Semántica
El término semántica se refiere al estudio de diversos aspectos del significado, del sentido y o interpretación de signos lingüísticos como símbolos, palabras, expresiones o representaciones formales.
En principio las expresiones del lenguaje formal o de una lengua natural admiten algún tipo de correspondencia con situaciones o conjuntos de cosas que se encuentran en el mundo físico o abstracto que puede ser descrito por dicho medio de expresión.
La semántica puede estudiarse desde diferentes puntos de vista:
- Semántica lingüística, trata de la codificación y decodificación de los contenidos semánticos en las estructuras lingüísticas. Estudia la estructura de las formas léxicas, la estructura de las expresiones y su relación con sus referentes, así como los mecanismos mentales por los cuales los individuos atribuyen significados a las expresiones lingüísticas. Asimismo, estudia el cambio de significado o cambio semántico (semántica histórica).
- Semántica lógica, desarrolla una serie de problemas lógicos de significación, estudia la relación entre el signo lingüístico y la realidad. Las condiciones necesarias para que un signo pueda aplicarse a un objeto, y las reglas que aseguran una significación exacta.
- Semántica en ciencias cognitivas, intenta explicar por qué nos comunicamos, y cuál es el mecanismo psíquico que se establece entre hablante y oyente durante este proceso.
Semántica lingüística
La lingüística es la disciplina donde originalmente se introdujo el concepto de semántica. La semántica lingüística es el estudio del significado de las palabras de un lenguaje. La semántica lingüística contrasta con otros dos aspectos que intervienen en una expresión con significado: la sintaxis y la pragmática.
La semántica es el estudio del significado atribuible a expresiones sintácticamente bien formadas. La sintaxis estudia solo las reglas y principios sobre cómo construir expresiones interpretables semánticamente a partir de expresiones más simples, pero en sí misma no permite atribuir significados.
La semántica examina el modo en que los significados se atribuían a las palabras, sus modificaciones a través del tiempo y aún sus cambios por nuevos significados. La lexicografía es otra parte de la semántica que trata de describir el significado de las palabras de un idioma en un momento dado, y suele exhibir su resultado en la confección de diccionarios.
Por otro lado, la pragmática se refiere a cómo las circunstancias y el contexto ayudan a decidir entre alternativas de uso o interpretación; gracias a la pragmática el lenguaje puede ser usado con fines humorísticos o irónicos. Además la pragmática reduce la ambigüedad de las expresiones, seleccionando solo un conjunto adecuado de interpretaciones en un determinado contexto.
Semántica en matemáticas y lógica
En matemática se usan lenguajes formales o expresiones formales, cuyo significado es interpretable sobre conjuntos que cumplen ciertas propiedades abstractas recogidas en las expresiones formales.
La teoría de modelos incluye el concepto de interpretación de un conjunto de símbolos; en dichas interpretaciones, los signos se refieren a elementos de un cierto conjunto preconstruido o conocido. La veracidad de una expresión en una interpretación determinada depende de que el conjunto sobre el que se interpretan las expresiones satisfaga o no determinadas condiciones.
Semántica en ciencias cognitivas
La semántica en ciencias cognitivas o semántica cognitiva tiene relación con la combinación de signos y la manera en que la mente atribuye relaciones permanentes entre estas combinaciones de signos y otros hechos no relacionados por naturaleza con estos símbolos.
También es muy especial, ya que es la manera de introducir significados dados de uno mismo. Por ejemplo, la percepción que existe de "silla" en la que la misma tiene 4 patas, respaldo, una base de apoyo horizontal, etc. Sin embargo, aunque hay sillas con más y con menos patas, se trata de deslizamiento de sentidos, que se construye en la mente a partir del caso central o prototipo.
La semántica cognitiva está asociada, entre otros, a los nombres de George Lakoff (fundador de la semántica generativa), Ronald Langacker (creador de la llamada gramática cognitiva), Mark Johnson, Leonard Talmy, Charles Fillmore (uno de los fundadores de la lingüística cognitiva y fundador de la semántica de marcos) y -según otras directrices- Ray Jackendoff.
La vitalidad e interés de esta corriente queda plasmada en la aparición en 1990 de la revista de ámbito internacional Cognitive Linguistics.1
Véase también
https://es.wikipedia.org/wiki/Sem%C3%A1ntica
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HOLISMO SEMÁNTICO:
El holismo semántico es una teoría que está relacionada con el significado que se atribuyen a las palabras y sus relaciones con otras palabras en una lengua. Se puede definir más específicamente esta teoría como una defensa de la interdependencia mutua de todos los ítems de conocimiento lingüístico de manera que, por ejemplo, para comprender el significado de una determinada expresión es necesario que se comprenda un gran sector de la lengua en cuestión o, incluso, la lengua completa (en versiones más radicales).
Muchas veces las teorías holísticas se derivan de un holismo más general que tiene que ver con el holismo de los estados mentales o cognitivos. Así, se puede comprender el holismo semántico como una teoría que está conectada no solamente con la filosofía del lenguaje, sino con otras áreas de la filosofía, tales como la filosofía de la mente, la filosofía de la matemática, la filosofía de la ciencia y la epistemología.
El holismo semántico generalmente es contrastado con el atomismo (que sostiene que una representación X – sea ella lingüística o mental –es independiente de todas las otras representaciones que forman parte del mismo sistema representacional al que pertenece que X) y con el molecularismo (que sostiene que el significado de una expresión X en una lengua α es dependiente de un subconjunto de expresiones –y no la lengua por completo– de la lengua α).
Tales contrastes son muy discutidos y a partir de estas diferencias se generan muchos argumentos a favor y en contra el holismo semántico.
Se debe entender como característica principal del holismo “general”, que también será llamado "holismo radical", la llamada “tesis de inestabilidad”, esto es, la tesis de que, si hay un cambio de creencia, necesariamente hay un cambio de significado de todas las expresiones de una lengua.
Por el hecho de que el holismo radical está relacionado directamente con la tesis de inestabilidad, se han presentado fuertes argumentos contra el holismo, como, por ejemplo, los que serán destacados en este trabajo:
(i) el argumento del aprendizaje de lenguas –para dominar el uso de un lenguaje cuyo significado fuese holístico, uno tendría que poseer un conocimiento definitivo sobre los significados de todas las palabras de esta lengua,
(ii) el argumento del cambio de opinión –dos personas no pueden estar en desacuerdo sobre nada y no pueden ponerse de acuerdo en nada a menos que estén de acuerdo en todo, una persona no puede cambiar de opinión acerca de nada, porque al cambiar de opinión, uno también cambia todas las restantes creencias, y, por último, debido a estos hechos, no se pueden hacer verdaderas generalizaciones intencionales acerca de las creencias de otras personas y tampoco hay buenas explicaciones intencionales, y
(iii) el argumento de la comunicación –admitiendo el holismo semántico en una situación comunicativa, el oyente comprende lo que dice el hablante solo si el oyente conoce completamente las creencias y el idioma del hablante.
En otras palabras, la xi comunicación es imposible, excepto en el caso de comunicaciones entre personas que están de acuerdo en todas las creencias de todos los modos posibles. La publicación de Jerry Fodor y Ernest Lepore, Holism: A Shopper's Guide (1992) fue el punto más álgido de la discusión y generó un gran debate a favor y en contra del holismo semántico en las últimas décadas.
Fodor y Lepore presentaron los argumentos a favor del holismo de filósofos muy reconocidos como Willard V. O. Quine, Donald Davidson, David Lewis, Daniel Dennett, Ned Block y Paul Churchland, criticándolos a todos, pacientemente.
En este trabajo se propone rehabilitar el holismo semántico como una posición filosófica razonable y presentar una versión del holismo semántico desarrollada por Henry Jackman (1999a, 1999b, 2005 y 2015), que es capaz de responder gran parte de las críticas que se le han hecho.
Esta versión es llamada “holismo semántico moderado”. Jackman propone que es posible que un hablante pueda tener muchas creencias sobre objetos, así como cambiar esas creencias sobre estos objetos, sin que necesariamente se cambie el significado de los términos asignados a ellos –lo que es diferente en el holismo radical, que implica la tesis de inestabilidad (que requiere una relación “uno-a-uno” entre cambios de creencias y significados).
Esta perspectiva que admite la relación “muchos-a-uno” (“muchas creencias para un significado”) de Jackman asocia el holismo semántico con el contextualismo metasemántico, así como relaciona holismo y atomismo, siguiendo la perspectiva de Davidson (1973).
Esta teoría es adecuada para responder las principales críticas en contra el holismo y, más que eso, también sirve para explicar algunos fenómenos de restricción del significado, como la vaguedad, la polisemia y la ambigüedad, haciendo del holismo moderado una teoría útil no sólo para la filosofía del lenguaje, sino también para los estudios de semántica lingüística.
https://repositorio.uc.cl/handle/11534/22972
https://repositorio.uc.cl/handle/11534/22972
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