En defensa
de la lavada de manos del Ministerio de Cultura ingenuamente se escribe:
... que las cosas se han puesto en su sitio y todos los actuantes deben estar a la altura de sus responsabilidades.
En este escrito no se quiere ver que el Estado, a través de sus funcionarios, deja de intervenir en la defensa de sus intereses y se los deja a seudo comisiones que no tienen valor legal para actuar en reemplazo del Estado.
... que las cosas se han puesto en su sitio y todos los actuantes deben estar a la altura de sus responsabilidades.
En este escrito no se quiere ver que el Estado, a través de sus funcionarios, deja de intervenir en la defensa de sus intereses y se los deja a seudo comisiones que no tienen valor legal para actuar en reemplazo del Estado.
El patrimonio cultural de la nación si se
ha quedado a la deriva.
Esta publicación lo que hace es defender los intereses
de los “empresarios “en su objetivo de desmantelar toda acción de protección
siguiendo con la monserga de eliminar “trabas burocráticas” para continuar
lucrando del país.
Esta publicación
ingenuamente no ve la lavada de manos
interesada que hace el Estado y deja, cual Pilatos, en manos de comisiones técnicas
que no tienen ninguna responsabilidad legal, la defensa de los bienes del país.
Estas
comisiones técnicas hace tiempo que dejaron de tener valor e importancia. Todas
son by paseadas por los lobbies y por
las influencias externas que son más eficientes en su intervención al estar estos delegados, por decir lo menos, plenamente expuestos
a ser vulnerados por carecer de defensa legal.
Además
estas instituciones son juez y parte, por lo tanto no realizan ninguna labor de
defensa de los intereses del Estado. A esto se suma la ausencia de idoneidad
profesional en la constitución de estas comisiones al no haber procedimientos
de discriminación eficientes para garantizar ésta, dado que estas instituciones
a lo sumo tienen hoy día una mera finalidad
comercial gremial.
Justo
lo que se busca. Parece ser que todavía no se aprende de lo que ha venido
y viene ocurriendo en Huaraz, en Chimbote, en Chiclayo, en Cajamarca y en realidad en
todo lugar en dónde haya intereses privados que requieren que alguien los
supervise con rigurosidad.
Esta es la
cantata del seudo neo liberalismo que quiere imponer el laisses faire y el laisses passer a toda
costa.
¿Cuantos
más actos de corrupción se quiere para entender que los bienes del Estado no
son materia de lucro?
Esto no
es cuento nuevo, la historia del Perú está llena de estos ejemplos.
El escrito publicado en:
https://www.facebook.com/pages/EBSR-Consultores-SAC/231841256999915?hc_location=timeline
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