LA CUESTIÓN FRONTERIZA PERÚ-CHILE: UN REACTIVADO FOCO DE TENSIÓN
PARA UN ESTADO la creación de una circunscripción política
(digamos, un distrito) dentro de su territorio es, incuestionablemente,
un ejercicio irrestricto de soberanía. Así se entiende que el Congreso
de la República haya aprobado el proyecto de ley que crea el distrito La
Yarada Los Palos en la costa de Tacna, región política fronteriza con
Chile[i].
TANTO EN EL CONGRESO como en Tacna hay unanimidad acerca de que el nuevo distrito materializa una aspiración descentralista de muchos años y tiene como motivación organizar la presencia del Estado para atender el desarrollo de comunidades que se fueron ubicando en la periferia de Tacna. El gobernador regional de Tacna toma el pulso de la población al afirmar que la creación del nuevo distrito “le dará más competitividad a la inversión privada en la región convirtiéndola en una frontera viva”, habida cuenta que permitirá superar la actual condición de ese extremo del territorio peruano, donde languidecen un pequeño poblado y un precario asentamiento de pescadores artesanales.
DESDE LUEGO aun la más soberana de las decisiones debe adoptarse en la oportunidad adecuada y la creación del distrito La Yarada Los Palos –que probablemente el presidente Humala promulgará antes del 12 de noviembre– se revela inoportuna si se toma en cuenta que crea un punto de fricción con Chile cuando el rumbo de la relación peruano-chilena apuntaba a una “agenda de futuro” anunciada luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que definió la frontera marítima común en enero del 2014.
AL MENOS PARECE que la intención de las cancillerías peruana y chilena era la de optimizar la relación bilateral. Sin embargo, desde el fallo de la CIJ esa relación ha experimentado varios sobresaltos. Primero con la presentación oficial peruana de una carta geográfica con las coordenadas de la reciente frontera marítima, que ocasionó la protesta chilena porque incluía el Punto Concordia como inicio de la frontera terrestre (Chile pretende que el punto inicial es el punto donde la línea del Hito N° 1 llega al mar). Luego con el tortuoso episodio del espionaje chileno denunciado por nuestro país. Y ahora con la controversia causada con la creación del distrito La Yarada Los Palos. En este trayecto la misión del experimentado embajador peruano en Chile, Fernando Rojas, parece naufragar en esa pretensión de optimizar la relación bilateral.
EL ANALISTA Óscar Vidarte ha publicado un artículo de opinión en el diario El Comercio de Lima[ii] donde comenta sus dudas acerca del sentido de oportunidad subyacente al respaldo de la cancillería a la creación del distrito tacneño La Yarada Los Palos. Vidarte menciona que ante las dificultades existentes para la diplomacia chilena, por la demanda boliviana en la CIJ, “el Perú podría haber intentado acercarse al vecino país del sur. Esto hubiera permitido terminar los cambios normativos requeridos e inscribir juntos en la ONU las coordenadas marítimas, además de intentar establecer los canales de diálogo para tratar el tema de la frontera terrestre…” y en consecuencia Vidarte pregunta: “¿el Perú debe provocar el inicio de una nueva escalada de tensiones con Chile?” cuestionando el momento en que en Perú se ha creado el distrito de marras porque “probablemente se dé un contexto difícil para la relación bilateral”.
CIERTAMENTE ESTA LÍNEA de análisis pone de manifiesto que nuestro país presenta una doble faz frente a Chile. Por un lado, promocionando la integración fronteriza y el curso de la “agenda de futuro”; por otro, poniendo en juego y tensionando los aspectos más sensibles de la relación bilateral. Cabe especular que esto último sucede porque Ollanta Humala se niega a abandonar los antecedentes “irredentistas” abiertamente anti-chilenos que lucía siendo oficial en retiro del Ejército y antes de llegar al gobierno. Pero también porque ha sido él quien, siendo ya presidente, ha conducido personalmente la actuación oficial en los episodios “duros” de la relación con Chile, inclusive superponiéndose a la actuación de la cancillería (como en el caso del denunciado espionaje).
COMO SEA, sólo cabe admitir que “las cartas están echadas” en el tema conflictivo generado por la creación del distrito La Yarada Los Palos, que ha reactivado la controversia entre Perú y Chile acerca del punto inicial de la frontera terrestre.
NO ES POSIBLE sustraerse a rechazar en frma categórica la posición adoptada por la cancillería chilena (en los comunicados que difunde en los últimos días) porque está plagada de inexactitudes, ocultamientos y gruesas mentiras. En primer lugar porque no es verdad que el denominado “triángulo terrestre” sea “una creación relativamente reciente de Perú”. El gobierno peruano ha rechazado oficialmente –y acaba de reafirmarlo– la existencia de algún “triángulo terrestre”, que es una creación mediática.
EN SEGUNDO LUGAR porque no es cierto, como sostiene la cancillería chilena, que hay solo dos puntos convenidos en el área fronteriza con Perú: el Hito 1, demarcado en 1930, y uno segundo que fue convenido por ambos países en 2014 (a partir del fallo de la CIJ). El hito N° 1 fue efectivamente demarcado y señalizado en 1930 a distancia de unos 200 metros de la línea de marea en la orilla del mar y para evitar que éste pudiera afectarlo. Pero en las actas de la Comisión Mixta Demarcadora de Límites, de 1930, figura de manera incuestionable que el punto inicial de la frontera terrestre Perú-Chile es un lugar en la orilla del mar situado a 10 Kms. al norte del río Lluta, sobre un arco que se extiende adentrándose en el territorio y conservando esa distancia, lo que define la ubicación del Hito N° 1 y de otros tres siguientes.
AL RESPECTO no será excesivo recordar que en 1930 la Comisión Mixta Demarcadora sostuvo que no se podía colocar físicamente un hito en el Punto Concordia, donde se acordó el inicio de la frontera terrestre en la orilla del mar. El representante chileno en esta Comisión, Enrique Brieba, propuso trazar el límite siguiendo un paralelo que empiece a 10 kilómetros al norte del puente sobre el río Lluta y desde allí continuar al oeste, es decir, hacia el mar. Esta propuesta fue rechazada por el delegado peruano, Federico Basadre, en vista de que la distancia crecería conforme se llegaba al mar. Los ministros de Relaciones Exteriores de entonces resolvieron la diferencia. El 28 de abril de 1930 el canciller chileno indicó que el “Hito Concordia” es el “punto inicial en la costa de la línea fronteriza”. Asimismo, que cualquier punto del arco limítrofe debe estar a 10 kilómetros del río Lluta. Incluso, que “se colocará un hito en cualquier punto del arco, lo más próximo al mar posible, donde quede a cubierto de ser destruido por las aguas del océano”. Así se continuaron los trabajos de colocación de marcas visibles de la frontera y así fue como se colocó el Hito N° 1.
TAMBIÉN ES FALSO que Perú y Chile hayan convenido otro punto el año 2014. El fallo de la CIJ, de ese año, estableció que el punto inicial de la frontera marítima entre Perú y Chile era aquel donde toca el mar la línea del paralelo en que se ubica el Hito N° 1. Pero de ninguna manera la CIJ se pronuncia sobre el punto inicial de la frontera terrestre. Si bien este hecho es aceptado por Chile, contradictoriamente este país aduce luego que dicho fallo respalda su tesis de que la frontera terrestre se inicia en la orilla del mar sobre la línea del paralelo en el que se asienta el Hito N° 1. El fallo de la CIJ es muy claro en su avocación exclusiva a establecer el punto inicial de la frontera marítima, no de la frontera terrestre. El fallo dice: “174. El Tribunal considera que la frontera marítima que las Partes acordaron con arreglo a los faros fue constituida por el paralelo que pasa por Hito N º 1 Ambas Partes posteriormente ha puesto en práctica las recomendaciones del Acta de 1969 por la construcción de los faros según lo acordado, señalando así el paralelo que pasa por Hito N º 1. Los arreglos 1968-1969 para los faros sirven como prueba convincente de que la frontera marítima acordada sigue el paralelo que pasa por Hito N º 1”.
EL DENOMINADO “Triángulo Terrestre” es el espacio encerrado por la línea de frontera donde se ubica la sucesión de hitos y que termina en el Punto Concordia sobre la orilla del mar (línea “A”), la línea del paralelo 18°21’00” donde se ubica el Hito N° 1 (línea “B”) y la línea de la baja marea en la costa.
EN TERCER LUGAR, es falso lo que sostiene Chile acerca de que “Hasta el año 2008 ambos países estaban de acuerdo en que el Hito 1 es el punto inicial de la frontera terrestre…”. Precisamente está probado documentalmente que hasta 1998 Chile reconoció en su cartografía oficial que el punto inicial de la frontera terrestre es el Punto Concordia. Sólo a partir de ese año cambió su cartografía para presentar un hecho ficticio: el inicio de la frontera en el Hito N° 1. Si bien las “notas reversales” intercambiadas entre Perú y Chile en 1968 y 1969 debilitan la firmeza de la posición peruana, no sustituyen la alegación de que el Punto Concordia está protocolizado como inicio de la frontera terrestre Perú-Chile.
AUNQUE SE PUEDE cuestionar la oportunidad en la que la creación del distrito La Yarada Los Palos afecta negativamente la relación peruano-chilena, reactivando la controversia sobre el inicio de la frontera terrestre justamente cuando la línea de acción diplomática peruana parecía estar orientada a optimizar nexos con Chile en función de la “agenda de futuro”, el hecho es que el conflicto ya está instalado en la relación binacional y, en este punto, ya es imperativo “cerrar filas” con el interés nacional de salvaguardar la integridad territorial y la vigencia del Tratado de 1929, pues en esencia las acciones de Chile sobre la cuestión fronteriza implican –inaceptablemente– el desconocimiento de ese Tratado en uno o más extremos (especialmente su Art. 2) y también pretenden desconocer el proceso demarcatorio de 1930.
(Pedro Ernesto de Altamira)
———————————————–
[i] El proyecto de ley aprobado prescribe que el nuevo distrito tiene los siguientes límites por el sur: “Limita con la República de Chile, por la línea de frontera, hasta su intersección con el Océano Pacífico en el punto Concordia, punto de inicio de la frontera terrestre de conformidad con lo establecido en virtud del Tratado de Lima entre el Perú y Chile, de fecha 3 de junio de 1929, su Protocolo Complementario y los trabajos de la Comisión Mixta de Límites de 1929 y 1930”.
Asimismo, el proyecto de ley aprobado prescribe que el nuevo distrito tiene los siguientes límites por el oeste: “Partiendo desde el punto Concordia, punto de inicio de la frontera terrestre con la República de Chile, limita con el Océano Pacífico, siguiendo la línea de baja marea hasta un punto de coordenada UTM 333 220 m E y 7 985 129 m N, punto de inicio de la presente descripción. Todo ello, igualmente, con respecto al límite marítimo con Chile definido por el fallo de la Corte Internacional de Justicia del 27 de enero de 2014 y a las coordenadas determinadas en virtud de los trabajos realizados por técnicos de ambos países que constan en el Acta firmada en Lima, el 25 de marzo de 2014”.
[ii] “¿Era el momento adecuado?, por Óscar Vidarte”. El Comercio 27 de octubre 2015
TANTO EN EL CONGRESO como en Tacna hay unanimidad acerca de que el nuevo distrito materializa una aspiración descentralista de muchos años y tiene como motivación organizar la presencia del Estado para atender el desarrollo de comunidades que se fueron ubicando en la periferia de Tacna. El gobernador regional de Tacna toma el pulso de la población al afirmar que la creación del nuevo distrito “le dará más competitividad a la inversión privada en la región convirtiéndola en una frontera viva”, habida cuenta que permitirá superar la actual condición de ese extremo del territorio peruano, donde languidecen un pequeño poblado y un precario asentamiento de pescadores artesanales.
DESDE LUEGO aun la más soberana de las decisiones debe adoptarse en la oportunidad adecuada y la creación del distrito La Yarada Los Palos –que probablemente el presidente Humala promulgará antes del 12 de noviembre– se revela inoportuna si se toma en cuenta que crea un punto de fricción con Chile cuando el rumbo de la relación peruano-chilena apuntaba a una “agenda de futuro” anunciada luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que definió la frontera marítima común en enero del 2014.
AL MENOS PARECE que la intención de las cancillerías peruana y chilena era la de optimizar la relación bilateral. Sin embargo, desde el fallo de la CIJ esa relación ha experimentado varios sobresaltos. Primero con la presentación oficial peruana de una carta geográfica con las coordenadas de la reciente frontera marítima, que ocasionó la protesta chilena porque incluía el Punto Concordia como inicio de la frontera terrestre (Chile pretende que el punto inicial es el punto donde la línea del Hito N° 1 llega al mar). Luego con el tortuoso episodio del espionaje chileno denunciado por nuestro país. Y ahora con la controversia causada con la creación del distrito La Yarada Los Palos. En este trayecto la misión del experimentado embajador peruano en Chile, Fernando Rojas, parece naufragar en esa pretensión de optimizar la relación bilateral.
EL ANALISTA Óscar Vidarte ha publicado un artículo de opinión en el diario El Comercio de Lima[ii] donde comenta sus dudas acerca del sentido de oportunidad subyacente al respaldo de la cancillería a la creación del distrito tacneño La Yarada Los Palos. Vidarte menciona que ante las dificultades existentes para la diplomacia chilena, por la demanda boliviana en la CIJ, “el Perú podría haber intentado acercarse al vecino país del sur. Esto hubiera permitido terminar los cambios normativos requeridos e inscribir juntos en la ONU las coordenadas marítimas, además de intentar establecer los canales de diálogo para tratar el tema de la frontera terrestre…” y en consecuencia Vidarte pregunta: “¿el Perú debe provocar el inicio de una nueva escalada de tensiones con Chile?” cuestionando el momento en que en Perú se ha creado el distrito de marras porque “probablemente se dé un contexto difícil para la relación bilateral”.
CIERTAMENTE ESTA LÍNEA de análisis pone de manifiesto que nuestro país presenta una doble faz frente a Chile. Por un lado, promocionando la integración fronteriza y el curso de la “agenda de futuro”; por otro, poniendo en juego y tensionando los aspectos más sensibles de la relación bilateral. Cabe especular que esto último sucede porque Ollanta Humala se niega a abandonar los antecedentes “irredentistas” abiertamente anti-chilenos que lucía siendo oficial en retiro del Ejército y antes de llegar al gobierno. Pero también porque ha sido él quien, siendo ya presidente, ha conducido personalmente la actuación oficial en los episodios “duros” de la relación con Chile, inclusive superponiéndose a la actuación de la cancillería (como en el caso del denunciado espionaje).
COMO SEA, sólo cabe admitir que “las cartas están echadas” en el tema conflictivo generado por la creación del distrito La Yarada Los Palos, que ha reactivado la controversia entre Perú y Chile acerca del punto inicial de la frontera terrestre.
NO ES POSIBLE sustraerse a rechazar en frma categórica la posición adoptada por la cancillería chilena (en los comunicados que difunde en los últimos días) porque está plagada de inexactitudes, ocultamientos y gruesas mentiras. En primer lugar porque no es verdad que el denominado “triángulo terrestre” sea “una creación relativamente reciente de Perú”. El gobierno peruano ha rechazado oficialmente –y acaba de reafirmarlo– la existencia de algún “triángulo terrestre”, que es una creación mediática.
EN SEGUNDO LUGAR porque no es cierto, como sostiene la cancillería chilena, que hay solo dos puntos convenidos en el área fronteriza con Perú: el Hito 1, demarcado en 1930, y uno segundo que fue convenido por ambos países en 2014 (a partir del fallo de la CIJ). El hito N° 1 fue efectivamente demarcado y señalizado en 1930 a distancia de unos 200 metros de la línea de marea en la orilla del mar y para evitar que éste pudiera afectarlo. Pero en las actas de la Comisión Mixta Demarcadora de Límites, de 1930, figura de manera incuestionable que el punto inicial de la frontera terrestre Perú-Chile es un lugar en la orilla del mar situado a 10 Kms. al norte del río Lluta, sobre un arco que se extiende adentrándose en el territorio y conservando esa distancia, lo que define la ubicación del Hito N° 1 y de otros tres siguientes.
AL RESPECTO no será excesivo recordar que en 1930 la Comisión Mixta Demarcadora sostuvo que no se podía colocar físicamente un hito en el Punto Concordia, donde se acordó el inicio de la frontera terrestre en la orilla del mar. El representante chileno en esta Comisión, Enrique Brieba, propuso trazar el límite siguiendo un paralelo que empiece a 10 kilómetros al norte del puente sobre el río Lluta y desde allí continuar al oeste, es decir, hacia el mar. Esta propuesta fue rechazada por el delegado peruano, Federico Basadre, en vista de que la distancia crecería conforme se llegaba al mar. Los ministros de Relaciones Exteriores de entonces resolvieron la diferencia. El 28 de abril de 1930 el canciller chileno indicó que el “Hito Concordia” es el “punto inicial en la costa de la línea fronteriza”. Asimismo, que cualquier punto del arco limítrofe debe estar a 10 kilómetros del río Lluta. Incluso, que “se colocará un hito en cualquier punto del arco, lo más próximo al mar posible, donde quede a cubierto de ser destruido por las aguas del océano”. Así se continuaron los trabajos de colocación de marcas visibles de la frontera y así fue como se colocó el Hito N° 1.
TAMBIÉN ES FALSO que Perú y Chile hayan convenido otro punto el año 2014. El fallo de la CIJ, de ese año, estableció que el punto inicial de la frontera marítima entre Perú y Chile era aquel donde toca el mar la línea del paralelo en que se ubica el Hito N° 1. Pero de ninguna manera la CIJ se pronuncia sobre el punto inicial de la frontera terrestre. Si bien este hecho es aceptado por Chile, contradictoriamente este país aduce luego que dicho fallo respalda su tesis de que la frontera terrestre se inicia en la orilla del mar sobre la línea del paralelo en el que se asienta el Hito N° 1. El fallo de la CIJ es muy claro en su avocación exclusiva a establecer el punto inicial de la frontera marítima, no de la frontera terrestre. El fallo dice: “174. El Tribunal considera que la frontera marítima que las Partes acordaron con arreglo a los faros fue constituida por el paralelo que pasa por Hito N º 1 Ambas Partes posteriormente ha puesto en práctica las recomendaciones del Acta de 1969 por la construcción de los faros según lo acordado, señalando así el paralelo que pasa por Hito N º 1. Los arreglos 1968-1969 para los faros sirven como prueba convincente de que la frontera marítima acordada sigue el paralelo que pasa por Hito N º 1”.
EL DENOMINADO “Triángulo Terrestre” es el espacio encerrado por la línea de frontera donde se ubica la sucesión de hitos y que termina en el Punto Concordia sobre la orilla del mar (línea “A”), la línea del paralelo 18°21’00” donde se ubica el Hito N° 1 (línea “B”) y la línea de la baja marea en la costa.
EN TERCER LUGAR, es falso lo que sostiene Chile acerca de que “Hasta el año 2008 ambos países estaban de acuerdo en que el Hito 1 es el punto inicial de la frontera terrestre…”. Precisamente está probado documentalmente que hasta 1998 Chile reconoció en su cartografía oficial que el punto inicial de la frontera terrestre es el Punto Concordia. Sólo a partir de ese año cambió su cartografía para presentar un hecho ficticio: el inicio de la frontera en el Hito N° 1. Si bien las “notas reversales” intercambiadas entre Perú y Chile en 1968 y 1969 debilitan la firmeza de la posición peruana, no sustituyen la alegación de que el Punto Concordia está protocolizado como inicio de la frontera terrestre Perú-Chile.
AUNQUE SE PUEDE cuestionar la oportunidad en la que la creación del distrito La Yarada Los Palos afecta negativamente la relación peruano-chilena, reactivando la controversia sobre el inicio de la frontera terrestre justamente cuando la línea de acción diplomática peruana parecía estar orientada a optimizar nexos con Chile en función de la “agenda de futuro”, el hecho es que el conflicto ya está instalado en la relación binacional y, en este punto, ya es imperativo “cerrar filas” con el interés nacional de salvaguardar la integridad territorial y la vigencia del Tratado de 1929, pues en esencia las acciones de Chile sobre la cuestión fronteriza implican –inaceptablemente– el desconocimiento de ese Tratado en uno o más extremos (especialmente su Art. 2) y también pretenden desconocer el proceso demarcatorio de 1930.
(Pedro Ernesto de Altamira)
———————————————–
[i] El proyecto de ley aprobado prescribe que el nuevo distrito tiene los siguientes límites por el sur: “Limita con la República de Chile, por la línea de frontera, hasta su intersección con el Océano Pacífico en el punto Concordia, punto de inicio de la frontera terrestre de conformidad con lo establecido en virtud del Tratado de Lima entre el Perú y Chile, de fecha 3 de junio de 1929, su Protocolo Complementario y los trabajos de la Comisión Mixta de Límites de 1929 y 1930”.
Asimismo, el proyecto de ley aprobado prescribe que el nuevo distrito tiene los siguientes límites por el oeste: “Partiendo desde el punto Concordia, punto de inicio de la frontera terrestre con la República de Chile, limita con el Océano Pacífico, siguiendo la línea de baja marea hasta un punto de coordenada UTM 333 220 m E y 7 985 129 m N, punto de inicio de la presente descripción. Todo ello, igualmente, con respecto al límite marítimo con Chile definido por el fallo de la Corte Internacional de Justicia del 27 de enero de 2014 y a las coordenadas determinadas en virtud de los trabajos realizados por técnicos de ambos países que constan en el Acta firmada en Lima, el 25 de marzo de 2014”.
[ii] “¿Era el momento adecuado?, por Óscar Vidarte”. El Comercio 27 de octubre 2015
One thought on “LA CUESTIÓN FRONTERIZA PERÚ-CHILE: UN REACTIVADO FOCO DE TENSIÓN”