jueves, 2 de agosto de 2012

Chantal Mouffe: En torno al concepto de lo político

Chantal Mouffe

En torno a lo político, Mouffe analiza un conjunto actual de distorsiones y deformaciones que este concepto  de lo político sufre en manos de un conjunto de teóricos contemporáneos [1] .

En Rawls y Habermas, la autora ve  ejemplos característicos del hecho, notado ya por C. Schmitt, de que la teoría liberal es básicamente una teoría moral o una teoría económica de la competencia en el mercado, pero en ambos casos un marco hostil a la política como acción colectiva.

Pero aquí los focos de la crítica no son filósofos, sino más bien cientistas políticos y sociólogos de  influencia como Ulrich Beck, Anthony Giddens, David Held y Toni Negri. Mencionar estos nombres hace evidente que el texto de Chantal Mouffe cuestiona el Zeitgeist del actual pensamiento de cierta izquierda: el fin de la ideología y la política, el cosmopolitismo, la sociedad del riesgo, el imperio y otros tópicos que son materia de varios analistas actuales.

Respecto de Antonio Negri, la autora parte por preguntarse cómo es posible explicar el éxito de un libro tan defectuoso como Imperio en el que el tono mesiánico va en paralelo con la inexactitud de los análisis de las distintas esferas de la sociedad, tal como subrayan la mayoría de los críticos.

Mouffe somete a una crítica fundada la sustentación teórica de muchas de las modas intelectuales del día y en ese sentido, es un ejemplo de teoría crítica que me parece especialmente recomendable.

Antonio Negri

Antonio Negri (1933) es un filósofo pos marxista italiano. Si bien es conocido mayormente a partir de su obra Imperio (2000), coescrita con Michael Hardt, es autor de varios libros, en los cuales plantea interpretaciones respecto a la obra de Karl Marx o de Baruch de Spinoza.

La obra de Negri, intenta revisar críticamente algunas de las principales corrientes intelectuales de la segunda mitad del siglo XX, poniéndolas al servicio de un nuevo análisis del capitalismo. Recogiendo la lección de Michel Foucault y sus análisis sobre el biopoder, así como los aportes del esquizoanálisis de Gilles Deleuze y Félix Guattari, durante la década de 1980, Negri reformulará sus planes de investigación y de pensamiento elaborando las bases de la definición de una nueva figura del trabajo de Marx, adecuada en un sentido ontológico a las nuevas dimensiones completamente sociales de la producción, la cooperación y el poder de mando. Esta figura, prospectiva y estratégica, además de conceptual, es la multitud.

Las tesis central de su obra Imperio, según la cual el Estado-nación ha perdido su papel central como formación política primaria para dejar lugar, a un mecanismo global de poder difuso y descentralizado, denominado precisamente Imperio. En la obra, los actores ocultos que han impulsado esas transformaciones del poder y la soberanía han sido las luchas obreras y de los sujetos postcoloniales, las dimensiones transestatales de la producción y el conflicto en las dimensiones del mercado mundial han conducido a un "interregno", esto es, a un ámbito en red del poder mundial, el Imperio, justamente, en el que distintos actores [2]  dan forma tendencia a una constitución imperial, basada en un poder en red. Sus tesis han suscitado polémicas, particularmente a partir del rol adoptado por los Estados Unidos a partir del 11-S.

Entre sus obras anteriores, se encuentran La anomalía salvaje (1982), donde plantea una interpretación original sobre la figura de Baruch de Spinoza, y Marx más allá de Marx (1996), una serie de lecciones sobre los Grundrisse [3], el cuerpo de manuscritos que Karl Marx escribió como preparación para El Capital.

En el 2005 manifestó una impopular posición dentro de la izquierda radical europea defendiendo el SÍ en el referéndum de la Constitución Europea en diversos artículos y entrevistas, participando asimismo, junto a Daniel Cohn-Bendit en un acto del partido socialista francés en favor del sí en el referéndum francés. Negri consideró que la Constitución Europea era positiva para disminuir el peso de los Estados-nación y para aumentar el peso de Europa. Puede encontrarse una defensa de Europa en su libro Europa y el Imperio [4].

Estas plantean la cuestión de la “identidad europea”. La conciencia misma de un destino político común y una perspectiva convincente de un futuro común podrá hacer desistir a las minorías derrotadas de obstruir la voluntad mayoritaria. Habermas sobre este debate señala que el balance logrado en la modernidad entre los tres grandes medios de integración social está en peligro, se refiere a la libertad, la dignidad y la solidaridad, en virtud de que mercados y gobiernos excluyen a la solidaridad social de cada vez más ámbitos de la vida [5]

Danilo Zolo

Danilo Zolo[6]  hace suyo también el argumento de la crisis de la ciencia política y muestra su declive en confrontación con la filosofía política y propone el diálogo entre ambas maneras de aproximarse a lo político.

Por “ciencia política” se entiende hoy, como la aproximación disciplinaria a los problemas de la política que tiene su origen en la “revolución conductista”, afirmada en Estados Unidos durante las dos décadas posteriores a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial.

En contraposición a esta noción específica de “ciencia política”, se emplea la expresión “filosofía política” para indicar aquella forma más tradicional de reflexionar sobre el fenómeno político que se remite a los clásicos del pensamiento político occidental, de Aristóteles a Platón, Maquiavelo, Hobbes, Locke, Marx.

Su obra se centra especialmente en las deficiencias teóricas de la ciencia política, en la desacreditación de la democracia representativa y en los riesgos que supondrían un gobierno mundial y una legislación universal. También destacan sus análisis sobre los nuevos modelos de guerra amparados por filosofías morales universalistas, tanto las expresamente religiosas como las presuntamente laicas.

El pensamiento de Zolo se enmarca en la línea del convencionalismo continental [7], al que él mismo ha contribuido de forma original y relevante, encabezando una línea alternativa al naturalismo metafísico en tanto que continuadora legítima, pero especialmente crítica, de dicha tradición. Al respecto ha elaborado una epistemología reflexiva basada principalmente en las ideas de complejidad y circularidad [8]. [Epistemología]

Zolo sostiene que la labor del conocimiento es reducir la complejidad del ambiente y de allí que considere que la mejor explicación siempre sea aquella que con menos contra fácticos nos comprometa. En este aspecto mantiene tesis similares al naturalismo de filósofos contemporáneos como Willard Quine. Partiendo de la idea según la cual el conocimiento siempre es autorreferencial en tanto que nuestras ideas remiten a coordenadas simbólicas de tipo socio histórico, que a su vez son consubstanciales a todo acto cognoscitivo, considera que las diferencias entre las llamadas ciencias naturales y ciencias del espíritu y la dicotomía entre el lenguaje técnico y el lenguaje ordinario a lo sumo son de carácter cuantitativo, en absoluto cualitativo.

Sus tesis se basan en que no hay conocimiento al margen de prácticas sociales e intereses concretos ni tampoco hay lenguaje (incluyendo los formales y científicos) que esté exento de ambigüedad y folklore, por lo que las pretensiones de establecer teorías puras o supremacías ontológicas entre distintos discursos, así como la suposiciones de un conocimiento neutral o de un mundo objetivo, deben entenderse como residuos escolásticos basados en continuos recursos ad hoc.
Zolo también es un firme crítico del posmodernismo, al que considera una moda pasajera, inconsistente e ineficiente para el análisis.

Las tesis epistemológicas de Zolo le sirven de punto cardinal en sus reflexiones políticas, desmarcándose así tanto del ensayismo al uso como del pragmatismo y del moralismo de la filosofía política hegemónica. Reconociéndose en la tradición realista de la política (Maquiavelo, Hobbes, Karl Marx, Max Weber, Schumpeter, etc.), ha presentado en las últimas décadas una de las críticas más consistentes contra el globalismo jurídico de inspiración kantiana [9].

Para ello ha ido desarrollado hasta la fecha conceptos como los de pacifismo débil, pluriverso o terrorismo humanitario, argumentando que las fórmulas kelsenianas de Peace through Law, respaldadas por Habermas y gran parte de filósofos y juristas académicos, sirven de coartada a un imperialismo bienintencionado pero de nefastas consecuencias tanto para las diferentes poblaciones civiles como para la estabilidad del orden internacional. [Kelsen, Hans. Peace Through Law. Chapel Hill: The University of North Carolina Press, 1944.]

No obstante Zolo identifica esta propuesta en la tradición vetero-cristiana [10] en tanto que legitima prácticas explícitamente políticas basadas en intuiciones de tipo escolástico (bien universal, neutralidad, cognitivismo moral, etc.) sin tener presente las demandas explícitas de sus posibles afectados. Estas y otras tesis relacionadas (especialmente aquella según la cual la globalización tiene un inevitable centro político) las ha confrontado en público con autores tan distintos como Ülrich Beck o Antonio Negri, de quienes ha cuestionado sus nociones respectivas de sociedad civil y multitud por ser vacuas y dudosamente operatorias [11].

A propósito ha propuesto reiteradamente que la única alternativa para posibilitar un horizonte democrático dadas las circunstancias socioeconómicas y políticas actuales es la de establecer un sistema neo westfaliano [12]. Es un activo defensor de los valores mediterráneos, de las minorías étnicas y de la escuela de relaciones internacionales todo lo cual le ha llevado a alejarse del realismo de autores conservadores como Reinhold Niebuhr, Hans Morgenthau o Giovanni Sartori [13].

Referencias 
[1] Chantal Mouffe: En torno a lo político. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2007, 152 páginas.
[2] Monárquicos, como es el caso de los EE. UU.; aristocráticos, como algunos Estados-nación y las grandes corporaciones multinacionales, y democráticos, como es el caso de las ONGs, los medios de comunicación de masas.
[3] Los Grundrisse fundamentales para la crítica de la economía política son una recopilación de anotaciones de Karl Marx, completada entre 1857-1858, que pueden considerarse borradores de su obra, El capital.
Los Grundrisse también pueden considerarse como textos complementarios a El capital, ya que en estos Marx alcanzó a desarrollar concepciones y elementos que quedaron fuera de esa obra.
AAVV (Org. LEVY, Daniel), Old Europe, New Europe, Core Europe – Transatlantic Relations After the Iraq War, Ed. Verso, London, 2005.
[4] La producción biopolítica. Michael Hart - Tony Negri
     Negri, Toni (1989) Fin de siglo. Barcelona: Paidós.
[5]  J. Habermas y J. Ratzinger, Entre razón y religión: dialéctica de la secularización, FCE, 2008.
Jürgen HABERMAS (& Jacques DERRIDA), extrets de «Europa: en defensa de una política exterior común» (articulo publicado en El País).
[6] Filósofo y jurista italiano, Catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad de Florencia y en diversas universidades anglosajonas. Su pensamiento, de carácter interdisciplinar, abarca desde la epistemología a la filosofía política y las relaciones internacionales.
[7] Pierre Duhem, Henri Poincaré, Otto Neurath, Abel Rey, Ludwik Fleck, etc.
[8]Discutidas con sociólogos como Niklas Luhmann y biólogos como Humberto Maturana, de quienes ha cuestionado su uso acrítico de la noción de autopoiesis. Naturalismo Metafísico .
[9] Crítica del Globalismo jurídico 
[10] La Iglesia Católica Antigua o Veterocatólica es un grupo de iglesias cristianas que se separó de la Iglesia Católica en el siglo XIX y cuyos integrantes son llamados viejos católicos. Fue organizada en 1871, cuando muchos intelectuales católicos de Austria, Suiza, Polonia y Alemania rechazaron la decisión del Concilio Vaticano I (1869-1870) que formuló la doctrina de la infalibilidad papal
[11] Revista de filosofía
    Jura Gentium. Revista de filosofía del derecho internacional y de la política global" es una publicación en línea registrada. La revista es la expresión directa del centro de investigación Jura Gentium, Centro de filosofía del derecho internacional y de la política global.
Manifiesto teórico:
Dialogo: Antonio Negri  - Danilo Zolo
[12] A inicios del siglo XXI, estamos presenciando una transición del clásico orden mundial westfaliano (basado en estados soberanos), a un orden mundial, donde las regiones del mundo y sus organizaciones, tales como la Unión Europea, la Unión Africana, MERCOSUR, la Liga de Estados árabes entre otras, cercanas a estados, están jugando un papel central en la gobernabilidad global.
[13] La tragedia de la ciencia política
       Danilo Zolo: 


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