Estado interventor y solía hacerlo con una impresionante claridad e ingenio.

El ensayo famoso de Bastiat “La ley” muestra sus talentos como un activista a favor del libre mercado. Allí explica que la ley, lejos de ser el instrumento que permitió al Estado proteger los derechos y la propiedad de los individuos, se había convertido en el medio para lo que denominó “expoliación” o “saqueo”. De su ensayo “El Estado”, en el cual Bastiat argumenta en contra del socialismo, viene tal vez su cita más conocida: “El Estado es la gran ficción mediante la cual todo el mundo trata de vivir a expensas de los demás”.


https://www.elcato.org/bibliotecadelalibertad/obras-escogidas/4-el-estado

SOBRE EL ESTADO

«Es un personaje misterioso, y seguramente el más solicitado, el más atormentado, el más atareado, el más aconsejado, el más acusado, el más invocado y el más provocado que hay en el mundo», explicaba Frédéric Bastiat cuando él mismo se preguntaba qué era el estado, dónde estaba, qué hacía o qué debería hacer.

Recientemente el abogado y profesor universitario Juan Carlos Valdivia, en uno de sus análisis sobre el conflicto social que viene generando la inversión minera en Tía María, acentuado luego del permiso de construcción otorgado por el gobierno, dijo que lo más saludable era considerar, ante todo, los intereses de la población y que era prioridad del estado representarnos porque, a fin de cuentas, el estado somos todos. Pero de serlo verdaderamente, ¿por qué entonces hemos creado una Constitución que protege nuestros derechos fundamentales frente a la arbitrariedad del estado? 

¿Acaso para defendernos de nosotros mismos?

Básicamente el origen de la Constitución reside en la necesidad de limitar el poder de quien ejerce el gobierno, evitar la opresión tantas veces utilizada en épocas pre-republicanas para prolongar la esclavitud. La propia Constitución en su artículo 43° señala que el estado es uno e indivisible, y que se organiza según el principio de separación de poderes: el ejecutivo, legislativo y judicial; allí no entramos todos. Decir que el poder del estado emana del pueblo, no es lo mismo que decir que el estado lo seamos todos; por la misma razón, decir que SERPOST o PETROPERÚ los financiamos todos, no significa que seamos parte de estos (ni de su gestión ni sus utilidades, aunque sí de sus déficits).

Y es que el estado es una gran ficción. Bastiat lo señalaba con suma claridad: «es una ficción a través de la cual todo el mundo se esfuerza en vivir a expensas de todo el mundo». Pero una ficción muy cara en el Perú, valgan verdades: 6,400 millones de dólares en la nueva refinería de Talara, más de 4,500 millones de dólares en la carretera interoceánica (tan llena de vicios y sobornos) y 632 millones de dólares anuales para viajes oficiales y alquiler de inmuebles, entre otros muchos onerosos gastos.

Cuando Juan Carlos Valdivia afirma que el estado debe «identificarse con los intereses de la población que en este momento representa a todo el Perú», me pregunto: ¿cómo se identifican los intereses de la población?, ¿a través de un referéndum?, ¿en elecciones generales?, ¿existe algo como aquello de la “voluntad popular”? Extraña postura de alguien que abomina del espíritu gregario o de doctrinas que uniformizan, y pide al estado que represente los intereses de la población.

Si fueran estos mecanismos democráticos los que definen en última instancia la voluntad popular, tendríamos que sujetarnos a lo votado (en realidad, así ocurre) y como tal, probablemente, Tía María no se ejecutaría, pero también se expulsarían a los venezolanos migrantes, se podría implantar la pena de muerte a delitos graves y hasta se penalizaría la homosexualidad. Si los intereses de la población se midieran en encuestas y éstas se reflejaran en acciones de estado, el país podría ser un ejemplo de democracia directa para el mundo, pero un símbolo de ultraje a las minorías y a los derechos fundamentales.

No alcanza con ser democráticos, se necesita más república, y para ello el poder debe enfrentarse a determinados límites. La manera de cercar el deseo o la aspiración de la tribu (expresada en la acción representativa del estado) es a través de la libertad para disponer de la propiedad, y así defenderla de la voluntad arbitraria del resto. El problema de Tía María (Conga o las Bambas o demás yacimientos mineros donde prevalece el conflicto) es uno de definición de propiedad —o de falta de titularidad—, pero eso es parte de otro análisis.

Resulta ingenuo suponer que el estado, esa onerosa ficción, podría aglutinar los elevados valores cívicos de la población, y en su sabio juicio, definir lo que es justo o no. Aun cuando los representantes políticos son elegidos democráticamente, esto no es garantía de su mayor espíritu cívico. Becerril, Donayre, Salgado, Arana, Cáceres Llica y muchos más en el Congreso o en los gobiernos regionales conforman el fiel reflejo de la gestión de lo común: lo que es de todos es de nadie, salvo de ellos precisamente. La regla en la gestión del estado es el dispendio, la arbitrariedad; la excepción, el estado de derecho.

El estado es la obra ingeniosa de los que no han encontrado mejor manera de desfalcarnos que a través de sus adendas, permisología profusa y, claro, impuestos, sin que parezca un atraco. Max Weber decía que el estado es aquella comunidad humana (no tiene superpoderes) que reclama para sí el monopolio de la violencia física, en consecuencia, es la única fuente del “derecho” a la violencia. 

Encargarle al estado que represente nuestros tan difusos intereses es entregarle una pistola para que negocie con nosotros en una mesa de diálogo.

Jorge Luis Ortiz Delgado: Centro de Estudios Liberales
Arequipa

jueves, 15 de agosto de 2019

DOCTRINA: PERCY C. ACUÑA VIGIL

DOCTRINA:

PERCY C. ACUÑA VIGIL





DOCTRINA: Conjunto de ideas, enseñanzas o principios básicos defendidos por un movimiento religioso, ideológico, político, etc.

Una doctrina (del latín doctrīna) es un conjunto global de concepciones teóricas enseñadas como verdaderas por un autor o grupo de autores.1​ 

Las doctrinas son un conjunto de principios, enseñanzas o instrucciones que guardan coherencia entre sí. Generalmente se basan en un sistema de valores o creencias y se refieren a una religión, ciencia, un cúmulo de conocimientos, por ejemplo la doctrina religiosa.

Las doctrinas son los principios establecidos por posiciones fijas o postulados que son aceptados con validez por la comunidad que los sostiene.

Puede tener una dimensión ideológica que puede ser política, legal, económica, religiosa, filosófica, científica, social, militar, etc. Las doctrinas a veces pueden ser consideradas  por su origen político, social, religioso, etc.

Etimología

La palabra doctrina proviene del latín doctrīna, su significado es ‘ciencia’, ‘sabiduría’. Está compuesta por el lexema docere ‘enseñar’; el sufijo sustantivante ~tor y el sufijo ~ina ‘relación’, ‘pertenencia’.2​

El lexema docere proviene de la raíz indoeropea *dek~ que puede significar ‘pensamiento’ o ‘aceptación’. Puede vérsele en dogma, ortodoxo, paradoja, decente, digno y derivados; indagar, discipulo y disciplina, diplodoco, sinécdoque, etc.2​

Etimológicamente hablando, doctrina es la enseñanaza que se da para instrucción de alguno. Ciencia o sabiduría. La opinión de alguno o algunos autores en cualquier materia. La catequesis que se hace al pueblo explicándole la doctrina cristiana. El concurso de gente que con los predicadores sale en procesión por las calles hasta el paraje en que se ha de hacer la plática. Durante la colonia española, el curato colativo servido por regulares o el pueblo de indios nuevamente reducido a la religión, cuando todavía no se había establecido en él la parroquia o el curato.3​

La palabra doctrina se compone de los siguientes términos tomados de la lengua latina: "docere", verbo cuyo significado es "enseñar" y el sufijo de agente "tor".

Doctrina cristiana o catecismo, la que debe saber todo cristiano por razón de su profesión.3​

Doctrina común, la opinión que comúnmente llevan la mayoría de autores que han escrito sobre alguna materia.3​ ´´´Doctrina Peronista´´´(Política-Argentina), constituida por las 20 verdades peronistas, la tercera posición en política internacional y las 3 banderas Justicialistas: Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social.

Doctrina y educación

El término adoctrinamiento ha adquirido connotaciones negativas a partir del siglo xx d. C., viniendo a ser sinónimo de reeducación o lavado de cerebro.

La diferencia entre doctrina y educación consiste en que en la educación se persigue que el educando, esto es la persona a educar; permanezca lo más superficial posible a los conocimientos acumulados y los analice; mientras que en la adoctrinación, el educando permanece dentro del cuerpo de conocimientos o creencias y absorbe sus enseñanzas.

Por ejemplo, estudiar teología puede considerarse como un proceso de adoctrinación, cuyo equivalente educativo sería el estudio comparativo de las religiones. La diferencia entre el teórico y el doctrinario es que el primero acude a datos y argumentos mientras que el segundo lo hace a creencias y premisas de fe.

El doctrinarismo o liberalismo doctrinario es una doctrina y práctica política de los denominados doctrinarios, un grupo político e ideológico francés del siglo siglo xix d. C., que influyó notablemente en España (el Partido Moderado y Donoso Cortés) y sus colonias.

Doctrina jurídica

En el ámbito jurídico, doctrina jurídica es la idea de derecho que sustentan los juristas. Son directivas que no son directas para resolver una controversia jurídica, indican al juez como debe proceder para descubrir directiva o directivas decisivas para cuestión en el debate, y ayuda en la creación del ordenamiento jurídico. También se utiliza la palabra doctrina para referirse a un principio legislativo.

En Derecho se denomina doctrina, a las opiniones de determinados juristas de relevancia, nacionales o extranjeros, sobre temas jurídicos, en general contenidos en los libros de textos por ellos publicados, que se usan en juicio para reafirmar las posiciones de las partes.

Teorías de la doctrina de los juristas o dogmática

a) Estructura interna de la doctrina. 

La literatura que los juristas producen y escriben constituye la doctrina.

Si observamos su interior, la ciencia del derecho lleva adelante funciones relevantes: tres tareas y dos técnicas; las tareas son: primero, el diseño de las disciplinas jurídicas[30]; segundo, la formulación de teorías jurídicas, las que sirven como modelos de solución de casos difíciles[31]; y, tercero, la formulación de principios jurídicos, propuestos para llenar los vacíos de las reglas; estos constituyen uno de los productos más depurados de la dogmática.

A lo anterior, cabe agregar dos técnicas que utilizan los juristas:

 la interpretación y la sistematización

n del derecho positivo; técnicas que son los insumos básicos de que se sirven para esas otras tres tareas esenciales; y dada la especialidad de cada jurista, tanto la interpretación como la sistematización la realiza en relación a las normas atinentes a la propia especialidad que cultiva (derecho civil, derecho penal, etc.). La teoría del derecho observa y teoriza la estructura y función de esa labor de la doctrina: sus tres tareas esenciales y esas dos técnicas.

Si bien no tiene fuerza vinculante (es fuente material y no formal de Derecho) ayuda a esclarecer casos de solución dudosa, basado en el prestigio de las opiniones, dando al juez una valiosa arma de interpretación para formar su convicción. 

b) Aporte de la doctrina a la praxis de legisladores, jueces y abogados.


La doctrina nunca llega a ser una fuente vinculante, sino más bien una fuente de inspiración para los legisladores.

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-68512015000100019

Revista de derecho (Valparaíso)
versión On-line ISSN 0718-6851

Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso  no.44 Valparaíso jul. 2015
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-68512015000100019 

ESTUDIOS - Filosofía del derecho

Delimitar y distinguir: teoría del derecho, filosofía del derecho y doctrina jurídica*

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-68512015000100019

Principios estratégicos y planes de acción

Véase también: Doctrina de política exterior

En los campos militar, político, diplomático y de gestión. En este caso la doctrina serían los principios en los que se basaría una estrategia y planes de acción.

Militar
El término también es aplicable al concepto de un procedimiento establecido para una operación compleja en la guerra. El ejemplo arquetípico es la «doctrina táctica» en la que se emplea un conjunto patrón de maniobras, tipos de tropas y armas como enfoque predeterminado para un tipo de ataque.

Referencias

 1). de Echegaray, Don Eduardo (1887). Faquineto, José María, ed. Diccionario general etimológico de la lengua española (Resurso en línea). Tomo II. Madrid: Faquineto. p. 875. Consultado el 17 de marzo de 2018.

2). Anders, Valentín et ál. (Sin fecha). «Etimología de doctrina». Consultado el 17 de marzo de 2018.

3). Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014). «doctrina». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7. Consultado el 17 de marzo de 2018. }}

IDEOLOGÍA, : PERCY C. ACUÑA VIGIL


IDEOLOGÍA. 
PERCY C. ACUÑA VIGIL




Étienne Bonnot de Condillac



De acuerdo al origen etimológico del término este proviene del idioma griego y está conformado por la unión de dos partículas: idea, que se define como “apariencia o forma”, y el sufijo –logia, que puede traducirse como “estudio”.

La ideología puede concebirse de acuerdo con Condillac [] como una disciplina filosófica básica cuyo objeto es el análisis de las ideas y de las sensaciones. El término idéologie fue creado por Destutt de Tracy en 1796. Su obra Éléments d’idéologie se considera el punto de partida de esta corriente de pensamiento.





El primer uso del término "ideología" se atribuye al conde Destutt de Tracy (1754-1836) a finales del siglo XVIII, con el significado de "estudio de las ideas", aunque pronto adquirió una connotación peyorativa. 

Según Destutt de Tracy la ideología está ligada a la gramática general que se ocupa de los métodos de conocimiento, y a la lógica, que trata de la aplicación del pensamiento a la realidad.

El filósofo francés comenzó a publicar Éléments D'Idéologie (1801-1815), en cuatro volúmenes, postulando la fundación de un original campo de estudios destinado a formar la base de todas las ciencias: la ciencia de las ideas. El proyecto de esta ciencia era el de tratar las ideas como fenómenos naturales que expresaban la relación entre el hombre, organismo vivo y sensible, y su medio natural de vida.

 Así, para Destutt de Tracy, lo que el estudio de la ideología posibilitaba era el conocimiento de la verdadera naturaleza humana al preguntar de dónde provenían nuestras ideas y cómo se desarrollaban. La teoría de que la conducta humana es formada por ciertos elementos ideológicos convierte a De Tracy en un antecesor del concepto de superestructura [].

En Marx, el término es usado con el significado de "falsa conciencia", y lo aplica a los sistemas filosóficos, jurídicos, políticos y religiosos, en la medida en que considera que no se basan en la realidad, sino en ilusiones sobre la realidad.

Para Marx, las ideologías no sólo desvirtúan la realidad, sino que se presentan también como sistemas de justificación de la misma realidad que desvirtúan.


En la actualidad se tiende a usar el término, en sociología del conocimiento, en sentido neutro, sin connotaciones peyorativas, significando el conjunto de ideas que forman parte de un sistema de creencias.





LOUIS ALTHUSSER se basa en el trabajo de Jacques Lacan para comprender cómo funciona la ideología en la sociedad. Se aleja así de la comprensión marxista anterior de la ideología.

En el modelo anterior, se creía que la ideología creaba lo que se denominaba "falsa conciencia", una falsa comprensión del funcionamiento del mundo (por ejemplo, la supresión del hecho de que los productos que compramos en el mercado abierto son, de hecho, El resultado de la explotación de los trabajadores).

Althusser explica que para Marx "la ideología se [...] piensa como una construcción imaginaria cuyo estado es exactamente como el estado teórico del sueño entre los escritores anteriores a Freud.

Para esos escritores, el sueño era el resultado puramente imaginario, es decir, nulo. los 'residuos del día' "(Lenin 108). Althusser, por el contrario, aproxima la ideología a la comprensión de Lacan de la "realidad", el mundo que construimos a nuestro alrededor después de nuestra entrada en el orden simbólico. (Consulte el módulo de Lacan sobre la estructura de la psique).




Para Althusser, como para Lacan, es imposible acceder a las "Condiciones reales de existencia" debido a nuestra dependencia del lenguaje; sin embargo, a través de un enfoque "científico" riguroso de la sociedad, la economía y la historia, podemos acercarnos a percibir, si no esas "Condiciones reales", al menos las formas en que estamos inscritos en la ideología por complejos procesos de reconocimiento.

La comprensión de Althusser de la ideología a su vez ha influido en varios pensadores marxistas importantes, incluidos Chantall Mouffe, Ernesto Laclau, Slavoj Zizek y Fredric Jameson.

(Ver, para comparación, el módulo Jameson sobre ideología).

Althusser plantea una serie de hipótesis que explora para aclarar su comprensión de la ideología:

1)  "La ideología representa la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia" (Lenin 109). La forma tradicional de pensar la ideología llevó a los marxistas a mostrar cómo las ideologías son falsas al señalar el mundo real oculto por la ideología (por ejemplo, la base económica "real" de la ideología).




Según Althusser, por el contrario, la ideología no "refleja" el mundo real sino que "representa" la "relación imaginaria de los individuos" con el mundo real; lo que representa la ideología (mis) ya está en un punto alejado de lo real. En esto, Althusser sigue la comprensión lacaniana del orden imaginario, que en sí mismo está en un paso eliminado del real lacaniano.

En otras palabras, siempre estamos dentro de la ideología debido a nuestra dependencia del lenguaje para establecer nuestra "realidad"; diferentes ideologías no son más que diferentes representaciones de nuestra "realidad" social e imaginaria, no una representación de lo Real mismo.

2)  "La ideología tiene una existencia material" (Lenin 112). Althusser sostiene que la ideología tiene una existencia material porque "una ideología siempre existe en un aparato, y su práctica o prácticas" (Lenin 112). La ideología siempre se manifiesta a través de acciones, que se "insertan en prácticas" (Lenin 114), por ejemplo, rituales, comportamiento convencional, etc.

De hecho, Althusser llega al extremo de adoptar la fórmula de creencia de Pascal: "Pascal dice más o menos: 'Arrodíllate, mueve tus labios en oración y creerás'" (Lenin 114). Es nuestro desempeño de nuestra relación con los demás y con las instituciones sociales lo que continuamente nos instancia como sujetos. Podría decirse que la comprensión de Judith Butler de la performatividad está fuertemente influenciada por esta forma de pensar sobre la ideología.

3)  Toda ideología saluda o interpela a individuos concretos como sujetos concretos" (Lenin 115). Según Althusser, el objetivo principal de la ideología es "" constituir "individuos concretos como sujetos" (Lenin 116). La ideología es tan dominante en su constitución de sujetos que forma nuestra propia realidad y, por lo tanto, nos parece "verdadera" u "obvia".

Althusser da el ejemplo del "hola" en una calle: "los rituales de reconocimiento ideológico nos [...] garantizan que somos sujetos concretos, individuales, distinguibles y (naturalmente) irremplazables" (Lenin 117).

A través de la "interpelación", los individuos se convierten en sujetos (que siempre son ideológicos).

El ejemplo de Althusser es el saludo de un oficial de policía: "'¡Oye, estás allí!'" (Lenin 118):

"Suponiendo que la escena teórica que he imaginado tiene lugar en la calle, la persona aclamada se dará la vuelta. conversión física de ciento ochenta grados, se convierte en sujeto "(Lenin 118). El hecho mismo de que no reconozcamos esta interacción como ideológica habla del poder de la ideología:

lo que, por lo tanto, parece tener lugar fuera de la ideología (para ser precisos, en la calle), en realidad tiene lugar en la ideología [...] Es por eso que aquellos que están en ideología se creen por definición fuera de la ideología: uno de los efectos de La ideología es la denegación práctica del carácter ideológico de la ideología por ideología: la ideología nunca dice: "Soy ideológico". (Lenin 118)

4) "los individuos siempre son sujetos" (Lenin 119). Aunque presenta su ejemplo de interpelación en una forma temporal (estoy interpelado y, por lo tanto, me convierto en un sujeto, entro en la ideología), Althusser deja en claro que el "convertirse en sujeto" ocurre incluso antes de que nazcamos.

 "Esta proposición puede parecer paradójica" (Lenin 119), admite Althusser; sin embargo, "Que un individuo sea siempre un sujeto, incluso antes de nacer, es la [...] realidad, accesible a todos y no una paradoja en absoluto" (Lenin 119).

Incluso antes de que nazca el niño, "es seguro de antemano que llevará el nombre de su padre y, por lo tanto, tendrá una identidad y será insustituible. Antes de su nacimiento, el niño es, por lo tanto, siempre un sujeto, designado como sujeto en y por la configuración ideológica familiar específico en la que se 'espera' una vez que se ha concebido "(Lenin 119).

Althusser, por lo tanto, invoca una vez más las ideas de Lacan, en este caso la comprensión de Lacan del "Nombre del Padre".

La mayoría de los sujetos aceptan su autoconstitución ideológica como "realidad" o "naturaleza" y, por lo tanto, rara vez chocan con el aparato represivo del Estado, que está diseñado para castigar a cualquiera que rechace la ideología dominante. Por lo tanto, la hegemonía depende menos de los aparatos represivos del Estado como la policía que de los aparatos ideológicos del Estado (ISA) por los cuales se inculca la ideología en todos los temas.

(Consulte el siguiente módulo para obtener una explicación de las NIA).

Como dice Althusser, "el individuo es interpelado como un sujeto (libre) para poder someterse libremente a los mandamientos del Sujeto, es decir, para que pueda (libremente) acepte su sujeción, es decir, para que haga los gestos y acciones de su sujeción "por sí mismo" "(Lenin 123)

Ver: Teoría Lacaniana de la Ideología

La teoría lacaniana de la ideología: su potencial explicativo y limitaciones 

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LINK


de Tracy, Antoine Louis Claude Destutt, A Commentary and Review of Montesquieu's Spirit of Laws, trans. Thomas Jefferson (1811) (New York: Burt Franklin, 1969)

https://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=176&from=action=search%7Cby=I

Fredric Jameson, Las ideologías de la teoría, traducción de Mariano López Seoane, Eterna Cadencia, 2014, 784 págs.


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