lunes, 30 de enero de 2017

Alain Finkielkraut contra “el islamismo de izquierdas”

Alain Finkielkraut contra “el islamismo de izquierdas”

El pensador francés publica en español su controvertido ensayo ´Lo único exacto'
Madrid 28 ENE 2017 - 19:48 CET



Alain Finkielkraut, el pasado 26 de enero, en Madrid. ÁLVARO GARCÍA

El yihadismo avanza en su senda hacia la conquista del poder y el ulema Yusuf al-Qaradawi llama a la guerra santa. Un choque de civilizaciones estalla cada viernes en los suburbios de París. Olas de antisemitismo avanzan por los campos y las plazas de la dulce Francia y los papás judíos retiran a sus hijos de las escuelas temerosos del odio islamista. Los periódicos de la izquierda se callan entre asustados e interesados y prefieren el “fascismo” de Le Pen como chivo expiatorio. No estamos ante una distopía franco-francesa al estilo Houellebecq. Es la lista de obsesiones que alimenta la pluma del prestigioso pensador y ensayista Alain Finkielkraut (París, 1949), todas ellas y bastantes más reflejadas en las páginas de Lo único exacto (Alianza Editorial).

La nueva obra del autor de ensayos tan vitriólicos desde el punto de vista del análisis político y cultural como La identidad desdichada o La derrota del pensamiento volvió a hacerle merecedor de una acusación: la de ser el ideólogo en la sombra de la derecha identitaria francesa. La intelectualidad rive gauche lo ha venido tachando de reaccionario. Diarios como Le Monde o Libération y semanarios como L’Obs demolieron sus interpretaciones acerca de cuestiones como el avance islamista, la laicidad en la escuela pública, la integración o asimilación de los inmigrantes, la cuestión judía y el “antisemitismo de izquierdas” o lo que el autor considera “una pérdida de diversidad en Francia a manos de la homogeneización ideológica”.


Finkielkraut sostiene como tesis vertebradora del relato la imposibilidad de seguir analizando el mundo desde el plano histórico. Y a sus ojos, la dicotomía integración/asimilación cuando se habla de los inmigrantes y de su encaje en suelo francés –y en la identidad francesa: es la verdadera obsesión del autor- tiene que verse superada por la sincronización. “El filósofo marxista alemán Ernst Bloch habló en su libro Herencia de esta época de la no contemporaneidad de los contemporáneos. No vivimos todos la misma época. Y los yihadistas, los salafistas, los islamistas en general, viven en otra temporalidad histórica completamente distinta a la que estamos acostumbrados. Manejan otra agenda”.

El libro recoge 67 piezas escritas entre 2013 y 2015. Por ellas desfilan lo mismo una crítica sin freno al “esnobismo e infantilismo” de Quentin Tarantino en su película Django desencadenado, que un conmovedor retrato de Philip Roth en la fiesta de su 80 cumpleaños; o el lamento ante lo que el filósofo llama “el espíritu de penitencia” puesto en pie por el Estado francés tras los atentados yihadistas de París (“un espíritu que increíblemente convierte a las víctimas en culpables por aquello del ¿pero qué habremos hecho mal?”); o la falta de integración de los jóvenes inmigrantes de la Francia actual; o el surgimiento de “un nuevo fenómeno francés, el islamo-izquierdismo”.

"El Frente Nacional es temible pero no es fascista"




“Considero el Frente Nacional como un adversario, no quiero que llegue al poder ni que la señora Le Pen sea presidenta, su política económica me resulta sumamente inquietante, sus tropismos putinianos y trumpistas me parecen temibles… ¡la señora Le Pen fue a la Torre Trump y ni la recibieron, qué vergüenza!... pero no lo considero un peligro. Hace mucho tiempo que el FN dejó de ser un partido fascista, si es que alguna vez lo fue. Juega el juego democrático, gobierna en ciudades sin mucho escándalo y desde luego no quiere establecer una dictadura en Francia. Nunca votaré al FN pese a que entiendo el sentimiento de inseguridad cultural de muchos de quienes le votan. Lo mejor que pueden hacer los otros partidos contra el Frente Nacional es dar alternativas a la gente”.

El escritor parisiense tiene claro por qué levantan tanto resquemor en el arco político-mediático-intelectual de la izquierda sus denuncias de lo que llama “el nuevo malestar francés”. En una conversación con EL PAÍS en el Instituto Francés de Madrid, donde participó el jueves en La Noche de las Ideas, explica: “Lo que me achacan es haber escrito un libro en 2013, L’identité malheureuse (La identidad desdichada, editado en español por Alianza), donde defiendo el concepto de identidad francesa. También soy culpable de mis lazos con Israel. O sea, que como ve soy doblemente culpable. Soy un racista y defiendo cierta idea de mi país, lo que es un pecado. Y eso, ser el objetivo de los antirracistas es, para alguien que se llama como yo y que viene de donde yo vengo (el padre de Finkielkraut fue un judío polaco deportado a Auschwitz), terrible de verdad. Terrible e inesperado”.

Uno de los capítulos clave en su nuevo libro se titula El espíritu de penitencia, y es una de las claves para entender su (tremendamente discutible, como siempre en Finkielkraut) teoría del culpable y la víctima. Preguntado sobre si hay cierta dosis de masoquismo en esa búsqueda de culpables, contesta:

“Es muy curioso que usted utilice el concepto del masoquismo para hablar de esto. Hace años leí un artículo que Octavio Paz dedicó a Sartre tras la muerte de este. Decía que, en Sartre, el espíritu crítico había tomado la forma de un masoquismo moralizante. Sí: la izquierda ha sobrepasado la frontera que separa el espíritu crítico del masoquismo moralizante. Y en Francia eso se puso sobre todo de manifiesto en los días siguientes al atentado contra Charlie-Hebdo. Primero dijeron: ‘¡Es horrible!’. Y enseguida dijeron: ‘Bueno, pero es que hay gente a la que prácticamente hemos obligado a convertirse en terroristas”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/01/27/actualidad/1485543651_464357.html

Madrid 26 ENE 2017 - 23:47 CET
Alain Finkielkraut. Álvaro García

Decía Michel Foucault que la tarea de la filosofía no es otra que diagnosticar el presente. Y decía Charles Péguy: “Adelantarse, retrasarse, ¡cuánta inexactitud! Llegar a la hora es lo único exacto”. Coincidían, pues, en esa reivindicación furiosa del ahora frente a devaneos memoria listicos o arriesgadas predicciones de futuro. Y a ellos dos parece agarrarse intelectualmente como una lapa el pensador, ensayista y académico francés Alain Finkielkraut (París, 1949) en su libro Lo único exacto, que ahora llega en su versión en español editado por Alianza.

Finkielkraut ha visitado Madrid invitado por el Instituto Francés para participar en la segunda edición de La noche de las ideas. Se trata del capítulo español de una iniciativa multitudinaria e internacional que se inició el año pasado y que, esta vez bajo el título Un mundo en común, pretende analizar y debatir en numerosas ciudades y con la participación de destacados intelectuales y políticos, los actuales desafíos y problemas del planeta. El autor de ensayos controvertidos como La derrota del pensamiento o La identidad desdichada mantuvo ayer una conversación con el también pensador y ensayista Javier Gomá, director de la Fundación Juan March. Su título: ¿Qué futuro para la democracia? Posteriormente, otra mesa redonda reunió al exministro de Asuntos Exteriores socialista Miguel Ángel Moratinos con quien fuera su homólogo en el gobierno francés y secretario del Elíseo, Hubert Védrine.

El nuevo libro de Alain Finkielkraut en español llega dos años después de haber suscitado un auténtico volcán de crítica y diatriba en Francia, donde parte de la intelectualidad y de la crítica lo tachó de reaccionario por las ideas que sobre cuestiones como el islamismo, la laicidad, la integración o asimilación de los inmigrantes o la cuestión judía trata en estas páginas. “Conocí otra época, en la que el debate intelectual en Francia era vivo, tenso, pero no violento. Las listas negras han vuelto y la palabra reaccionario ha recobrado un interés que había perdido. La conversación intelectual ha adquirido una inusitada violencia en Francia”, asegura Finkielkraut, que en gran parte culpa de ello al “surgimiento de un neo progresismo brutal que considera que el peligro que acecha a mi país no es el nuevo e indudable antisemitismo que se está produciendo, sino simplemente el Frente Nacional”.

Por cierto, el profesor de Historia de las Ideas en la Universidad Politécnica de París cree que Marine Le Pen no será presidenta de Francia, “aunque sí llegará a la segunda vuelta de las presidenciales y quizá hasta gane la primera”. Considera como “un adversario” al Frente Nacional, dice no desear en absoluto que Le Pen presida el país pero no cree que el Frente Nacional sea “en absoluto” un partido fascista.

Por las 67 piezas recogidas en el libro, escritas entre 2013 y 2015, desfilan lo mismo la denuncia del Django desencadenado de Tarantino que un conmovedor retrato de Philip Roth a sus 80 años; el lamento ante lo que el filósofo llama “el espíritu de penitencia” puesto en pie por el Estado francés tras los atentados yihadistas (“un espíritu que increíblemente convierte a las víctimas en culpables por aquello del ¿pero qué habremos hecho mal?”), la falta de integración de los jóvenes inmigrantes de la Francia actual o las reflexiones sobre el “atolladero moral de Auschwitz”.

El autor considera que Francia, y el mundo en general, se encuentran inmersos en un “choque de civilizaciones” y que “un actor imprevisto ha entrado de lleno en nuestra historia: el Islam político”.

Y cree que “la Historia como ejercicio de memoria ya no nos sirve para analizar eso”. Finkielkraut, recurrentemente masacrado en lo dialéctico por casi todo el arco de la izquierda francesa y por medios como el diario Le Monde o el semanario L’Obs, denuncia además “el surgimiento de un nuevo fenómeno político en Francia, el islamo-izquierdismo”. Frente a eso, Finkielkraut parece sentirse mucho más confortable en el seno de una nueva tendencia intelectual de corte conservador, “pero no un conservadurismo que no es reaccionario ni racista, y que no quiere cambiar el mundo, sino salvar el mundo”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/01/26/actualidad/1485461021_814480.html

Europa... ¿seducción o rapto?

Un libro reúne ensayos de 18 autores sobre la crisis de identidad del viejo continente y sus problemas políticos y sociales
Madrid 21 ENE 2017 - 00:00 CET

Refugiados esperan un plato de comida en un almacén aduanero en Belgrado (Serbia). MARKO DJURICA REUTERS

Cosa de varios milenios ya, y seguimos sin estar seguros de la mayor. ¿Fue la pobre Europa seducida y llevada en volandas por el dios Zeus disfrazado de toro o la raptaron los malvados cretenses? El caso es que no hay evidencia demostrable –y lo menos que puede decirse a estas alturas es que nunca la habrá- acerca de cómo llego a Creta la bella fenicia. Cosas de la mitología, que no suele traer bajo el brazo escuadra y cartabón.

Así que, ante la duda y ante las dudas, el editor alemán afincado en Barcelona Raimund Herder tiró de los profesores y pensadores Miquel Seguró y Daniel Innerarity para tratar no de aclarar cosas en torno a lo que fue, es y puede que sea la vieja Europa, sino probablemente para embarullar un poco más la cuestión: la misión de cualquier editor de temas de ensayo que se precie, vaya. El resultado es el libro ¿Dónde vas, Europa? (Herder Editorial, 260 páginas), un contradictorio y enriquecedor crisol de opiniones, datos, lamentos, denuncias, esperanzas, alegrías y desencantos en torno al continente y, más concretamente, en torno a los procesos de integración y desintegración políticos, económicos, sociales y culturales. Procesos de seducción y rapto, en suma.

La nómina de los firmantes coordinados por los editores del libro es tan heterodoxa como las propias opiniones reflejadas. Profesores y catedráticos de filosofía (Marina Garcés, Roberto Esposito, Manuel Cruz, Daniel Gamper, Daniel Innerarity, Santiago Zabala, Victoria Camps, Francesc Torralba, Yves Charles Zarka…), expertos en pensamiento político (Ramón Cotarelo), sociólogos como Anthony Giddens o Eva Illouz, ensayistas y columnistas (Josep Ramoneda), pensadores de rango internacional como Slavoj Zizek o Gianni Vattimo y hasta religiosos como el todopoderoso cardenal Gianfranco Ravasi…

Uno se zambulle en este libro-chequeo y el diagnóstico del paciente no es bueno.
Hubo y hay mucho de seducción, sí, en aquella vieja señora cuyas fronteras geopolíticas se remontan a 1453, cuando los turcos tomaron Constantinopla: un cúmulo de valores que hablan de tolerancia, humanismo, progreso y preocupación social. Pero también hay rapto: el de una Europa víctima de sus dudas, sus vacilaciones, sus propios intereses y sus complejos. A sangre y fuego se hizo la historia europea, hasta que un puñado de políticos visionarios como Schuman, Monnet, De Gasperi o Adenauer decidieron que no podía reeditarse nunca más semejante selva de tumbas. Y así ha sido, de hecho.

Por encima de la impotencia de las desigualdades sociales (el déficit social es el gran fantasma que recorre hoy Europa, a juicio de Daniel Innerarity), de la crisis de los refugiados o de la cobardía continental a la hora de estampar su firma como garante de los más desfavorecidos y de su impotencia en el intento de un tú a tú con Estados Unidos o China, es cierto que Auschwitz y Verdún quedan lejos. No se han repetido y salvo apocalipsis improbable, no se repetirán. No hay guerras en Europa, sí conflictos locales, pero no guerras. Y el continente sigue siendo La Meca para millones de aspirantes (incluso musulmanes) a algo tan excesivo como una relativa dignidad.

De profunda crisis de identidad europea hablan algunos de los colaboradores de este ensayo colectivo, “Europa está bajo mínimos, parece ir a la deriva, hacer aguas por todas partes y necesitar con urgencia pasar por el diván”, sostiene Miquel Seguró, investigador de la Cátedra Ethos de la Universitat Ramón Llull, que alude al Brexit y a la crisis de la deuda en Grecia como exponentes de la “poca consistencia ideológica del proyecto común”. También el escritor y catedrático Ramón Cotarelo se refiere al resultado del referéndum británico y a la salida de la UE por parte de Reino Unido: “Un aspecto importante del actual proceso de unificación del continente es que la hipótesis de la separación voluntaria o forzosa de un miembro no estaba prevista en los tratados (…) El resultado del referéndum inglés hizo añicos la autocomplacencia europea y la confrontó con su realidad” .

Cotarelo, además, apuesta por la Europa de las regiones más que por la Europa de los estados. ¿El motivo?: “Que una ojeada al funcionamiento real de la UE muestra a primera vista una desigualdad en la influencia política de los Estados, lo que refleja otra desigualdad de carácter económico y social”.

El sociólogo británico Anthony Giddens, ex asesor de Tony Blair, ideólogo de la Tercera Vía y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2002, denuncia sin piedad en el libro (en un texto cedido para la ocasión y escrito antes del Brexit) lo que considera una mezcla de torpeza e intereses políticos en la persona de David Cameron a la hora de convocar el referéndum para la salida o permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. “Si Gran Bretaña queda fuera de la UE”, escribía Giddens, “Estados Unidos empezará a pasarla por alto, al igual que otros estados relevantes del mundo”.

El rapto de Europa… Una Unión Europea raptada a la realidad política si no se llega a una verdadera política exterior común: es la idea que parece sugerir en su contribución (Europa hacia el exterior) Javier Solana, exministro socialista y exsecretario general del Consejo de la UE y de la OTAN. Amenazas y riesgos como el ciberriesgo o el terrorismo transnacional llevan a Solana a desconfiar de las soberanías nacionales individuales como vehículo de respuesta eficaz. “Aunque a algunos no les guste, el mundo es irremediablemente global”, escribe Javier Solana, que lamenta la respuesta “descoordinada y decepcionante” dada por la Unión Europea a la crisis de los refugiados.

Slavoj Zizek y los refugiados: los "otros"

 

No suele morderse ni la lengua ni la pluma el pensador y ensayista esloveno Slavoj Zizek. Y no lo hace en ¿Qué dice sobre Europa nuestro miedo a los refugiados?, su contribución al volumen colectivo. Zizek viene a lamentar a las claras el estado de Europa, y denuncia la hipocresía continental para con el otro en general y los refugiados e inmigrantes en particular. Partiendo de la visión lacaniana sobre el carácter patológico de los celos, el autor de La nueva lucha de clases. Los refugiados y el terror se retrotrae al odio nazi contra los judíos: una patología pura y dura. Pero también define como tal “el miedo creciente que despiertan en Europa los refugiados y los inmigrantes: Un discurso paranoico que dice más sobre nosotros, los europeos, que sobre los inmigrantes”. Y a partir de ahí denuncia por igual lo que considera sendos ejercicios de hipocresía: tanto “la atmosfera de miedo y de lucha contra la islamización de Europa”… como “la idealización humanitaria de los refugiados y la auto culpabilización humanitaria”.

 El diagnóstico de Zizek es, como suele, feroz: "La cuestión", escribe, "no es reconocernos en los extranjeros, sino reconocer al extranjero que hay en nosotros -en ello reside la dimensión más íntima de la modernidad europea-. El reconocimiento de que todos nosotros somos, cada uno a nuestra manera, unos lunáticos extraños es la única esperanza de que pueda existir una coexistencia tolerable de diferentes estilos de vida".

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/01/20/actualidad/1484934237_304676.html


miércoles, 25 de enero de 2017

Ayn Rand

Ayn Rand



Nace como Alisa Rosenbaum en San Petersburgo en 1905
Escritora ruso-estadounidense que murió hace 30 años sigue vendiendo cientos de miles de libros al año, y esta semana uno de sus antiguos devotos, Paul Ryan, se convirtió en compañero de fórmula de Mitt Romney en la elección presidencial de EE.UU.. ¿Por qué es Ayn Rand y su obra más famosa, La rebelión de Atlas, tan popular?

La novela de 1.200 páginas fue criticada extensamente cuando se publicó hace 55 años.Sin embargo, pocas novelas han tenido un impacto tan duradero como La rebelión de Atlas, una alegoría distópica en la que los capitanes de la industria luchan contra las regulaciones asfixiantes y un gobierno omnipotente que cierra la producción, llevando a la economía mundial al borde del desastre.

La Filosofía de Rand, que ella llamó objetivismo, golpeó directamente los ideales norte americanos de la libertad, el trabajo duro y el individualismo. En novelas como La rebelión de Atlas, y su libro de no-ficción Las virtudes del egoísmo, Rand abogaba por la supresión de los controles religiosos o políticos que obstaculizan la búsqueda del propio interés.


Según explicó en una entrevista televisiva 1959: "Yo soy ante todo la creadora de un nuevo código de moralidad que hasta ahora se creía imposible - a saber, una moral que no se basa en la fe y ni en la emoción, ni en edictos arbitrarios, místicos o sociales, sino en la razón. "
 
Ella creía que, el "más alto propósito moral del hombre es el logro de su propia felicidad, y que no se debe obligar a los demás, ni aceptar su derecho a obligarlo, que cada hombre debe vivir como un fin en sí mismo y seguir su propio interés propio racional ".

Entre sus principios sostenía que el hombre debe elegir sus valores y sus acciones mediante la razón, que cada individuo tiene derecho a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí, y que nadie tiene derecho a obtener valores provenientes de otros recurriendo a la fuerza física.

Rand defendía el egoísmo racional, el individualismo, y el capitalismo laissez faire, argumentando que es el único sistema económico que le permite al ser humano vivir como ser humano, es decir, haciendo uso de su facultad de razonar. En consecuencia, rechazaba absolutamente el socialismo, el altruismo y la religión.

La rebelión de Atlas es su magnum opus, ambientada en un futuro americano sin fecha, a pesar de que es una reminiscencia de la década de 1950. La huelga de los magnates millonarios es orquestada por una imagen de Cristo-como John Galt, que hacia el final de la novela hace un discurso de 60 páginas que le tomo a Rand dos años para escribirlo.

El tema básico de la novela es, en palabras de la propia autora, “no sobre el asesinato del cuerpo de un hombre, sino sobre el asesinato – y el renacimiento – del espíritu humano”, es una historia profundamente filosófica y alegórica.

La novela, que trata diversos temas que abarcan desde el amor hasta economía y política, tiene un profundo contenido filosófico, y su influencia en quien la lee es tal, que muchas personas afirman haber sufrido un profundo cambio radical en sus vidas después de leerla. La influencia de este libro va más allá de la estricta influencia de la filosofía objetivista.



Referencia


Referencia 2

martes, 24 de enero de 2017

EEUU cancelo su participación en el TTP

EEUU cancelo su participación en el TTP


El TPP (Trans Pacific Pact) fue firmado por el Perú el 5 de octubre del 2015. Firmo el tratado: Ollanta Humala.
EEUU. Cancelo su participación en el tratado hoy 23 de enero del 2017, va a revisar el TLCAN y el NAFTA, que afecta a Canadá y a México.
Ambos tratados no obstante contar con muchas críticas, pues son nocivos para las partes, fueron firmados en medio de oposición.

Interesante para tomar nota. Hoy EE.UU. Cancela su participación cuando desea y sin pedirle opinión a nadie.

 
Seguramente también denunciará el tratado con Europa: El TTIP. EL TTIP blinda a las multinacionales.


Link a mi blog

http://percyacunnavigil.blogspot.pe/2015/07/el-parlamento-europeo-aprueba-una.html

Aquí la prensa no le da cabida a esta noticia. La información es casi marginal. Nadie pide explicaciones de ningún tipo.
Como colofón nadie se atreve a hacer lo mismo.
 

TPP Transpacific pact.   APEC: Asia Pacific Economic cooperation Forum

Después de tres años de conversaciones, la Administración de Barack Obama está dando un último impulso para cerrar antes de final de año un ambicioso tratado de libre comercio que incluiría a 12 países de la región Asia-Pacífico. El pacto, denominado Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, en sus siglas en inglés), afectaría a una zona que representa casi el 40% de la economía mundial, alrededor de un tercio del comercio y tiene una población de 800 millones de personas.
 
El presidente estadounidense esperaba limar diferencias personalmente sobre el tratado con los líderes de los otros países en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en sus siglas en inglés) que se celebra esta semana en la isla indonesia de Bali. Pero el bloqueo presupuestario que ha paralizado la administración estadounidense y podría dar lugar a mediados de mes a la suspensión de pagos obligó a Obama a cancelar en el último momento su participación en la cita asiática. En su lugar, el peso de las negociaciones lo lleva el secretario de Estado, John Kerry.
 
Funcionarios norteamericanos han asegurado que el pacto podría no eliminar todos los aranceles entre los 12 países (Estados Unidos, Japón, Canadá, México, Australia, Nueva Zelanda, Perú, Chile, Vietnam, Malasia, Singapur y Brunei).
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/07/actualidad/1381149923_950160.html
 
 EEUU y 11 países del Pacífico han pactado liberalizar sus mercados tras cinco años de negociación. El acuerdo representa la creación de un espacio que englobaría el 40% de la actividad económica mundial. Además de EEUU y Japón, el tratado incluye a dos países oceánicos (Australia y Nueva Zelanda), cuatro americanos (Canadá, México, Chile y Perú) y cuatro asiáticos (Vietnam, Malasia, Singapur y Brunéi)
 
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/07/actualidad/1381149923_950160.html
 
Washington ha defendido con ahínco el acuerdo transpacífico con el argumento de que se crean 5.000 puestos de trabajo en Estados Unidos por cada 1.000 millones de dólares de exportaciones adicionales, y ha advertido que podría buscar la exclusión de algunos de los otros 11 países contemplados si es necesario para lograr un pacto a tiempo. Podrían unirse en una segunda fase.
Pone en riesgo vidas
 
Este acuerdo no se limita únicamente al área económica. Toca varios sectores, entre ellos la salud. El TPP pretende beneficiar a las grandes farmacéuticas porque impide que los laboratorios de genéricos tengan el permiso para vender medicamentos para el VIH, cáncer y vacunas que sean más baratos pero igual de buenos. Es decir, sólo podremos comprar medicinas si tenemos dinero suficiente para comprar las de patente. Si no, hay que esperar ocho años, aunque en México el 84% de los medicamentos son genéricos. Esto es una violación a nuestros derechos, si de por sí el sistema de salud en México deja mucho que desear, medidas como éstas sólo empeoran la situación haciendo que millones de personas no puedan recibir las medicinas que necesitan.
 
Incluso organizaciones como Médicos Sin Fronteras han declarado que es “el tratado más dañino en términos de acceso a medicinas en los países sub-desarrollados.”
 
EEUU. Cancelo su participación en el tratado hoy 23 de enero del 2017, va a revisar el TLCAN y el NAFTA.
 
Interesante para tomar nota. Cancela su participación cuando desea y sin pedirle opinión a nadie.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en inglés North American Free Trade Agreement (NAFTA) y en francés Accord de libre-échange nord-américain (ALÉNA), es un acuerdo regional entre los gobiernos de Canadá, de los Estados Unidos y de México para crear una zona de libre comercio, con un costo reducido para el intercambio de bienes entre los tres países.

El NAFTA es un tratado en virtud del derecho internacional. Bajo las leyes de los Estados Unidos se clasifica mejor como un acuerdo del Congreso ejecutivo, lo que refleja un sentido peculiar del término "tratado" en el derecho constitucional de los Estados Unidos de que no vaya seguida por el derecho internacional o las leyes de otros estados.
 
Argumentan que Canadá y México se convirtieron en "colonias" de los EE.UU., que aumento la pobreza en México y agravó el desempleo en los EE.UU. Hacer el dólar la única moneda en las transacciones comerciales entre los socios del NAFTA implico una seria resistencia por parte de la sociedad mexicana e incluso por ciertos sectores del gobierno donde existía el miedo a la pérdida de la identidad nacional.
 
Desde su implementación en 1994, el TLCAN no ha dejado de estar en el centro de la controversia.
 
Según diferentes análisis el nivel de pobreza extrema de México subió rápidamente desde la implantación del acuerdo en 1994, pasando de un 16% a un 28% solo en los primeros cinco años. 5 millones de campesinos tuvieron que abandonar sus tierras, elevando el desempleo urbano en México y aumentando la migración de campesinos a EEUU, generando presiones políticas en el gobierno de EEUU y muchas críticas al gobierno de México

martes, 17 de enero de 2017

En Davos, el encuentro de un mundo al revés.

China desembarca en Davos dispuesta a consolidar su poder frente a Trump.
Pekín negoció que el presidente Xi Jinping inaugure este martes el Foro Económico Mundial

Davos (Suiza) 17 ENE 2017 - 07:07 CET   

El presidente chino, Xi Jinping, inaugura este martes el Foro Económico Mundial (WEF en sus siglas inglesas) de 2017 en la estación suiza de Davos. No será solo una deferencia de la organización hacia el primer presidente chino que acude a la reunión anual por excelencia del capitalismo global. Es una intervención largamente negociada y pergeñada para hacerla coincidir, por expreso deseo de Pekín, con la semana de la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos. Xi llega a Davos dispuesto a consolidar el papel de China en la economía mundial y su propio liderazgo de cara al congreso que el Partido Comunista celebra en otoño.


En Davos, el encuentro de un mundo al revés
 

El Foro Económico Mundial, que se inaugura hoy, contara por primera vez, con la asistencia del presidente de China, Xi Jinping.

EL MUNDO | 17/01/2017 a las 6:40 • Actualización 17/01/2017 a las 9:23 |

La edición 2017 del Foro Económico Mundial se abre el martes en Davos, en los Alpes suizos, en un día muy particular: se trata simplemente de un mundo al revés que será cuestionado toda la semana.

Esta semana comenzó con un muy inquietante Donald Trump quien expuso a dos periódicos europeos su desdén por la OTAN, por la Unión Europea y la canciller alemana. El mismo hombre será al final de la semana será reconocido como el 45º presidente de los Estados Unidos. Para entonces, la primer ministro británico, Theresa May, ha explicado este martes a sus conciudadanos, cómo pretende organizar el retiro de su país de la UE. Dos días después, el jueves, llegará a Davos y se presentará a una audiencia internacional con los términos de su plan, sin precedentes.

Habiendo comprendido bastante temprano que habría este año un tipo de vacío del poder en Davos, entre dos administraciones americanas, la saliente y la nueva, que tendrá lugar de un modo lleno de acontecimientos, los chinos decidieron llenar el vacío de forma masiva, no sólo el Foro alberga una gran delegación china, sino que está dirigido por el propio Presidente Xi Jinping.



A quién representa el foro de DAVOS


Cuanto cuesta participar en el foro de Davos

Participar del Foro de Davos y codearse con los máximos líderes del mundo político y corporativo tiene su precio. Para quienes quieren participar del evento, y no son invitados oficiales (como sucede con los mandatarios o ministros), el ticket de entrada arranca en los 20.000 francos suizos (unos 19.800 dólares), pero puede llegar a más de 120.000 francos (118.600 dólares) en el caso de los participantes de categoría "diamante". Claro, cuanto más se paga, más acceso se tiene a las conferencias y eventos privados que se desarrollan en paralelo. La diferenciación es evidente en la credencial. En otra categoría incluso superior están las empresas que participan como sponsors o socias del evento. Ahí, las sumas son millonarias.
Le Monde diplomatique
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Davos. Historia:

Cada año desde 1970, en el corazón del invierno, los principales culpables del mundo - jefes de estado, los banqueros, los financieros, los propietarios de las empresas transnacionales - se encuentran en Davos, una pequeña ciudad suiza, para hacer un balance de los progresos la economía de mercado, el libre comercio y la desregulación. Nombramiento de los nuevos amos del mundo, el Foro Económico de Davos ha convertido indiscutiblemente en el centro del  hiper-liberalismo, la capital de la globalización y el núcleo principal del pensamiento único.

Los dos mil líderes mundiales que se reunieron este año han confirmado, por tanto, ritualmente la necesidad de luchar contra la inflación, reducir los déficits presupuestarios, a seguir una política monetaria restrictiva, fomentar la flexibilidad laboral, desmantelar el estado de bienestar y estimular la libre -Trade. Estos príncipes azules prometían el mundo un futuro brillante; Se promociona la creciente apertura de los países en el comercio mundial; los esfuerzos del gobierno para reducir el déficit, el gasto y los impuestos; aplaudido a la privatización; y destacó las virtudes del ahorro. Según ellos, no hay alternativa política o económica; mercado de ganado impulsado por Internet, el planeta vive en una forma  el final de la historia.

La competición se mantiene en sus ojos, la única fuerza motriz, "Que sea un individuo, una empresa o un país - dijo, por ejemplo, Helmut Maucher, jefe de Nestlé - la cosa importante para sobrevivir en este mundo ha de ser más competitivos que su vecino. "Y ay del gobierno que no sigue esta línea:

Los mercados le castigarían inmediatamente - advirtió Hans Tietmeyer, presidente del Bundesbank - porque los políticos están ahora bajo el control de los mercados financieros. "Como puso de manifiesto en Davos, el Sr. Marc Blondel, secretario general del sindicato Fuerza Obrera francés:" 

Los gobiernos son, a lo sumo, un subcontratista de la empresa. El contrato regula. El gobierno administra (1). "

Los acentos triunfalistas no han fallado. Bill Gates, presidente de Microsoft, anunció que la supremacía de Estados Unidos aumentaría: "Las nuevas tecnologías son estadounidenses; Por lo tanto, somos nosotros los que se aprovechan de la explosión del mercado! "Y el Sr. Raymond Barre, ex primer ministro francés, pregonó:" El mundo ha entrado en una larga fase de crecimiento; Ahora, el capital irradia a todo el planeta. "

Sin embargo, por primera vez en esta reunión de las élites, sentimos cierta duda, una preocupación, una sensación de euforia termina con precisión. A este respecto, la revuelta francesa en diciembre de 1995 sirvió rebato. Profesor Klaus Schwab, fundador del Foro de Davos, tiene mismo hizo la primera advertencia: "La globalización está entrando en una fase muy crítica. La reacción se deja sentir cada vez más. Se teme que tiene un fuerte impacto negativo sobre la economía y la estabilidad política de muchos países (2). "

Otros expertos fueron aún más pesimistas en su  conclusión. Así la Sra Rosabeth Moss Kanter, ex directora de la Harvard Business Review y autor de La Clase Mundial, advirtió: "Debemos construir confianza entre los empleados, y organizar la cooperación entre empresas, de forma que las comunidades locales ciudades y regiones se beneficien de la globalización. De lo contrario seremos testigos del resurgimiento de los movimientos sociales, como nunca hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial (3). "También es un gran temor del señor Percy Barnevik, jefe de Asea Brown Boveri (ABB), una de las principales compañías de energía, que se lanzó este grito de advertencia:" Si las empresas no cumplen con los retos la pobreza y el desempleo aumentará las tensiones entre los que tienen y los que no tienen, y habrá un aumento considerable en el terrorismo y la violencia. "

Esta preocupación se está extendiendo incluso en los círculos más liberales adquiridos. El Sr. Bill Bradley, el senador (demócrata) de los Estados Unidos, reveló que, debido a la furia competitiva actual de la precariedad del empleo y los salarios más bajos, "la clase media de Estados Unidos viven más tiempo peor, y debe trabajar más para mantener su nivel de vida ". Por lo tanto Newsweek hace poco no ha dudado en denunciar el "capitalismo asesino" (el capitalismo asesino), clavándolo en la picota los doce grandes jefes que en los últimos años han disparado por sí sola más de 363 000 empleados! "Hubo un momento en el despido masivo que fue una desgracia, una desgracia. Hoy en día, más concesionarios son, más la Bolsa está satisfecha ... ", acusa el periódico, también, teme una reacción violenta (4).

"La globalización está creando en nuestras democracias industriales, una especie de subclase de personas desmoralizadas y empobrecidos (5). "¿Quién dice eso? Un sindicalista excitado? Un marxista arcaico? No, sólo el ministro de Trabajo corriente de Estados Unidos, Robert Reich. Se trata de exigir que las empresas habiendo fallado en su deber cívico al reducir el número de sus empleados son castigados, obligado a pagar una tasa adicional.

El sentido común hace prevalecer? ¿Como tenemos finalmente que admitir que sin desarrollo social no puede haber desarrollo económico satisfactorio?.  ¿Y podemos construir una economía fuerte en una sociedad en ruinas?

(1) La Lettre A, 15 février 1996.
(2) International Herald Tribune, 2 février 1996.
(3) Le Nouvel Economiste, 9 février 1996.
(4) Newsweek, 26 février 1996.
(5) The Economist, 10 février 1996.

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