Claudia Hilb ∗
Leo Strauss, de Jerusalem a Atenas
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“Was Sie über Leo Strauss schreiben, interessiert mich.
Jetzt Atheist? Seine früheren Bücher liessen ihn als orthodoxen Juden erscheinen, der die Autorität rechtfertigt”.
Karl Jaspers an Hannah Arendt, 29/8/1954
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¿Atenas o Jerusalem? El recorrido de la vasta bibliografía consagrada en las últimas décadas al pensamiento de Leo Strauss permite erigir esta suerte de santo y seña teológico-filosófico en uno de los ejes de nuestra comprensión de la obra straussiana.
¿Es Strauss un pensador judío o un filósofo ateo? ¿Cómo debemos entender la afirmación, repetidamente proclamada en su obra, según la cual la filosofía no ha logrado refutar a la teología?
¿Sostiene Strauss las pretensiones igualmente fundadas de la filosofía y la teología en la determinación de la buena vida? Si bien, a mi entender, la respuesta a estas preguntas es terminante
-Strauss es, en su propia comprensión, un filósofo y las ambigüedades de su formulación de la oposición entre Atenas y Jerusalem deben ser leidas a la luz de su propia comprensión de la filosofía-, en las páginas que siguen no me propongo hacer frente de manera directa a estas opciones antitéticas, que revelan, en la misma posibilidad de formul arlas, el desafío al que nos expone el extraordinario arte de escribir straussiano
3.
Mi objetivo es más acotado: me propongo rehacer, a través del seguimiento de algunos textos centrales correspondientes a las dos primeras décadas de su obra, el itinerario que lleva al joven Strauss, convencido de la necesidad de reexaminar la victoria que la modernidad ha concedido demasiado rápidamente a la Razón moderna frente a la Ortodoxia, al redescubrimiento del racionalismo y el esoterismo clásico y me dieval. Entiendo que si ese recorrido permite al lector de Strauss comenzar a hallar la respuesta a las preguntas antes formuladas no ha de ser tanto porque ofrezca una contestación contundente a las alternativas enunciadas sino sobre todo porque a su luz el proyecto filosófico-político del Strauss maduro puede adquirir una mayor inteligibil idad. En otras pala bras, entiendo que la repetición del itinerario emprendido por aque l “joven judío nacido y criado en Alemania atrapado en el brete teológico-político”4nos provee de una llave privilegiada para comprender al Leo Strauss de la madurez, a quel que devendrá, a partir de mediados de los años ’40, en el controvertido cultor del artede leer y el arte de escribir esotéricos –el Strauss propiamente straussiano.
Link al artículo de Claudia Hilb
∗ Facultad de Ciencias Sociales, U.B.A / Conicet.
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Este artículo es una versión ligeramente modificada de la Primera Parte del Capítulo 4 de mi libro Leo Strauss: El Arte de Leer , en instancias de publicación.
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“Lo que Ud. escribe sobre Leo Strauss me interesa. ¿Ahora ateo? Sus libros tempranos lo hacían aparecer como un judío ortodoxo que justifica la Autoridad”.
Hannah Arendt-Karl Jaspers.
Briefwechsel 1926-1969 , München, Piper, 1985, p. 283.
Referencia
Comentario de Alain de Benoist
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