sábado, 17 de febrero de 2024

ETHNOSOCIOLOGY: BITACORA DE CAYETANO ACUÑA VIGIL.

 ETHNOSOCIOLOGY: 


MG. ARQ.  DIP. P. H. EDINBURGH  P. CAYETANO ACUÑA VIGIL.


Ethnosociology: The Foundations is a systematic presentation of the main principles and analytic strategies of the discipline of ethnosociology, written by Alexander Dugin, one of the major Russian philosophers and political analysts of the present day. 




Through the study of the main sources and schools that influenced the establishment of ethnosociology as an independent and original scientific discipline, Alexander Dugin offers a profound philosophical approach to the categories of the “ethnos,” “narod,” “nation,” and “society” and elaborates a general ethnosociological taxonomy.

Dugin’s work is distinguished by its strict consistency, a broad spectrum of knowledge, and various methodologies of ethnosociological analysis, brought together into a single, easily applicable system. 


While this book can serve as a manual for specialists in the field of sociology, philosophy, political science, cultural studies, ethnology, international relations, state and law, it will also be of pertinent interest to anyone who follows the latest groundbreaking developments in the humanities, or who seeks to understand the structure of human societies.

Alexander Dugin



Arktos Media Limited, 2019 - 310 páginas

Ethnosociology: The Foundations is a systematic presentation of the main principles and analytic strategies of the discipline of ethnosociology, written by Alexander Dugin, one of the major Russian philosophers and political analysts of the present day. 

Through the study of the main sources and schools that influenced the establishment of ethnosociology as an independent and original scientific discipline, Alexander Dugin offers a profound philosophical approach to the categories of the "ethnos," "narod," "nation," and "society" and elaborates a general ethnosociological taxonomy.



Dugin's 

https://en.wikibooks.org/wiki/Interesting_social_sciences/Ethnosociology

jueves, 15 de febrero de 2024

PARRESÍA_: BITÁCORA DE CAYETANO ACUÑA VIGIL:

 Parresía



Herramientas

En la retórica clásica, la parresía era una manera de «hablar con franqueza o de excusarse por hablar así».1​ El término está tomado del griego παρρησία (παν = todo + ρησις / ρημα = locución / discurso) que significa literalmente «decirlo todo» y, por extensión, «hablar libremente», «hablar atrevidamente» o «atrevimiento». Implica no solo la libertad de expresión sino la obligación de hablar con la verdad para el bien común, incluso frente al peligro individual. 

Sin embargo, para el Diccionario de la Real Academia Española, la parresia (sin tilde) es la  apariencia “de que se habla audaz y libremente al decir cosas, aparentemente ofensivas, y en realidad gratas o halagüeñas para aquel a quien se le dicen”2​.

En la Antigua Grecia

La parresía tiene sus orígenes en la Antigua Grecia, siendo una forma común de comunicación en algunas de las escuelas del siglo iv a. C, fue la forma de comunicación utilizada por la escuela cínica, era parte de su estilo de vida.3​ La parresía también fue el modo de expresión de los epicúreos.4​

Uso en el Antiguo Testamento

Michel Foucault (1983) resume el concepto de parresía del Antiguo Testamento de la siguiente manera:

De manera más precisa, la parresia es una actividad verbal en la cual un hablante expresa su relación personal a la verdad, y corre peligro porque reconoce que decir la verdad es un deber para mejorar o ayudar a otras personas (tanto como a sí mismo). 

En parresia, el hablante usa su libertad y elige la franqueza en vez de la persuasión, la verdad en vez de la falsedad o el silencio, el riesgo de muerte en vez de la vida y la seguridad, la crítica en vez de la adulación y el deber moral en vez del auto-interés y la apatía moral.

Uso en el Nuevo Testamento

Un uso relacionado de parresia se encuentra en el Nuevo Testamento griego, en el cual significa "discurso atrevido", la habilidad de los creyentes de mantener su propio discurso delante de las autoridades políticas y religiosas.

Significados contemporáneos

Michel Foucault desarrolló el concepto de parresía (frecuentemente traducido al español como parrhesia) como manera de discurso en el cual uno habla abierta y sinceramente acerca de sí mismo o las propias opiniones sin recurrir a la retórica, la manipulación o la generalización. 

Pero según Foucault, el que practica la parresía (parrhesiastes) «no es sólo sincero... sino que dice también la verdad». La noción de parresía en sentido foucaultiano está afectada por nuestro modelo cartesiano de experiencia de lo evidente (evidencial experience). 

A grandes rasgos, para René Descartes la verdad es lo (racionalmente) innegable. En el contexto de una investigación filosófica, lo que puede ser puesto en duda debe ser puesto en duda y, entonces, el discurso que no es examinado o criticado no necesariamente tiene una relación válida con la verdad. 

Según dice Foucault (1983 §I), en cambio, el «parrhesiastes dice la verdad porque él sabe que se trata de la verdad, y sabe que es verdad porque realmente es verdad».nota 1​

Existen varias condiciones que fundaban la noción tradicional de parresia del griego antiguo. Quien recurre a la parresía sostiene una relación creíble hacia la verdad, su posesión de la verdad está garantizada por ciertas cualidades morales; así mismo, es un crítico de sí mismo, o de la opinión popular o de la cultura; revelar la verdad lo coloca en una posición de peligro pero insiste en hablar de la verdad, pues considera que es su obligación moral, social y/o política. 

Más aún, quien practica la parresía debe estar en una posición social más débil que aquellos a quienes se las revela. Por ejemplo, un pupilo «cantándole las verdades» a su maestro sería un ejemplo preciso de parresía, mientras que un maestro que le dice la verdad a su pupila o pupilo, no.

Extrañamente, para Foucault, Sócrates es un caso modélico de parrhesiastes. Esto no parece coherente con su afirmación de que entre los griegos, «el parrhesiastes no parece abrigar ninguna duda acerca de su propia posesión de la verdad». 

En efecto, esto último no se condice con la confesión socrática de su propia ignorancia (Apología), con la petición de que se le refute en caso de merecerlo (Gorgias), o con la severa crítica a la que el personaje platónico Sócrates expone, sin poderla rebatir, ideas que antes había sostenido (como ocurre con la teoría de las Formas, en el Parménides); tampoco, con la disposición de Sócrates a revisar, hasta el último momento de su vida, las conclusiones antes establecidas (Critón).

Una explicación de esta supuesta contradicción en Foucault es que la parresía le permitía al maestro, al filósofo o al médico relacionarse con el discípulo o con el paciente de manera que éste se modificase por sí mismo y se convirtiese en un sujeto de verdad. Así, ni el discípulo era controlado por su maestro, ni se veía imponer la verdad; recibía, en cambio, la verdad subjetivada de este, como estímulo para alcanzar el conocimiento por sus propios medios.

Comedia en vivo

La parresía es la forma más común de expresión en las comedias en vivo, donde se suele hablar y burlarse de tanto de políticos corruptos (incluso presidentes) como de personalidades famosas sin importar su estatus, posición o autoridad.

Véase también

Escuela cínica

Anaideia

Adiaforía

Epicureísmo

Comedia en vivo

Referencias

 Burton, Gideon O. «Parrhesia». Sylva Rhetoricae. Brigham Young University. Archivado desde el original el 26 de mayo de 2007. Consultado el 24 de mayo de 2007.

 «Parresia».

 Wallace, Robert W (2002). «The Power to Speak and not to Listen in Ancient Athensnombre-editor1= Ineke». En Sluiter; Rosen, Ralph Mark, eds. Free Speech in Classical Antiquity (en inglés). Brill. pp. 222-3..

 Konstan D, Clay D and Glad CE: Philodemus: On frank criticism (Peri parrhesias). Society of Biblical Literature, Atlanta, USA, 2007.

Notas

https://es.wikipedia.org/wiki/Parres%C3%ADa

paresia

Del fr. parésie, y este del gr. πάρεσις páresis 'debilitamiento', 'parálisis incompleta'.

1. f. Med. Pérdida parcial de fuerza en la contracción muscular.

https://dle.rae.es/paresia

PARRESIA

https://youtu.be/_gvAGn-5PrI?si=rBtnZIOhmkgJIUXe

https://www.youtube.com/watch?v=_gvAGn-5PrI


viernes, 2 de febrero de 2024

San Ignacio de Antioquía: BITÁCORA DE CAYETANO ACUÑA V.

 San Ignacio de Antioquía



Obispo, mártir, Padre Apostólico  

P. Jordi Rivero

 Nace entre años 30 al 35 AD, muere C 107AD

 Fiesta: 17 de octubre


San Ignacio de Antioquía fue discípulo directo de San Pablo y San Juan;

Segundo sucesor de Pedro en el gobierno de la Iglesia de Antioquía; El primero en llamar a la Iglesia "Católica".

Sus escritos demuestran que la doctrina de la Iglesia Católica viene de Jesucristo por medio de los Apóstoles. 

Esta doctrina incluye: La Eucaristía; La jerarquía y la obediencia a los obispos;

La presidencia de la iglesia de Roma;

La virginidad de María y el don de la virginidad;

El privilegio que es morir mártir de Cristo.

Condenado a morir devorado por las fieras, fue trasladado a Roma y allí recibió la corona de su glorioso martirio el año 107, en tiempos del emperador Trajano. En su viaje a Roma, escribió siete cartas, dirigidas a varias Iglesias, en las que trata sabia y eruditamente de Cristo, de la constitución de la Iglesia y de la vida cristiana. Ya en el siglo IV, se celebraba en Antioquía su memoria el mismo día de hoy. (del Oficio de Lectura, 17 Octubre)

En este artículo veremos su martirio, sus escritos y su doctrina.

Fuego ardiente de amor

La palabra "Ignacio" viene de "ignis" (fuego). El corazón de San Ignacio era un fuego ardiente de amor por Cristo. Decía que Cristo está en el pecho de los cristianos.

De sobrenombre "Theophorus" (portador de Dios). 

Fue ilustre testigo de Cristo por su palabra y por su martirio.

https://www.corazones.org/santos/ignacio_antioquia.htm


Conoció a los Apóstoles

San Ignacio de Antioquía se le llama Padre Apostólico porque, habiendo nacido en Antioquía en el siglo I, fue discípulo de los Apóstoles San Pablo y San Juan.

Consagrado obispo por los Apóstoles

San Ignacio de Antioquía fue el tercer obispo de Antioquía, Siria, siendo San Pedro y San Evodio los dos primeros (Eusebius, "Hist. Eccl.", II, iii, 22). San Juan Crisóstomo ("Hom. in St. Ig.", IV. 587) escribe que San Ignacio fue consagrado obispo de manos de los Apóstoles Pedro y Pablo. Según Theodoret, Ignacio fue asignado obispo de Antioquía por San Pedro. (Theodoret, "Dial. Immutab.", I, iv, 33a, Paris, 1642.)

Antioquía era la tercera ciudad mas importante del imperio, después de Roma y Alejandría. También era una de las iglesias mas importantes e influyentes. Habían en Antioquía muchos cristianos de procedencia judía que huyeron de la destrucción de Jerusalén ocurrida en el 70 AD.

Condenado a muerte por su fe

El Emperador Trajano al principio respetó a los cristianos, pero por gratitud a sus dioses tras su victoria sobre los dacios y escitas, comenzó a perseguir a quienes no los adoraban. Hay una relación legendaria sobre el arresto de San Ignacio y su entrevista personal con el emperador. Sin embargo, desde época muy remota nos llega el interrogatorio al que fue sometido:

Su nombre se menciona en el primer canon Eucarístico.

Los credenciales de San Ignacio como verdadero testigo de la doctrina apostólica:

1-San Ignacio fue discípulo de los Apóstoles San Pablo y San Juan.

Recibió de ellos las Sagradas Escrituras (en sus cartas encontramos numerosas citas literales de los Evangelios Sinópticos).

Recibió de ellos también la revelación transmitida a voz viva. Esta le capacita para ser interprete veraz de la revelación escrita.

San Juan escribe: "Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran." Juan 21,25. Esas "otras cosas" forman la revelación transmitida oralmente a San Ignacio y a los otros Padres Apostólicos.  

Los escritos del obispo San Ignacio de Antioquía son de suma importancia porque demuestran la catolicidad de la doctrina desde tiempos apostólicos. Sus cartas constituyen un testimonio de su amor apasionado por Cristo, su profundidad y claridad de pensamiento teológico y profunda humildad. San Ignacio manifiesta absoluta certeza de que su inminente martirio por Cristo es un privilegio, por lo que no quiere que nadie lo obstruya.

El día del Señor el domingo

Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por El y por su muerte -S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9,1

La Iglesia

-Es una institución divina cuyo fin es la salvación de las almas; quienes se separan de ella se separan de Dios. (San Ignacio de Antioquía, a los de Filadelfia., c. iii)

-Debe permanecer en unidad.

La unidad es expresión del amor. (Trall., c. vi; Filad., c. iii; Magn., c. xiii)

-Es Santa. (Esmirna, Efes., Magn., Trall., Rom.);

-Es Católica

Fue San Ignacio quien por primera vez se refirió a la Iglesia como "Iglesia Católica" (Universal), incluyendo en ella a todos los que son fieles a la verdad. (Esmirna., c. viii)

BIBLIOGRAFIA

The Apostolic Fathers, Lightfoot

Vida de los Santos, Alban Butler, tomo I.

LINK

https://www.corazones.org/santos/ignacio_antioquia.htm


jueves, 1 de febrero de 2024

LA BIBLIA: BITÁCORA DE CAYETANO ACUÑA V-




Este articulo es un extracto de WIKIPEDIA. Se agrega referencias a información complementaria en otros archivos que consideramos de utilidad para los interesados.

Artículo para fines lectivos:

La Biblia (del latín tardío biblĭa, y éste del griego βιβλία [biblía]; literalmente ‘libros’)1​ es un conjunto de libros canónicos que en el cristianismo y en otras religiones se consideran producto de inspiración divina y un reflejo o registro de la relación entre Dios y la humanidad. La Biblia está organizada por dos partes principales: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, que se enfoca en Cristo y el cristianismo primitivo.

Fue en el Concilio de Roma del año 382, cuando la Iglesia católica junto al papa Dámaso I instituyeron el Canon Bíblico con la lista del Nuevo Testamento similar al de Atanasio de Alejandría y los libros del Antiguo Testamento de la Versión de los LXX. Esta versión fue traducida del griego al latín por Jerónimo (la Vulgata) por encargo de la Iglesia. Posteriormente los Concilios regionales de Hipona del 393, III de Cartago del 397 y IV de Cartago del 419, en los cuales participó Agustín de Hipona, aprobaron definitivamente dicho canon.



AUGUSTIN DE HIPONA

Agustin de Hipona

En el año 405 esta lista fue enviada por el papa Inocencio I al obispo Exuperio de Tolosa (en la Galia, hoy Francia), donde aparece el canon bíblico con los 73 libros ya existentes. El concilio de Trento fijó el canon de la Iglesia católica declarándolo dogma.2​ La división por capítulos, tal como es al día de hoy, fue introducida por el cardenal Stephen Langton. 3​4​

Etimología:

La palabra Biblia procede, a través del latín biblĭa, de la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta hágia; ‘los libros sagrados’), acuñada por primera vez en el deuterocanónico 1 Macabeos 12:9,16​ donde βιβλία es el plural de βιβλίον (biblíon, ‘papiro’ o ‘rollo’ y, por extensión, ‘libro’).17​ Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos (Βύβλος, Býblos), importante mercado de papiros de la antigüedad.18​

Biblia Hebrea:

Biblia hebrea o Biblia hebraica es un término genérico para referirse a los libros de la Biblia escritos originalmente en hebreo y arameo antiguos. Se ajusta muy estrechamente al concepto judío Tanaj y al cristiano Antiguo Testamento (particularmente en la versión de algunos grupos cristianos (Evangélicos), que no incluyen las partes deuterocanónicas del Antiguo Testamento y el Anagignoskomena ortodoxo).

La Biblia Cristiana:

Las biblias cristianas están constituidas por escritos hebreos, arameos y griegos, que han sido retomados de la Biblia griega, llamada Septuaginta, y del Tanaj hebreo-arameo, y luego reagrupados bajo el nombre de Antiguo Testamento. A estos se ha sumado una tercera serie de escritos griegos cristianos agrupados bajo el nombre de Nuevo Testamento. Distintos grupos cristianos han debatido largamente sobre la inclusión o exclusión de algunos de los libros de ambos testamentos, surgiendo los conceptos de apócrifos y deuterocanónicos para hacer referencia a algunos de estos textos.

La Biblia de Gutenberg.

La comunidad judía actual reserva la expresión «Biblia cristiana» para identificar solo a los libros que han sido añadidos al Tanaj hebreo-arameo por el judaísmo tardío helenizante alejandrino, y luego por el cristianismo, y evita referirse a su Tanaj con los términos «Biblia» o «Antiguo Testamento». Varias denominaciones cristianas incorporan otros libros en el canon de ambos Testamentos.

Biblia Reina Valera 1960

La biblia protestante versión Reina Valera cuenta con 66 libros, divididos entre el Antiguo Testamento que comprenden 39 libros y el Nuevo Testamento 27 libros.

Nuevo Testamento:

El Nuevo Testamento es una colección de 27 libros, representativos de 4 diferentes géneros literarios judeocristianos:

4 Evangelios.

1 Libro de los Hechos.

19 Epístolas (o «cartas»): 6 epístolas «católicas» o apostólicas, y 13 epístolas paulinas; (una séptima epístola apostólica —la Primera epístola de Juan—, y una decimocuarta epístola paulina —la Epístola a los hebreos—, realmente pertenecen al género ensayístico o doctotratadístico; es decir, son tratados doctrinales, por lo que representan un quinto género de escritos del Nuevo Testamento). 

La figura protagónica en las epístolas es Jesús de Nazaret, llamado Cristo. Casi todos los cristianos (con algunas excepciones, como los gnósticos de los primeros siglos) han venido asumiendo el Nuevo Testamento como un texto sagrado divinamente inspirado. 

Sin embargo, no hay unidad universal en el canon del Nuevo Testamento. Son 27 libros en el canon de la Iglesia católica, al igual que en la mayoría de las Iglesias protestantes. La Iglesia cristiana ortodoxa de Siria solo acepta 22 libros en su canon. Libros como la Primera epístola de Clemente y el Segunda epístola de Clemente, el Libro de la Alianza, el Octateuco, y otros, han sido motivo de disputas y son aceptados por otras Iglesias cristianas. El Apocalipsis de San Juan.

Cánones bíblicos:

La palabra canon significa ‘regla’ o ‘medida’, así que se le llama canon bíblico al conjunto de libros que integran la Biblia según una tradición religiosa concreta, que los considera así «divinamente inspirados» y los distingue de otros textos que no se consideran revelados. Estas diferencias entre las distintas ramas del cristianismo se dan únicamente para el Antiguo Testamento; por ejemplo, según la Iglesia católica son 46 libros, y según la mayoría de iglesias protestantes son 39. Con relación al Nuevo Testamento todas tienen el mismo número de libros.

El primer canon es el Pentateuco, el cual se compone de los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio y contiene la «Ley de Dios», que es el conjunto de los 613 preceptos del judaísmo (Mitzvá).

Dentro del judaísmo surge disputa sobre el canon correcto. Un grupo religioso, los saduceos, sostiene que solamente conforma el canon de las Escrituras la Torá (‘la Ley’) o Pentateuco (‘cinco libros’), mientras que otros grupos también incluyen los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (los Escritos). Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., el grupo judío predominante fue el de los fariseos, que sí considera al canon como conformado por la Ley, los Profetas y los Escritos. 

Así, a finales del siglo i el judaísmo estableció en Yamnia (Yavne) como canon de sus libros sagrados aquellos que cumplieran tres requisitos: que hubiera una copia del libro en cuestión que se supiera que fue escrito antes del año 300 a. C. (cuando la helenización llegó a Judea, con los problemas culturales y religiosos subsecuentes, y que pueden leerse en libros como el Libro de los macabeos o el Libro de Daniel), que dicha copia estuviera escrita en hebreo o cuando menos arameo (no griego, la lengua y cultura invasora) y que tuviera un mensaje considerado como inspirado o dirigido al pueblo de Dios (con lo que también algunos libros que cumplían las dos características anteriores tuvieron que salir del canon).

En tiempos de Jesús de Nazaret es dominante la segunda opinión, la cual es sostenida y transmitida por muchos cristianos hasta tiempos de la Reforma protestante con la controversia de los libros deuterocanónicos (ver «Estructura», ut supra). Esta controversia probablemente se originó precisamente por el hecho de que el judaísmo había establecido su canon a fines del siglo i, con lo que para ellos ya no estaban presentes aquellos textos que solo se encontrarían en griego (en la versión de la Biblia judía de los Setenta). Estos libros fueron precisamente los que se considerarían, posteriormente, como deuterocanónicos.

La versión judía de la Biblia, llamada el Tanaj, consta de 24 libros, con ciertas diferencias respecto a las Biblias cristianas. Algunas de ellas son:

Los nombres de varios libros: Éxodo para el original Shemot (‘nombres’); Levítico para Vaikrá (‘y llamó’).

La subdivisión en tres secciones:

Torá (la Ley, el Pentateuco);

Nevi'im, los profetas anteriores (Josué, Jueces, Samuel y Reyes) y profetas posteriores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y los profetas menores); y

Ketuvim, los escritos (Salmos, Proverbios, Daniel y los demás libros).

El orden de los libros:

Actualmente, los libros que no son considerados canónicos por católicos y ortodoxos, reciben el nombre de libros apócrifos; a su vez, esos mismos libros suelen ser denominados pseudoepígrafos por los protestantes, que, habitualmente, respetan también el nombre de deuterocanónicos (literalmente, ‘del segundo canon’) para aquellos que han recibido reconocimiento canónico de católicos y ortodoxos (en general, son libros escritos originalmente en griego, incluidos en la traducción al griego de la Biblia judía conocida como Septuaginta o de los LXX). 

No obstante, algunas corrientes protestantes fundamentalistas insisten en conservar el nombre de apócrifos para los libros deuterocanónicos. Con todo, hay que señalar, que los primeros cristianos no usaban la Biblia hebrea, sino que usaban la Septuaginta o de los LXX por cuanto varios de los nuevos cristianos fueron judíos de cultura griega, como por ejemplo, Pablo de Tarso, Esteban, y los evangelistas Lucas y Marcos.

Así pues, las versiones católicas de la Biblia constan de 73 escritos, en tanto que las más de las versiones protestantes solo contienen 66. Sin embargo, las Biblias de los anabaptistas, luteranos, anglicanos y episcopalianos, incluyen los deuterocanónicos, si bien bajo el rubro de «apócrifos»; ya que los consideran «lectura edificante», pero no canónica. 

Las versiones ortodoxas, por su parte, incluyen 76 libros en total. Además, la Iglesia copta incluye en su canon del Antiguo Testamento el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos, que no incluye ninguna de las otras corrientes actuales del judeocristianismo, pero que eran libros bastante populares en los tiempos de Cristo; de lo cual han quedado vestigios incluso en los escritos del Nuevo Testamento. La Iglesia siria disponía inicialmente de solo 22 en su Nuevo Testamento, aunque posteriormente acabó aceptando los demás.

Historia:

La Biblia es una recopilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados «libros»), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy dilatado y después reunidos para formar el Tanaj y la Septuaginta (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí, los textos que componen la Biblia fueron escritos a lo largo de aproximadamente 1000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d. C.). 

Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces («Canto de Débora») y en las denominadas fuentes (tradición elohísta) y (tradición yahvista) de la Torá (llamada Pentateuco por los cristianos), que son datadas en la época de los dos reinos (siglos x a siglo viii a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas, es también de la misma época. El pueblo judío identifica a la Biblia con el Tanaj, para el que carece de sentido y no es aceptada la denominación como Antiguo Testamento al no aceptar la validez del Nuevo Testamento.

El canon católico de la Biblia que se conoce hoy fue creado por la Iglesia primitiva que, en las Cartas de Ignacio de Antioquia a la Iglesia de Esmirna se menciona como Católica (Universal), bajo el pontificado del papa Dámaso I, en el Sínodo de Roma del año 382, y esta versión es la que Jerónimo de Estridón tradujo al latín. 

Dicho canon consta de 73 libros: 46 constitutivos del llamado Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente deuterocanónicos (Tobit, Judit, Primer libro de los Macabeos, Segundo libro de los Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico (Sirácida), y Baruc) y 27 del Nuevo Testamento. Fue confirmado en el Concilio de Hipona en el año 393, y ratificado en el Concilio III de Cartago (en el año 397), y el IV Concilio de Cartago, en el año 419.

A raíz de la reforma protestante, el concilio de Trento (1546 d. C.) reafirmó el canon bíblico que ya había sido afirmado en concilios previos, por medio de una declaración dogmática en la cuarta sesión del Concilio de Trento, del 8 de abril de 1546. Las definiciones doctrinales del Concilio de Trento no fueron reconocidas ni asumidas por muchos protestantes, surgidos a partir del siglo xvi, ni por distintas denominaciones vinculadas al protestantismo surgidas a partir del siglo xix. 

El canon de las biblias cristianas ortodoxas es aún más amplio que el canon bíblico católico, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, el Tercer libro de Esdras y el Tercer libro de los Macabeos. En adición a estos, el Cuarto libro de Esdras y el Cuarto libro de los Macabeos figuran, asimismo, como apéndices en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia cristiana ortodoxa.

El Antiguo Testamento narra principalmente la historia de los hebreos y el Nuevo Testamento la vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos. El Nuevo Testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia al Antiguo Testamento de la versión de los Setenta, traducción al griego del Antiguo Testamento realizada en Alejandría (Egipto) en el siglo iii a. C.


Biblia católica en línea (con buscador).

https://es.wikipedia.org/wiki/Biblia

link La Biblia


Biblia

Biblia de Gutenberg (Maguncia, siglo xv) en la Biblioteca Pública de Nueva York.

Género Libro sagrado

Ambientada en Oriente Medio

Edición original en hebreo bíblico, arameo y griego koiné

Fecha de publicación entre 750 a. C. y 110 d. C. (véase Datación de la Biblia)

Edición traducida al español

Traducido por múltiples traductores (véase Traducciones de la Biblia al español).

Texto en español Biblia en Wikisource

Contenido

Antiguo Testamento:

Pentateuco, Históricos, Sapienciales, Proféticos

Nuevo Testamento:

Evangelios, Hechos, Epístolas, Apocalipsis




MATEO EL EVANGELISTA_ BITÁCORA DE CAYETANO ACUÑA

  MATEO EL EVANGELISTA. MATEO EVANGELISTA Mateo el Evangelista , en   hebreo   מתיו הקדוש (también conocido como   Mateo Leví ,   Leví de Al...