domingo, 21 de noviembre de 2021

LA REVOLUCIÓN CONSERVADORA EN ALEMANIA.: BLOG DE FILOSOFÍA DE CAYETANO ACUÑA V.

 LA REVOLUCIÓN CONSERVADORA EN ALEMANIA.

El Movimiento revolucionario conservador (conocido en Alemania como Konservative Revolution) fue un movimiento del conservadurismo nacionalista alemán en los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial.


La escuela de pensamiento revolucionario conservador abogó por un conservadurismo y nacionalismo nuevo, que fuera específicamente alemán, o, más específicamente,
prusiano.

Al igual que otros movimientos conservadores en el mismo período, trataron de poner fin a la creciente marea del comunismo, proponiendo su propia versión de "socialismo conservador", basado en el “cristianismo aplicado” o “socialismo de estado” bismarckiano (ver Estado social).

Historia

Lápida de Carl Schmitt, uno de los principales teóricos del Movimiento revolucionario conservador.

Origen

Los revolucionarios conservadores, muchos de ellos nacidos en la última década del siglo XIX, fueron principalmente formados por sus experiencias de la Primera Guerra Mundial. La guerra y la Revolución alemana de 1918-9 era para ellos una ruptura con el pasado, que los dejó muy desilusionados.

En primer lugar, la experiencia de los horrores de la guerra de trincheras, la suciedad, el hambre, la obliteración y reemplazo del heroísmo con el esfuerzo para mantenerse con vida en un campo de batalla de muertes al azar.

Tuvieron también -después de la guerra- que entendérselas con el desempleo, sentimiento de derrota, acusaciones de atrocidades durante la guerra misma y la Dolchstoßlegende ("leyenda de la puñalada por la espalda", de acuerdo a la cual habían sido traicionados por sus mismos compatriotas, principalmente judíos y ala izquierda).


FRANZ VON PAPEN

Llegan así a sentir que no había sentido en esa guerra, o en la vida misma, que ellos eran "como una marioneta que tiene que bailar para el entretenimiento de los espíritus demoníacos del mal". Atraídos por ideas nihilistas buscan recrear la “camaradería de soldados de primera línea”, dando así un sentido a su experiencias.

El término "Revolución Conservadora" es anterior a la Primera Guerra Mundial, pero la influencia de escritores tales como Ernst Von Salomon y Ernst Jünger y los teóricos políticos Carl Schmitt y Edgar Julius Jung fueron instrumentales en su transformación a un movimiento político reconocido durante la República de Weimar, expresándose a través de figuras del establecimiento político legal tales como Ernst Forsthoff, Kurt von Schleicher y Franz von Papen.


ERNST JüNGER


Durante el nazismo

Después de 1933 algunos de los proponentes del movimiento revolucionario conservador fueron vigilados, reprimidos y enviados a campos de concentración por los nacionalsocialistas, principalmente por las SS de Himmler, un caso representativo es el de Ernst von Salomon, perseguido por tener una esposa de origen judío. 

Algunos conservadores revolucionarios apoyaron la dictadura, habían promovido y estaban contentos con la supresión de la democracia, sin embargo criticaban y se oponían a los aspectos más “progresistas” del nacionalsocialismo, otros  nunca apoyaron al régimen nacionalsocialista ni sus medios, por ejemplo Ernst Niekisch o Von Salomon

Así, por ejemplo, Julius Jung -quien escribía los discursos de von Papen- denunciaba “el liberalismo y democratismo” de los nacionalsocialistas, y organizó una conspiración a fin de derrocar el régimen de Hitler, por lo que fue asesinado -junto a von Schleicher- en la noche de los cuchillos largos.1​

Otros miembros y personajes cercanos al movimiento revolucionario conservador se hundieron en el anonimato, algunos -tales como Schmitt y Konstantin von Neurath- ingresaron al Partido Nacionalsocialista o -como von Papen y Forsthoff- fueron perseguidos por Hitler, otros como Niekisch fueron enviados a campos de concentración. 

Algunos otros -como Junger- permanecieron o se reintegraron en el Reichswehr y más tarde la Wehrmacht, desde donde, posteriormente, conspiró en los niveles inferiores del fallido Atentado del 20 de julio de 1944, para asesinar a Hitler por medio de una bomba.

Después de la Segunda Guerra Mundial

Después de la Segunda guerra mundial el movimiento fue muy criticado, por haber sido fundamental en la creación de una cultura política o zeitgeist que contribuyó a la difusión de las ideas que facilitaron la aparición y aceptación de las ideas socio políticas del nacionalsocialismo. Sin embargo, algunos de sus miembros y las percepciones continuaron teniendo influencia no solo en la Alemania de postguerra,2​3​ sino en desarrollos políticos incluso en el presente en otros países.4​

Ideas principales

Oswald Spengler, autor de la "Decadencia de Occidente".



Los revolucionarios conservadores basaron sus ideas sobre una concepción orgánica de la sociedad, en lugar de la materialista, en la calidad y no la cantidad, sobre el Volksgemeinschaft ("comunidad popular”- ver Völkisch) en lugar de la lucha de clases y la oclocracia. Los ideólogos de la escuela produjeron una profusión de literatura nacionalista radical que consistió en diarios y obras de ficción de guerra, periodismo político, manifiestos y tratados filosóficos esbozando sus ideas para la transformación de la vida cultural y política alemana. 

Influidos por las visiones de Oswald Spengler, se sienten indignados por el liberalismo; el igualitarismo y la cultura comercial de la civilización industrial, urbana, abogando consecuentemente por la destrucción de la democracia y el orden liberal, por la fuerza, si fuera necesario, por lo que algunos miembros de esta escuela apoyaban la creación de un Tercer Imperio Alemán -término que fue, junto a otros de la escuela, posteriormente utilizado por Hitler, ver Tercer Reich. El movimiento tuvo una gran influencia entre muchos de los jóvenes más talentosos de Alemania, sectores académicos y sectores altos de las clases medias.

En el ámbito político administrativo, Ernst Forsthoff postula -a partir del comienzo de la República de Weimar- que la solución a los problemas alemanes está en una nueva forma de organizar al Estado, en la cual los individuos están subordinados ya sea al “Estado absoluto” o al “Volk”, bajo la dirección de un "Líder" o Führer.5​

Julius Jung -quien se inspiró en el fascismo- promovió una versión de la nación como una entidad ecológica singular; atacando el individualismo mientras promovía el militarismo y la guerra, proponiendo la "movilización total" de los recursos humanos e industriales a fin de fomentar la capacidad productiva de la “modernidad” -concepto similar al “futurismo” del fascismo italiano.6​ Para Julius Jung , el objetivo de los conservadores revolucionarios debe ser una dictadura, con la intención de "despolitizar a las masas y excluirlas de la dirección del Estado"1​

Schmitt, por su parte, ha llegado a ser percibido como el principal ideólogo político del conservadurismo radical, extremo o reaccionario actual, percepción basada en una crítica profunda a la democracia, el liberalismo y concepciones igualitarias, crítica que -se ha afirmado- es ignorada a riesgo de permitir su reflorecimiento.7​ Schmitt se presenta como defensor de visiones cristianas del cuerpo político, promoviendo una visión de la función del Estado como siendo la identificación y lucha contra o represión de "el enemigo", ya sea externo o, especialmente, interno (y afirmando que en el caso concreto de Alemania el enemigo interno y externo es el judío). 

Schmitt y sus admiradores afirman que él se mantuvo alejado del nacionalsocialismo. Pero cabe notar que Schmitt fue miembro del Partido Nacionalsocialista a partir de 1932, que en 1934 justificó los asesinatos de la noche de los cuchillos largos como la “forma más alta del derecho administrativa” y que su crítica al nacionalsocialismo fue no tanto en su carácter antidemocrático o inmoral, sino en que este era demasiado vulgar.

https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_revolucionario_conservador#cite_note-6

Origen y desarrollo

La Revolución Conservadora se engloba en un contramovimiento mayor y más antiguo a la Revolución Francesa de 1789, influenciado por la antimodernidad y el antirracionalismo del romanticismo de principios del siglo XIX, en el contexto de una tradición alemana, especialmente prusiana, de " nacionalismo militarista y autoritario que rechazaba el liberalismo, el socialismo, la democracia y el internacionalismo ". [2] 

El historiador Fritz Stern describió el movimiento como intelectuales desorientados sumidos en una profunda" desesperación cultural ": se sentían alienados y desarraigados dentro de un mundo dominado por lo que veían como "Racionalismo burgués y ciencia". Su odio por la modernidad, sigue Stern, los llevó a la ingenua confianza de que todos estos males modernos podrían combatirse y resolverse mediante una "revolución conservadora". [18]

Edgar Jung ca. 1925.

Muchos conservadores revolucionarios citaron a Friedrich Nietzsche (c. 1875) como su mentor [22] [11]

Aunque términos como Konservative Kraft ("poder conservador") [23] y schöpferische Restauration ("restauración creativa") [24] comenzaron a extenderse por la Europa de habla alemana desde la década de 1900 hasta la de 1920, [a] la Revolución Conservadora (" Conservative Revolution ") se convirtió en un concepto establecido en la República de Weimar (1918-1933) a través de los escritos de ensayistas como Arthur Moeller van den Bruck, Hugo von Hofmannsthal, Hermann Rauschning, Edgar Jung y Oswald Spengler. [9]

La creación de la Alldeutscher Verband ("Liga Pan-Alemana") por Alfred Hugenberg en 1891 y el Jugendbewegung ("movimiento juvenil") en 1896 se citan como propicias para el surgimiento de la Revolución Conservadora en las décadas siguientes. [26] Moeller van den Bruck fue la figura dominante del movimiento hasta su suicidio el 30 de mayo de 1925 [27] [9]. Sus ideas se difundieron inicialmente a través del Juniklub que había fundado el 28 de junio de 1919, el día de la firma del Tratado de Versalles. [26]

Los revolucionarios conservadores se referían con frecuencia al filósofo alemán Friedrich Nietzsche como su mentor, [22] [11] y como la principal influencia intelectual en su movimiento. [28] [29] A pesar de que la filosofía de Nietzsche a menudo se malinterpreta, o se apropia erróneamente por los pensadores de la Revolución Conservadora, [30] [31] mantuvieron su desprecio por la ética cristiana, la democracia, la modernidad y el igualitarismo como la piedra angular de su ideología. El historiador Roger Woods escribe que los revolucionarios conservadores "construyeron", en respuesta a la guerra y al inestable período de Weimar, un Nietzsche "que abogaba por un activismo que se justificaba a sí mismo, la autoafirmación desenfrenada, la guerra por la paz y la elevación del instinto sobre la razón. "[32]

Muchos de los intelectuales involucrados en el movimiento nacieron en las últimas décadas del siglo XIX y vivieron la Primera Guerra Mundial como un evento formativo (Kriegserlebnis, "experiencia de guerra") para la base de sus creencias políticas. [33] La vida en el frente, con su violencia e irracionalidad, hizo que la mayoría de ellos buscaran a posteriori un sentido a lo que tuvieron que soportar durante el conflicto [34]. Ernst Jünger es la figura principal de esa rama de la Revolución Conservadora que quería defender las estructuras y valores militares en la sociedad en tiempos de paz, y vio en la comunidad de camaradería de primera línea (Frontgemeinschaft) la verdadera naturaleza del socialismo alemán. [34] [5] [35]

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REFERENCIAS

Prusia (en alemán, Preußen, pronunciado /ˈpʁɔɪ̯sn̩/ ( escuchar); en prusiano, Prūsija; en polaco, Prusy; en latín, Borussia o Prutenia) fue un Estado del mar Báltico entre Pomerania, Polonia y Lituania que existió desde finales de la Edad Media. Después de 1701, su nombre se extendió a un estado más grande surgido de Brandeburgo-Prusia, que finalmente abarcó casi toda Alemania del norte, y existió hasta su abolición al final de la Segunda Guerra Mundial.

Como la segunda superpotencia alemana, Prusia jugó un papel importante en el concierto europeo de potencias desde el siglo XVIII y fue un destacado centro de la Ilustración. Inició progresivas reformas en el siglo XIX y finalmente se convirtió en la fuerza impulsora detrás de la fundación del estado nación alemán.1​

Otto Eduard Leopold de Bismarck-Schönhausen, príncipe de Bismarck y duque de Lauenburgo, (en alemán, Otto Fürst von Bismarck, Graf von Bismarck-Schönhausen, Herzog zu Lauenburg, pronunciado /ˈɔtoː fɔn ˈbɪsmaʁk/ ( escuchar)) nacido Junker Otto Eduard Leopold von Bismarck, más conocido como Otto von Bismarck (Schönhausen, 1 de abril de 1815 - Friedrichsruh,1​ 30 de julio de 1898) fue un estadista y político alemán, artífice de la unificación alemana y una de las figuras clave de las relaciones internacionales durante la segunda mitad del siglo xix.

Durante sus últimos años de vida, se le apodó el «Canciller de Hierro» por la determinación con la que perseguía sus objetivos políticos,n. 1​ fundamentalmente la creación y el mantenimiento de un sistema de alianzas internacionales que aseguraran la supremacía y seguridad del Imperio alemán.

Franz Joseph Hermann Michael Maria von Papen1​ (pronunciado /ˈfʁants fɔn ˈpaːpn̩/ ( escuchar)) (Werl, 29 de octubre de 1879-Obersasbach, 2 de mayo de 1969)2​ fue un político, militar y diplomático alemán de la República de Weimar y del Tercer Reich, cuyas políticas —ver Movimiento Revolucionario Conservador— fueron fundamentales para el ascenso de Adolf Hitler al poder.3​ Conocido por sus intrigas, se le llamó «el diablo con sombrero de copa».

Carl Schmitt (Plettenberg, 11 de julio de 1888-Plettenberg, 7 de abril de 1985) fue un jurista, politólogo y filósofo político y jurídico alemán, figura esencial del movimiento revolucionario conservador1​2​ y un prominente miembro del partido nazi que pronto le designa enemigo. Adscrito a la escuela del llamado realismo político, lo mismo que a la teoría del orden jurídico, Schmitt escribió extensamente sobre la ejecución práctica del poder político, y sus obras han ejercido una gran influencia en la teoría política y legal, así como en la filosofía continental y teológica subsiguiente.

Ernst Jünger (Heidelberg, 29 de marzo de 1895-Riedlingen, 17 de febrero de 1998) fue un escritor, filósofo, novelista e historiador alemán. Los nazis le tacharon de "anarcomarxista", y los comunistas de "protonazi", promoviendo un desconocimiento de su obra que solo empezó a solucionarse con el tiempo. 

Realmente su filosofía política y su obra se encuadran en una corriente de pensamiento conservadora cuyo elemento principal es un nacionalismo radical, muy influido por Nietzsche, que rechaza el liberalismo, el igualitarismo y la Revolución Francesa.

Su pensamiento y figura fue enormemente popular entre la juventud alemana, la clase media-alta y la aristocracia durante la República de Weimar. Durante la Alemania nazi, Jünger se situó entre el grupo de intelectuales nacionalistas que no apoyaron a Adolf Hitler, pese a que el propio Joseph Goebbels pretendió convencerlo personalmente para ingresar en el Partido Nazi.

Después de la Segunda Guerra Mundial y pese a reconocer su oposición al régimen nazi, sus críticos le reprocharon haber conferido atractivo al nazismo de manera indirecta, por sus relatos de la Primera Guerra Mundial y su exaltación de la voluntad de poder y la nación.

La leyenda de la puñalada por la espalda (en alemán: Dolchstoßlegende / Dolchstosslegende) hace referencia a un mito social y a la teoría popular de persecución y propaganda en Alemania durante el período de entreguerras (1918-1939). Esta teoría atribuye la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial a un determinado número de asuntos internos domésticos, en lugar de a un fallo geoestratégico militar. En especial, la teoría subraya que el pueblo alemán no supo responder a la "llamada patriótica" en el momento crucial de la guerra y que algunos "elementos" habrían "saboteado el esfuerzo bélico" a propósito. Estos elementos luego fueron identificados por Hitler como judíos e izquierdistas.

La Wehrmacht (pronunciado [ˈveːɐ̯maxt] ( escuchar), «Fuerza de Defensa» en alemán) era el nombre de las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi desde 1935 a 1945, surgida tras la disolución de las fuerzas armadas de la República de Weimar, llamadas Reichswehr. Consistía en el Heer («ejército»), la Kriegsmarine («marina») y la Luftwaffe («fuerza aérea»). La designación «Wehrmacht» reemplazó el término previamente usado Reichswehr, y fue la manifestación de los esfuerzos del régimen nazi para rearmar a Alemania en mayor medida de lo permitido por el Tratado de Versalles.1​

Después de que los nazis subieron al poder en 1933, uno de los movimientos más abiertos y audaces de Adolf Hitler fue establecer la Wehrmacht, una fuerza armada moderna con capacidad ofensiva. Cumplir los objetivos a largo plazo del régimen nazi de recuperar el territorio perdido, así como ganar un nuevo territorio y dominar a sus vecinos. Esto requirió el restablecimiento del servicio militar obligatorio, y una inversión y gasto masivos en la industria de armamentos.2​

El Ejército Imperial Alemán (en alemán: Deutsches Heer) era el nombre dado a las fuerzas combinadas del Imperio alemán, conocidas igualmente como Ejército Imperial (Reichsheer) o Ejército Alemán. La expresión Deutsches Heer también se usa en el ejército alemán moderno para el componente de tierra Bundeswehr. El ejército alemán imperial fue formado cuando se creó el Imperio alemán en 1871 y duró hasta 1919 con la derrota del ejército alemán en la I Guerra Mundial, y fue el antecesor de la Reichswehr.

La Reichswehr (en alemán, literalmente: «defensa imperial») fue el nombre dado a las fuerzas armadas de Alemania desde 1919 hasta 1935, cuando el gobierno de Adolf Hitler rebautizó a las mismas como Wehrmacht.

NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS: Alexander Jacob: The Neo-Conservative Reich of Edgar Julius Jung

Zeitgeist es una palabra en alemán que puede traducirse al español como «espíritu del tiempo» o «espíritu de la época». Hace referencia al clima, ambiente o atmósfera intelectual y cultural de una determinada  era.

Es un término que se refiere a los caracteres distintivos de las personas que se extienden en una o más generaciones posteriores y cuya visión global, a pesar de las diferencias de edad y el entorno socioeconómico, prevalece para ese particular período de la progresión socio-cultural. Zeitgeist es la experiencia de un clima cultural dominante que define, particularmente en el pensamiento hegeliano, una era en la progresión dialéctica de una persona o el mundo entero.

El concepto de Zeitgeist está asociado a la filosofía de la historia de Hegel. En 1769 Herder escribió una crítica de la obra Genius Seculi, escrita por el filólogo Christian Adolph Klotz, e introdujo en alemán la palabra Zeitgeist como traducción de genius seculi (en latín: genius - "espíritu guardián" y saeculi - "del siglo"). Los románticos alemanes, habitualmente tentados a reducir el pasado a su esencia, trataron el Zeitgeist como un personaje histórico por derecho propio, en lugar de usarlo como un instrumento meramente conceptual.

Se introduce aquí una comparación entre el estado de un individuo y el espíritu de una nación. En el proceso de su formación, el individuo sufre varios cambios sin perder su identidad. Como una parte de la historia mundial, una nación -exhibiendo una cierta tendencia expresada en su Volksgeist— tiene su rol en el proceso total de la historia mundial. Pero una vez que contribuye a la historia mundial con la parte que le corresponde, ya no tiene un papel en el proceso de la historia mundial. La sumersión en el proceso total previene el renacimiento cultural de las naciones, porque han agotado su creatividad en el crecimiento histórico del espíritu que los guía.

Caldwell P. Ernst Forsthoff and the legacy of radical conservative state theory in the federal republic of Germany (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).

Florian Meinel (2006): Review Essay – Ernst Forsthoff and the Intellectual History of German Administrative Law Archivado el 3 de Junio de 2011 en Wayback Machine.

Integrismo o integralismo es la actitud de determinados colectivos hacia los principios de la doctrina tradicional, de manera que rechazan cualquier cambio doctrinal, con la intención de mantener íntegros e inalterados tales principios. Tiene su origen en grupos católicos ultramontanos del siglo XIX que reaccionaron contra el laicismo proponiendo una política católica «íntegra».

Pese a la legitimidad e incluso conveniencia de conservar libres de cambios determinados valores o conjunto de creencias, el calificativo "integrista" ha tomado un claro tinte negativo y despectivo, de manera que ni siquiera los defensores de tales valores se autodenominan ya "integristas" y sus detractores utilizan el término como descalificativo absoluto. Es una postura habitual en distintas corrientes religiosas, ideológicas, políticas, educativas e incluso científicas.

Griffen, Roger (ed). 1995. "The Legal Basis of the Total State" - by Carl Schmitt. Fascism. New York: Oxford University Press. Pp. 109.

En filosofía política, se denomina conservadurismo al conjunto de doctrinas y movimientos políticos que favorecen el uso del poder político o la fuerza del Estado para conservar o restaurar tradiciones —creencias o costumbres— de un pueblo o nación que pueden ser de tipo religiosas, sociales o políticas (en estos casos el término conservadurismo es entendido como un tradicionalismo en política o mantener intacto un orden político presente —quizá el significado más extendido— o como reaccionarismo o restauración de un orden político perdido), o para —aun estando a favor de una reforma en políticas de gobierno, sociales o económicas— impedir que el cambio sea radical y solo permitir el cambio gradual (por ello para algunos grupos políticos el término conservadurismo puede ser más equivalente a reformismo o gradualismo que a tradicionalismo o reaccionarismo).1​ 

El conservadurismo puede tomar o rechazar elementos de otras ideologías políticas —como el liberalismo o el socialismo— con el propósito de conservar o restaurar o reformar moderadamente determinado statu quo, un statu quo que evoluciona y con ello hace evolucionar al conservadurismo que lo defiende. Dado que conservar, restaurar y reformar moderadamente un statu quo al mismo tiempo son propuestas mutuamente excluyentes, y que el statu quo no es el mismo en todo tiempo, lugar y comunidad, el conservadurismo tiene un contenido ideológico movedizo y relativista y la identificación de las ideas concretas sobre el orden político que propone el conservadurismo suele ser confusa e inclusive contradictoria entre autores y movimientos conservadores. 

En el espectro político, por la valoración favorable que los conservadores tienen del orden jerárquico con frecuencia se considera que están dentro de la derecha política, sin embargo dado que los conservadores también tienen una valoración favorable del orden comunitario y defienden algún grado de colectivismo político también pueden encontrarse conservadores en la izquierda política. 

Por la valoración favorable a la moderación que existe en la tradición conservadora varios grupos conservadores están organizados dentro del centro político (visto este como una «política de consensos» entre una «derecha-liberal» y una «izquierda-socialista»); la equivalencia entre centrismo y conservadurismo es la forma mayoritaria de conservadurismo en los países de mayoría católica de Europa continental y América Latina desde el final de la Segunda Guerra Mundial,2​ países donde los partidos conservadores que estaban tutelados por la Iglesia católica evolucionaron —por recomendación de la Iglesia— del integrismo hacia el democristianismo entre las décadas de 1930 a 1950.

En política, reacción es un término referido a ideologías que aspiran a instaurar un estado de cosas anterior al presente. Se originó como expresión peyorativa para referirse, desde la Revolución francesa, a lo que se opone a la revolución, como sinónimo de contrarrevolución.

Esa identificación se fue matizando con la posterior extensión del concepto «revolución», lo que hizo que el concepto «reacción» fuera cambiando también de contenido, pasando a identificarse comúnmente con la oposición entre los términos progresista y conservador, que propiamente designaban en un principio otras posturas políticas. Se conoce como reaccionario a toda aquella persona o elemento partícipe de una reacción.1​

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