Los himnos de Hölderlin
“Germania” y “El Rin” es el nombre de un curso que Martin Heidegger dictó en la Universidad de Friburgo durante el semestre del invierno que abarcó los años 1934 y 1935. Su versión escrita alimenta el tomo 39 de las Obras completas del pensador alemán que fue publicado originalmente en 1989.
Estas clases tienen una importancia particular en referencia a su fecha, puesto que, más allá de las consideraciones sobre su contenido y la perspectiva de análisis empeñada, fueron dictadas inmediatamente después a que Heidegger renunciara, a comienzos de 1934, al rectorado de la mencionada universidad. Se trata, por lo tanto, de un hecho que los biógrafos subrayan de continuo por sus resonancias políticas en torno a la encendida defensa inicial del nacional-socialismo por parte del filósofo y sus dudas y apartamiento posteriores.
Se ha insistido en enfatizar la “obsesión” que la obra de Johann Christian Friedrich Hölderlin, escritor alemán nacido en 1770 y muerto en Tubinga y en la locura hacia 1807, ha representado para el autor de Ser y tiempo. Un dato por demás evidente y fácil de constatar si se repasa el siguiente e incompleto listado: en 1936 Heidegger dio a conocer “Hölderlin y la esencia de la poesía”; en 1939-1940, “Como un día de fi esta”; en 1941-1942, fueron sus clases sobre el poema “Andeken”; en 1942, sus refl exiones sobre el himno “El UIster”; en 1943, la conferencia “Retorno a la patria. A los parientes”; en 1959, “Tierra y cielo en Hölderlin”; en 1968, la conferencia “El Poema”.
Hay quienes incluso, a partir de esta evidencia y del carácter duro y hermético con que la “voz” heideggeriana enfrenta al lector común y aún al especializado, han insistido en ver en su obra una pasión por la expresión y el estilo más propia de un poeta que del fi lósofo, aun cuando es claro, al menos desde la irrupción del Romanticismo sobre fi nes del siglo XVIII (o aun antes, y bastaría como prueba mencionar al obra de Johann Wolfgang von Goethe), que hay una fuerte tradición en la literatura alemana moderna donde la distancia entre poesía y fi losofía adelgaza hasta casi desaparecer.
Por momentos el enfoque de Heidegger parece no alejarse mucho de aquellos estudiosos que se apoyan en la exigencia metodológica de respetar la autonomía y autosufi ciencia del objeto (literario) que estudian. De este modo afi rma que el uso habitual de la contraposición fondo/forma se aplica sin advertir que se trata de una dicotomía elaborada en la antigua Grecia y, por lo tanto, “se la toma como una determinación absoluta y supratemporal,… y corresponde sólo a la existencia griega y, por ende, es cuestionable; aun cuando se desee creer que algo tan naturalizado y usual no desaparecerá nunca”.
Casi como si tratara de un “formalista ruso” Heidegger señala de manera crítica:
Se podría comparar aquí la imagen del anuncio de los dioses con la Anunciación a María por el ángel, y luego continuar con la utilización de ese motivo en lo que se refi ere a su representación, por ejemplo, en la pintura; y esto, en diferentes épocas. Se continuaría inspeccionando dónde en otros poetas –de Homero hasta Stefan George– aparece el águila y otra especies de aves… Las explicaciones de las composiciones poéticas se hacen cada día más extensas; y la mayoría de las veces nada se gana con ello.
https://www.redalyc.org/pdf/224/22435824016.pdf
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