Was Putin meint, wenn er "Neurussland" sagt
Zwei kurze Sätze, formuliert
vor rund 250 Jahren, bringen die Außenpolitik des russischen
Staatspräsidenten Wladimir Putin auf den Punkt. Der erste Satz lautet:
"Russland ist eine europäische Macht." Der zweite: "Russland braucht das
Paradies."
Das erste Credo
formulierte die Zarin Katharina II. (1729–1796), von ihren Untertanen
auch "die Große" genannt. Das zweite stammt von ihrem Marschall,
Gouverneur, Favoriten Grigori Alexandrowitsch Potjomkin ("Potemkin";
1739–1791). Das erste meinte Bewusstsein, Traditionen, Modernität und
Großmacht Europas. Das zweite die Krim
und mit ihr den ganzen Süden zwischen dem Nordrand der großen Steppe
und dem Schwarzen Meer. "Glaub mir", appellierte Potjomkin an seine
kaiserliche Geliebte. "Durch diese Tat wirst Du größeren, unsterblichen
Ruhm erringen als jeder andere russische Monarch zu irgendeiner Zeit."
In der Tat: Als
Katharina 1762 ihren Mann vom Thron putschte, war Russland aus
europäischer Sicht ein fernes Land im Osten. Als sie 1796 starb, war es
eine Großmacht, die sich anschickte, den Kontinent nach ihren
Vorstellungen zu gestalten. Die Möglichkeit dazu gab ihr der Besitz von
Neurussland.
Wenn Wladimir Putin heute "Neurussland"
für sein Land reklamiert und sich als Beschützer seiner Bewohner
geriert, dann stellt sich der ehemalige KGB-Offizier in die Spur der
deutschen Prinzessin von Anhalt-Zerbst, die im 18. Jahrhundert das
Zarenreich zur europäischen Großmacht führte.
Ressourcen und Raum, Ruhm
und Rang waren mit einer beispiellosen Expansion verbunden, der mit dem Khanat der Krimtataren, dem Hetmanat der Saporoger Kosaken und dem Königreich Polen jahrhundertealte Staatswesen zum Opfer fielen.
Link al articulo del Die Welt
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Traducción mia.
La expansión de Rusia hacia el sur y el oeste bajo Catalina la Grande (1762-1796).
Kremenchug fue el primer Centro administrativo de la
"Nueva Rusia", entonces Jekaterinoslaw (Katherine Town), el Príncipe
Potemkin, le dio el nombre de su protegida. Hoy es Dnipropetrovsk, la tercera ciudad más grande
de Ucrania.
Dos frases cortas, formuladas hace unos 250 años, traen la
política exterior del presidente ruso, Vladimir Putin, al grano. La primera
frase dice: "Rusia es una potencia europea." La segunda: "Rusia
necesita el paraíso."
El primer credo fue formulado por la emperatriz Catalina II.
(1729-1796), también llamada por sus súbditos "La Grande". El segundo es de su mariscal,
gobernador favorito, Grigori Alexandrovich Potemkin ("Potemkin",
1739-1791).
El primero significa la conciencia, pensamiento, tradiciones,
modernidad y poder en Europa. El segundo, se refiere a Crimea, y con ella a todo el sur entre el límite
norte de las Grandes Planicies y el Mar Negro. "Créame," Potemkin
apeló a su amante imperial. "Con este acto será la más grande, y ganará
más fama inmortal que cualquier otro
monarca de Rusia en cualquier momento."
De hecho: Cuando Catalina en 1762 saco a su marido del trono, Rusia era desde una perspectiva
europea, una tierra lejana en el Este. Cuando murió en 1796, era una gran
potencia, que se estaba preparando para hacer del continente lo que deseara. La
posibilidad de hacer esto se lo dio la posesión de la Nueva Rusia.
Cuando Vladimir Putin hoy reclama una "Nueva
Rusia", se proyecta a sí mismo como el protector de su gente, entonces, el
ex oficial de la KGB se sitúa en la pista de la princesa alemana de
Anhalt-Zerbst, quien dirigió el Imperio zarista como potencia europea en el
siglo 18.
Los recursos y el espacio, la
fama y el rango se asociaron con una expansión sin precedentes, el centenario
sistema político coincidió con el Kanato de los tártaros de Crimea, El Hetmanato
de los Cosacos zaporosianos y el sacrificio del Reino de Polonia.
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El Kanato de Crimea (en tártaro de Crimea: Qırım Hanlığı; en ruso: Крымское ханство - Krýmskoye janstvo; ucraniano: Кримське ханство - Krimskie janstvo; turco: Kırım Hanlığı) fue el Estado de los tártaros de Crimea desde 1441 hasta 1783. Fue el más duradero de los kanatos túrquicos que sucedieron al Imperio de la Horda de Oro.
El Hetmanato o Atamanato (en ucraniano: Гетьманщина, Het’manshchyna) fue un estado cosaco localizado en las regiones centrales y noroccidentales de la actual Ucrania durante 1649 y 1775. Se estableció como resultado de la rebelión de Jmelnytsky dirigiendo a los regimientos cosacos del Sich de Zaporozhia y a tropas compuestas por población ucraniana contra la Polonia-Lituania. El primer hetman fue Bohdán Jmelnytsky, que gobernó entre 1648 y 1657.
En 1654 pasó a la soberanía de los zares de Rusia, como resultado del Tratado de Pereyáslav (Pereiaslavska Rada), y por el Tratado de Andrúsovo (Andrúsiv) en 1667, en el que se divide el territorio entre Rusia y Polonia. Esta división causó la guerra civil en Ucrania, entre los distintos partidos cosacos, que termina al final del siglo XVII. En el siglo XVIII el territorio del Hetmanato estaba limitado al Margen izquierdo de Ucrania. En 1764 la autonomía del estado cosaco y el cargo de hetman fue abolido por Catalina la Grande. Su capital fue Chihirin, luego Baturin y Hlujiv.
El Hetmanato como estado se extendió en la mayor parte de la Ucrania central y una pequeña parte de Rusia, incluyendo los actuales óblast ucranianos de Chernihiv, Poltava y Sumy (sin la porción sureste), los territorios de la orilla oriental del óblast de Kiev y Cherkasy, así como las partes occidentales del ruso óblast de Briansk.
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