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martes, 23 de diciembre de 2014

Los inmigrantes y europa. ¿Sólo problema de ellos?

 

Sicosis navideña en Francia: tres atentados en tres días al grito de "Alá es grande"

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Un nuevo proyecto presentado al Parlamento holandés por el ministro del interior Piet Hein Donner el 16 de junio de 2014, dice:

«El Gobierno comparte la insatisfacción del pueblo holandés frente al modelo de sociedad multicultural en Holanda y expresa su intención de centrar sus prioridades- de ahora en más- hacia los valores fundamentales del pueblo holandés. En el nuevo sistema de integración, los valores holandeses van a tener un rol fundamental y por ello el gobierno "no adhiere más al modelo de sociedad multicultural".

Los hechos


La nota sigue:
"Una integración más rigurosa es ahora perfectamente justificada. Por esto es que dice al Gobierno y a todo su pueblo, que esta orientación se ha vuelto absolutamente necesaria porque la sociedad holandesa, está a punto de disgregarse en términos de identidad y nadie se siente "como en su casa" en Holanda.
La nueva política de integración será mucho más exigente para con los inmigrantes.
Por ejemplo, los inmigrantes deberán obligatoriamente aprender el idioma holandés y el gobierno va a tomar serias medidas coercitivas ante los inmigrantes que ignoren los valores del país y desobedezcan las leyes holandesas"
El Gobierno Holandés va -también- a dejar de dar subsidios especiales a los musulmanes para favorecer la integración  y según Donner, "no corresponde al Gobierno ni a los fondos públicos, integrar a los inmigrantes"
El proyecto prevé también la creación de una legislación, prohibiendo los casamientos forzosos y también se pondrá una ley imponiendo severas medidas para estos inmigrantes musulmanes que disminuirán-voluntariamente- sus posibilidades de trabajar, simplemente por la manera que tienen de vestirse.

Holanda abandona el multiculturalismo

Más específicamente el Gobierno va a prohibir el uso de vestimentas que cubran todo el rostro como el velo, la burka, la hijab, todo esto a partir de enero de 2015
Holanda se dio cuenta, quizá un poco tarde, que su liberalismo multicultural podría convertir su país en un territorio de "tribus del desierto", que destruirían la nación de origen y su propia identidad.




Sin embargo se debe tener en cuenta que la integración significa una confluencia de aportaciones y no la amputación de elementos que conforman el carácter definitorio de la identidad fundamental p.e. de Francia»

Manuel Valls en Francia: Mano dura con la inmigración

A principios del tercer milenio, obviamente, Francia está sufriendo un bloqueo cultural y psicológico marcado por la ausencia de movilidad social. Reflejo de una grave crisis de identidad, dicho bloqueo se encuentra, paradójicamente, en contradicción con la realidad «pluriétnica» de la población francesa, en contradicción con la aportación cultural de la inmigración y en contradicción con las necesidades demográficas de Francia.
    También está en contradicción con la ambición francesa de hacer de la Francofonía el elemento aglutinador de una constelación «pluricultural», destinada a contrarrestar la hegemonía anglosajona planetaria, y que sería la garantía de la futura influencia de Francia en el mundo.
   Naturalmente, la adhesión de los países bálticos y del centro de Europa a la Unión Europea reducirá la proporción de «morenos» en el espacio europeo, pero el envejecimiento previsible de la población europea convierte a la comunidad árabe musulmana en un auténtico objetivo debido a su tasa de natalidad, su dinamismo y su flexibilidad salarial.
   La integración significa una confluencia de aportaciones y no la amputación de elementos que conforman el carácter definitorio de la identidad fundamental de Francia. La tercera generación descendiente de inmigrantes, franceses de pleno derecho en virtud del nuevo código de la nacionalidad de 1998, está, por supuesto, extremadamente sensibilizada a su entorno internacional, como demuestran las explosiones de violencia de carácter confesional relacionadas con la Intifada palestina, la Guerra del Golfo (1990-1991), el conflicto de Bosnia (1990-1999), la Guerra de Afganistán (2001-2002) o la Guerra de Iraq (2003).

Actualidad:Me preocupa el creciente rechazo a los inmigrantes musulmanes”

Y además está claro que dicha tercera generación de descendientes de inmigrantes es portadora de una dinámica intercultural debida a sus orígenes, su perfil cultural y sus creencias religiosas. Por las solidaridades verticales que podría desarrollar con el país de origen y las solidaridades horizontales con el país de acogida, estos descendientes de inmigrantes constituirían un valor añadido para Francia, tanto en el ámbito del Mediterráneo como en la Unión Europea.
No obstante no se prevé que se instaure un clima de consenso que supere la visión xenófoba del mundo, en abierta contradicción con la misión universalista de Francia.


Actualidad: El ministro del Interior francés arremete contra los gitanos

        Se argumenta que el tema es delicado apelando al pasado. Se argumenta en esta línea de pensamiento que quizá el término medio sea el camino; no exacerbar la xenofobia. Estos dos argumentos no toman en consideración los valores europeos ni los de la defensa precisamente de la civilización.
        Ahora bien, que Europa haya reaccionado tarde, después de la marea migratoria, es simple imprevisión. Pero no es tarde sino muy a tiempo para tomar cartas en el asunto. Depende de la Unión Europea ver que tal disolución de identidad nunca ocurra.

Link: Europa y la inmigración, hoy

Huntington al respecto indica que es necesario tener nuevos paradigmas que sean aplicables al régimen internacional actual y que cualquier analista de las Relaciones Internacionales actuales debe de tomar en cuenta las diferentes civilizaciones dentro de los Estados, así como su influencia en los demás países con el propósito de entender de una forma más objetiva el porqué del surgimiento de tantos conflictos étnicos, nacionalismos, y conflictos que se suscitan dentro de los Estados mismos. El autor propone que los líderes respeten y acepten que la naturaleza de la política mundial depende de las múltiples civilizaciones, y sólo de esta forma podrá evitarse una Gran Guerra mundial entre las diferentes culturas.
Propone considerar dentro del nuevo orden mundial, lo que el autor llama el resurgimiento islámico. Sostiene que representa una gran amenaza ideológica para Occidente, y una pieza importante dentro del tablero de la política internacional que las demás civilizaciones no pueden pasar por alto.
Huntington dibuja un mapa que traza una línea muy clara estableciendo las fronteras entre las civilizaciones, facilitando así la forma de determinar las zonas de influencia de cada civilización. Según el autor, esta línea baja desde la frontera que divide a los países Bálticos y Rusia, atravesando Bielorrusia, Ucrania y Rumania, hasta llegar a Bosnia.
De esta forma, establece que la Unión Europea es el centro de Occidente en Europa, ya que esta se encuentra relativamente separada de forma geográfica del Islam y de la ortodoxia rusa. Rusia será el centro de la civilización ortodoxa, China será el centro del este asiático, exceptuando a Corea y a Japón. Sin embargo la civilización Islámica, es muy especial ya que no cuenta con un Estado central, y sus poblaciones se encuentran muy dispersas tanto en Europa, como en Asia del Este.
El hecho es que la emigración hacia países europeos y Estados Unidos, está siendo cada vez más frecuente por poblaciones no occidentales. Estas poblaciones representan una amenaza para los habitantes innatos de esos territorios.
Por el momento la mayoría de la población europea y estadounidense se encuentra cada vez más a favor de políticas nacionalistas que tratan de reducir o de acabar con la inmigración y cada vez más en contra de brindar ayuda estatal y política a sociedades que no pertenezcan a la occidental,

El choque de civilizaciones según Samuel Phillips Huntington

martes, 29 de enero de 2013

Political Order in Changing Societes de Samuel P. Huntington

Samuel P. Huntington

Political Order in Changing Societes de Samuel P. Huntington, libro  perceptivo y con repercusión en política comparada.

Posteo esta reseña del libro

JORGE I. DOMÍNGUEZ
http://estepais.com/inicio/historicos/90/1_propuesta_orden_jorge.pdf

En su análisis de la evolución, el papel y el efecto de los partidos políticos, Political Order... no tenía parangón cuando se publicó. Tampoco ha sido superado. Los partidos son las instituciones primordiales para Huntington en esta obra. No nos dio una teoría del Estado aplicable a Latinoamérica, sino que produjo un análisis sutil y abarcador para hacernos capaces de entender una institución política intermediaria y vital entre el Estado y la sociedad. Este es el logro intelectual más importante del libro. Los estudios sobre Latinoamérica hubieran sido mucho mejores si el impacto del libro entre los latinoamericanistas hubiera sido mayor.

La distinción política más importante entre los países no atañe a su forma de gobierno, sino al grado de gobierno. Las diferencias entre democracia y dictadura son menos que las existentes entre aquellos países cuya política incluye consenso, comunidad, legitimidad, organización, efectividad, estabilidad y aquellos países cuya política es deficiente en esas cualidades." Así empieza Political Order in Changing Societes de Samuel P. Huntington, uno de los libros más perceptivos y con más repercusión en política comparada que se haya escrito.

Su interés es normativo además de analítico. En un comentario retrospectivosobre su propio texto, Huntington dijo: "Escribí Political Order... porque pensaba que el orden político es una buena cosa —además, agregó— su propósito era desarrollar una teoría general de ciencia social de por qué, cómo y en qué circunstancias se podía lograr y no lograr el orden."

El interés que tiene Huntington por el orden y su manifiesta degradación de laimportancia de la distinción entre democracia y dictadura le ganaron fama de conservador; y algunos emplearon epítetos aún más severos.4 A causa de estas etiquetas tan burdas, muchas veces se perdía de vista que para Huntington estaba claro que la calidad del orden también importaba. El orden era, por ejemplo, un prerrequisito para la libertad. "Por supuesto que los hombres pueden tener orden sin libertad, pero no pueden tener libertad sin orden. Para poder ponerle límites, es preciso que antes exista la autoridad".5 Huntington demostró su interés tan esencial por la libertad y la democracia publicando unas dos décadas después un libro sobre el terna, The Third Wave: Democratización in the Late Twentieth Century.

Pero la fama de conservadurismo tuvo un importante efecto. Los latinoamericanistas leían a Huntington pero no lo seguían. Cuando se publicó Political Order el campo de estudio de la política latinoamericana estuvo a punto de ser rebasado por los estudios sobre dependencia internacional. Además, muchos estudiosos de Latinoamérica en aquel momento no estaban prendados del orden político, razón de que no les atrajera instintivamente un libro para el que el orden era un punto de partida analítico y un valor político clave. Y como veremos, la manera que tiene Huntington de abordar el libro hacía que fuera difícil emularlo. El libro no ofrece un planteamiento del estudio de la política, sino varios; es difícil de emular y la mayoría de los latinoamericanistas no lo intentaron.

Y aun así. el interés que tiene Huntington por la normatividad, aunque es idóneo para la evaluación de la obra de cualquier estudioso, se puede interponer en el camino para apreciar la gama ecléctica que plasma Political Order... Este libro se resiste a una clasificación ideológica fácil. Dependiendo del capítulo y del pasaje, se puede calificar a Samuel Huntington de marxista, de leninista, de fabiano, de modernizacionista, de institucionalista, o como algunos podrían decir hoy, de "cualquier cosa".

En este texto6 trato de evaluar algunas de las ideas clave de Huntington, especialmente a la luz de cierta experiencia pertinente de Latinoamérica. En primer lugar, aduzco que hay varios .segmentos de Political Order... que representan planteamientos intelectuales bastante diferentes. En realidad, hay partes de la obra que se leen mejor como marxistas, leninistas y fabianas, y no como conservadoras, aunque en cada una de las lecturas persiste el interés por el orden. Esta "cafetería" de planteamientos académicos hace que el libro sea difícil de emular, de encontrar una escuela de pensamiento, o de desarrollar un método de investigación que esté de acuerdo con sus preceptos. A fines de los sesenta y principios de los setenta, la apertura intelectual no estaba en boga entre los latinoamericanistas. El eclecticismo contribuía a que el libro fuera mucho más interesante y perceptivo, pero también a que tuviera mucha menos influencia en los latinoamericanistas. En consecuencia, el planteamiento de Huntington en este libro aumentaba su interés y su valor intelectual intrínseco, pero reducía sus posibilidades de repercusión en este campo de estudios.

En segundo lugar sostengo que el meollo conceptual del libro es innovador y problemático.

Huntington trataba de ser iconoclasta rompiendo de diversas maneras con la opinión académica prevaleciente. Su insistencia idónea en la política y en las instituciones del sistema político y su manera de centrarse en ellas abrieron un nuevo capítulo en los estudios de política comparada. A pesar de todo, Huntington se mantuvo visiblemente dentro de un planteamiento de modernización por su insistencia en el proceso y su sorprendente falta de atención relativa a las instituciones dentro del Estado. El aparato conceptual de la obra aleja del Estado y conduce al conflicto político, no a un entendimiento del propio Estado. Su modernizacionismo residual no lo congració con una comunidad de latinoamericanistas que trataban de huir de esta escuela de pensamiento. Su relativa falta de atención al Estado hacía que el libro de Huntington fuera de menos ayuda para estudiosos que trataban de entender la aparición de regímenes burocráticoautoritarios poderosos y represivos en los años sesenta y setenta.

En tercer lugar, concluyo con un análisis de la principal contribución intelectual deHuntington, a saber, el estudio de los partidos políticos, una contribución que muchos latinoamericanistas se beneficiarían de reconocer. Huntington argumentaba que eran los partidos —y no sólo las personas hábiles, no sólo las estructuras que cambiaban con lentitud, y tampoco la cultura política— los que pueden dar continuidad y movimiento a la política y especificaba cómo y en qué circunstancias ocurren diversos resultados. En este aspecto su obra rebasaba a los estudios predominantes y aún no ha sido rebasada a su vez.

Samuel Huntington, Political Order in Changing Societies, Yale University Press, New Haven, 1968.

Ver texto completo

Ver referencia ; La ilustración Liberal.

miércoles, 13 de junio de 2012

Samuel P. Huntington y el choque de civilizaciones

Samuel P. Huntington
En 1993, Huntington encendió un importante debate sobre relaciones internacionales con la publicación de un artículo extremadamente influyente y comúnmente citado intitulado ¿El choque de civilizaciones? en la revista Foreign Affairs. Con frecuencia, a este artículo se lo compara con la visión expresada por Francis Fukuyama en El fin de la Historia y el último hombre. Posteriormente, Huntington expandió este trabajo en un libro completo, publicado en 1996, intitulado El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial.

El artículo y el libro articulan su teoría de un mundo compuesto por múltiples civilizaciones en conflicto. En sus escritos, critica tanto al comportamiento occidental como el "no-occidental", acusando a ambos de hipócritas ocasionales y de estar centrados en sí mismos. Huntington también advierte que las naciones occidentales podrían perder su predominancia si fallan en reconocer la naturaleza de esta tensión latente..

Este trabajo se considera que es una manera encubierta de hacer legítima la agresión hacia los países del tercer mundo por parte del occidente liderado por los Estados Unidos, con el objeto de impedir que las regiones subdesarrolladas y en vías de desarrollo alcancen el nivel económico de los países ricos. Sin embargo, Huntington también ha argumentado que este cambio en la estructura geopolítica requiere que Occidente se fortalezca internamente, abandonando el universalismo democrático y el incesante intervencionismo.

Es interesante comparar a Huntington, su teoría acerca de las civilizaciones y su influencia sobre los creadores de políticas en el Pentágono y la Administración de los Estados Unidos, con Arnold J. Toynbee y su teoría, que se basa fuertemente en la religión y ha recibido críticas similares. Algunos estudios recientes han demostrado fallas sustanciales en el tratamiento de Huntington para elaborar un modelo aplicable a las democracias latinoamericanas como así su idea cultural de las civilizaciones.
En su libro El choque de civilizaciones, Huntington predice que los principales actores políticos del siglo XXI serán las civilizaciones en lugar de los estados-nación. Más recientemente, adquirió atención generalizada por considerar que la inmigración actual de América latina hacia los Estados Unidos, constituye una amenaza a la identidad nacional de este país.


Es mi hipótesis que la fuente fundamental de conflicto en este nuevo mundo no será fundamentalmente ideológica ni económica.
Las grandes divisiones entre la humanidad y la fuente dominante de conflicto serán culturales. Los Estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos en los asuntos mundiales, pero los principales conflictos de la política global ocurrirán entre naciones y grupos de civilizaciones diferentes. El choque de civilizaciones dominará la política mundial. Las líneas de fractura entre civilizaciones serán las líneas de batalla del futuro.
El conflicto entre civilizaciones será la última fase en la evolución del conflicto en el mundo moderno.

La tesis de Huntington describe un futuro en el que los "grandes divisiones entre la humanidad y la fuente dominante de conflicto serán culturales" (Huntington, 1993:22). Él divide a las culturas del mundo en siete civilizaciones actuales, occidentales, América Latina, confuciana, japonesa, islámica, hindú, eslava-ortodoxa, y (Huntington, 1993:26). Además juzgó África sólo como una civilización posible dependiendo de lo lejos que se ve el desarrollo de una conciencia africana. Estas civilizaciones parece estar definido principalmente por la religión con una serie de excepciones ad hoc. Israel se agrupan con el Oeste, los estados budistas y toda la religión se ignoran por completo.

Huntington argumenta que la final de la confrontación ideológica entre la democracia liberal y el comunismo se ve como un futuro conflicto que ocurre a lo largo de las fronteras entre civilizaciones en un nivel micro. A nivel macro, predice que se produzcan conflictos entre los Estados de diferentes civilizaciones por el control de las instituciones internacionales y por el poder económico y militar (Huntington 1993:29). Considera que esta mezcla de conflicto como normal al afirmar que los Estados-nación son un fenómeno nuevo en un mundo dominado durante la mayor parte de su historia por los conflictos entre civilizaciones. Esta es una afirmación dudosa, ya que los conflictos entre civilizaciones impulsado principalmente por factores geopolíticos más que por las diferencias culturales es una manera igual, si no más convincente para ver gran parte de la historia.

La teoría por lo menos diferencia entre las civilizaciones no occidentales en lugar de agruparlas. También explica cómo el Occidente presenta las políticas pro-occidentales como algo positivo para todo el mundo y que la idea misma de una cultura universal es una idea occidental. Esto lo sostiene como evidencia de que los valores occidentales más importantes como los derechos humanos a menudo son los valores menos importantes para otras civilizaciones.

El libro más reciente de Huntington, Quienes somos: Los desafíos a la identidad nacional americana, fue publicado en mayo del 2004. La discusión se centra en la identidad nacional americana y la posible amenaza que constituye la inmigración latinoamericana en gran escala, que según el autor podría "dividir los Estados Unidos en dos pueblos, dos culturas y dos lenguajes." Al igual que El choque de civilizaciones, este libro ha agitado controversia, y algunos han acusado a Huntington de xenofobia por afirmar que Estados Unidos ha sido históricamente un país de cultura protestante anglosajona.

Se le ha acusado de presentar una actitud etnocentrista hacia la inmigración, argumentando que los valores mexicanos (por ejemplo "la falta de ambición" y la "aceptación de la pobreza como virtud necesaria para entrar al Cielo") son incompatibles con los ideales anglo-protestantes (de los cuales menciona el Cristianismo, el compromiso religioso y la ética protestante del trabajo. Más aún, Huntington asevera que esta introducción de nuevos valores atenta contra el sueño americano, que según sus palabras es el "sueño creado por una sociedad anglo-protestante," y agrega que los mexicano-americanos pueden "participar en este sueño y esta sociedad sólo si sueñan en inglés."

Choque de civilizaciones Link

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