domingo, 4 de junio de 2017

El Poder : Revisión: Foucault, Weber, Gramsci,

El Poder 



El término poder, como sinónimo de fuerza, capacidad, energía o dominio, puede referirse a:
La capacidad de hacer o ser algo;
La capacidad de ejercer un dominio hegemónico sobre uno y/o varios individuos;
La habilidad de influir sobre uno y/o varios individuos;
Indicar la autoridad suprema reconocida en una sociedad.

En política y sociología, el poder puede ser percibido ocasionalmente como hegemónico y autoritario, aunque el ejercicio del poder de una manera o de otra es aceptado en todas las sociedades humanas. 

Ha existido cierto debate sobre cómo definir exactamente poder, por lo que diversos autores han propuesto definiciones diferentes. Una definición clásica propuesta por Max Weber es la siguiente:

Por poder se entiende cada oportunidad o posibilidad existente en una relación social que permite a un individuo cumplir su propia voluntad.

Max Weber, Conceptos Básicos de Sociología.




Debate en torno a la noción de poder

Sin embargo, existen muchas discrepancias sobre cómo definir poder. Gran parte del debate sociológico reciente sobre el poder gira en torno al problema de su definición, y su naturaleza como constrictiva o como permisiva. Así, el poder puede ser visto como un conjunto de formas de constreñir la acción del ser humano, pero también como lo que permite que la acción sea posible, al menos en una cierta medida. Gran parte de este debate está relacionado con los trabajos de Michel Foucault, quien, siguiendo a Maquiavelo, ve al poder como "una compleja situación estratégica en una determinada sociedad". Siendo puramente estructural, su concepto involucra tanto las características de constricción como de facilitación. Para Max Weber la sociedad moderna está amenazada por el fenómeno creciente de la concentración del poder dentro de las organizaciones.

Es importante señalar que para Weber el concepto de poder está relacionado al concepto de dominación, es decir, ejercer una autoridad sobre un grupo social determinado y encontrar un grado de obediencia.

Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o interno) en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de autoridad.

Max Weber, Economía y Sociedad.

Su discípulo Robert Michels advirtió que en las organizaciones modernas, tanto privadas como estatales, se tiende a quedar bajo el control de reducidos, pero poderosos grupos políticos o financieros. Aunque los líderes son elegidos democráticamente, según Michels, con la mejor intención, por las dos partes, se observa una tendencia a integrarse en élites del poder que se preocupan básicamente por la defensa de sus propios intereses y posiciones a toda costa. En otras palabras podría decirse que en la actualidad corremos el peligro de que las élites del poder, nacidas en la sociedad a través de procedimientos legítimos, entren en un proceso mediante el cual el poder aumenta y se perpetua a sí mismo retro alimentándose y produciendo, por tanto, más poder.

Los diferentes significados del Poder están analizados por Eric Wolf. El autor propone cuatros distintas dimensiones del poder: personal, relacional, organizativa y estructural. La primera dimensión de poder, la personal, es interpretada como pura y simple capacidad del individuo, sin poner énfasis en las direcciones y formas que puede asumir el poder. La segunda dimensión la relacional, es la capacidad de un individuo de imponer su voluntad a otro o grupos de personas, sin enfrentar donde estas iteraciones se mueven. La tercera organizativa, es el control de un individuo sobre una unidad organizativa determinada, que a su vez influye otro individuo. Por último Wolf individua la forma estructural, el poder que organiza y dirige una unidad y las direcciones de energías.

La imposición no requiere necesariamente de la coacción (fuerza o amenaza de fuerza). Así, el "poder" en el sentido sociológico incluye tanto al poder físico como al poder político, al igual que muchos otros de los tipos de poder existentes.

Se podría definir el "poder" como la mayor o menor capacidad unilateral (real o percibida) o potencial de producir cambios significativos, habitualmente sobre las vidas de otras personas, a través de las acciones realizadas por uno mismo o por otros. 

Nótese que en castellano "poder", al igual que en francés, pouvoir, no solamente es un sustantivo, sino también el verbo "ser capaz de". En inglés, el nombre "poder" se traduce como power, que también significa "potencia", lo que indica una cierta capacidad virtual o potencial. En alemán, en cambio, la palabra para designar "poder" es Macht, cuya raíz etimológica es machen, que significa "hacer". De manera bastante interesante, la palabra del mandarín que significa poder también deriva de una forma verbal con el sentido "ser capaz de", neng (能). Nengli (能力), "poder", significa literalmente "la fuerza de ser capaz de".

Tipos y fuentes del poder

El poder puede ser detentado (ilegalmente) u obtenido (legalmente) gracias a:
La fuerza (violencia, coacción): "el origen de todo poder es la violencia". Según Max Weber, «el Estado es aquella comunidad humana que ejerce (con éxito) el monopolio de la violencia física legítima dentro de un determinado territorio»
La persuasión (directa, indirecta, subliminal; por persuasión moral, incluyendo a la religión).
Una autoridad delegada (por ejemplo, en un proceso democrático).
La influencia social o la tradición; la presunción de tenencia de unas determinadas habilidades o cualidades, sean éstas ciertas o no.
La pertenencia a una determinada clase social.
Un carisma personal o colectivo (estrategia que uso Hitler para obtener el poder en Alemania, y que resultó exitosa)
Una pericia o habilidad (un "saber-hacer"): por ejemplo, el poder del ingeniero que es capaz de diseñar una máquina.
El conocimiento (enseñándolo o no revelándolo, compartido o guardado en secreto). Una persona al tener conocimiento es capaz de engañar o persuadir a otras personas, para que crean que todo lo que él hace esta bien.

La comunicación.

El dinero: control a través de la propiedad de los medios de producción, poder financiero, etc.
En las relaciones personales: dominación/sumisión.
Teorías del poder
El pensamiento de Friedrich Nietzsche se encuentra en la base de la mayoría de los análisis del poder del siglo XX. Nietzsche difundió la idea de la "voluntad del poder", lo que el vio como la dominación de otros humanos, así como el control sobre el propio entorno del grupo o persona que ejerce el poder.
Algunas escuelas de psicología, de manera señalada las asociadas con Alfred Adler, colocan las dinámicas de poder como el núcleo central de su teoría (mientras que las escuelas freudianas ortodoxas colocarían, en cambio, la sexualidad).

La teoría de la elección racional

La teoría de juegos, con sus orígenes en la teoría de la elección racional, está siendo usada de manera creciente en varias disciplinas para ayudar al análisis de las relaciones de poder.

En la teoría de la elección racional, los individuos o grupos pueden ser modelados como 'actores' que eligen de un 'conjunto de elecciones' de posibles acciones, con la finalidad de intentar y conseguir los resultados deseados. La 'estructura incentiva' de un actor comprende sus creencias sobre los costes asociados con las diferentes acciones de cada elección, y las probabilidades de que cada acción lleve al resultado deseado.

En esta teoría se puede diferenciar entre:
Poder de resultado: la capacidad de un actor de conseguir o ayudar a conseguir resultados; y
Poder social: la capacidad de un actor de cambiar las estructuras incentivas de otros actores a fin de conseguir resultados.

El poder social, por su parte, se define como: la influencia potencial de algún agente de influencia O, sobre alguna persona P. La influencia se define como un cambio en la cognición, en la actitud, en la conducta o en la emoción de P que se puede atribuir a O. (Collins y Raven, 1969).

Este sistema puede ser usado para modelar una amplia variedad de interacciones sociales donde los actores tienen la capacidad de ejercer poder sobre otros. Por ejemplo, un actor 'poderoso' puede tomar opciones del conjunto de elecciones de otro actor; puede cambiar los costes relativos de las acciones; puede cambiar la probabilidad de que una acción dada lleve a un resultado dado; o podría simplemente cambiar las creencias del otro sobre su estructura incentiva.

Como en otros modelos de poder, esta teoría es neutral con respecto al uso de la coacción. Por ejemplo, una amenaza de violencia puede cambiar los costes y beneficios probables de diferentes acciones; así sucedería en un castigo económico de un contrato "voluntariamente acordado", o en una oferta amistosa.

Según el Marxismo
Siguiendo a la tradición marxista, Antonio Gramsci elaboró el papel de la hegemonía cultural en la ideología como un medio de reforzar el poder del capitalismo y del estado nación. Gramsci consideró el poder como algo ejercido de un modo directo y público, y el poder de la burguesía como su capacidad de mantener al proletariado en su situación socio-económica.

El poder en la obra de Antonio Gramsci

LA TEORÍA DEL ESTADO Y DEL PODER EN ANTONIO GRAMSCI: CLAVES PARA DESCIFRAR LA DICOTOMÍA DOMINACIÓN-LIBERACIÓN
Albert Noguera Fernández. :  Universidad de Extremadura

...la tesis que se defiende en este trabajo es que ante el proceso “esencialización” del concepto de cultura que, en nuestras sociedades, se ha producido con la mundialización (la cultura se ha convertido en una esencia fija o muerta, desconectada de los procesos económicos y socio-políticos, a la que, independientemente de su vida diaria, los ciudadanos se adaptan o amoldan determinados días al año para sentirse más mexicanos, españoles o japones -folklore-) y, en consecuencia, ante el proceso de desactivación del concepto de cultura como válido para entender (y actuar frente a) la globalización capitalista como un proceso de subordinación de las diversas culturas ante la cultura de la fracción social dominante (dominación), la recuperación del legado teórico y de la concepción ampliada de cultura de Antonio Gramsci se presenta, en la actualidad, como un factor imprescindible para los sujetos subalternos (individuos y pueblos) a la hora de construir los términos y estructuración de la liberación (comprensión-acción).
 La dominación es un fenómeno cultural y sólo comprendiendo el concepto de cultura en toda su amplitud, sus mecanismos de funcionamiento y su fenomenología, se puede llegar a entender los procesos de dominación.

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Al igual que Gramsci, Foucault alertó del carácter difuso de las redes de relaciones que afianzan la dominación, e insistió que el poder de la clase dominante no se apoya sólo, ni esencialmente, en el control de las estructuras públicas institucionalizadas (Estado), sino en su capacidad de regular los procesos de producción cultural. La tesis fundamental de Foucault es que no existe una instancia puntual de poder. El estatuto ontológico del poder no es el de un “ente-objeto” concentrado en las instituciones públicas y desde donde se controla todo, sino que el poder es una compleja red de relaciones que se expande transversalmente en la sociedad a través de todo el conjunto de organismos e instituciones sociales (micropoderes).

Si bien Foucault coincidía con Gramsci en que el poder se basa en la producción de subjetividad o cultura, la gran crítica que autores como Perry Anderson, Anthony Giddens, Alain Tourain o Jürgen Habermas, hicieron a la obra de Foucault, fue su excesiva “ontologización” del poder. El haber absolutizado tanto la capacidad abarcadora y el efecto homogeneizador del  poder que lo convertían en algo de lo que era imposible escapar (las estructuras sociales predeterminan la actividad y el pensar de los sujetos, al margen de su voluntad y sin que este pueda hacer nada. El sujeto como “idiota cultural”) y, por tanto, en su teoría no había espacio para la resistencia y la subversión.

Evidentemente crítica sin fundamento porque la situación que describe Foucault no es prescriptiva, y esta basada en posibilidades reales no en discusión de café que en la mayoría vienen desde la misma entraña del neo liberalismo.

(Véase FOUCAULT, MICHEL. Vigilar y castigar. Ed. Siglo XXI.

México. 1986; TOURAIN, A. Crítica a la modernidad. Ed. Temas de hoy. Madrid. 1993;
GIDDENS, A. Política y sociología en Max Weber. Ed. Alianza. Madrid. 1995).

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El poder en la tesis de Michell Foucault

Uno de los análisis modernos más amplios sobre la importancia del poder en la actividad humana proviene de los trabajos del filósofo francés Michel Foucault: «El poder se encuentra en todos los sitios... porque no proviene de ningún sitio.»



El análisis del poder efectuado por Foucault se fundamenta en su concepto de "tecnologías de poder"

La disciplina es un bagaje complejo de tecnologías de poder desarrolladas durante siglos, como Foucault afirmaría en Vigilar y castigar (1975). Para Foucault, el poder es ejercitado con una determinada intención. Pero en vez de analizar el problema del delicado asunto de quién tiene qué intenciones (honestamente), se centra en discernir cuál es la intersubjetividad aceptada sobre cómo ejercitar el poder. Para Foucault, el poder son acciones sobre otras acciones a fin de interferir con ellas. Foucault no recurre a la violencia, sino que afirma que el poder presume libertad en el sentido en que el poder no es forzar, sino formas de hacer que la gente se comporte por sí misma de modo distinto de cómo lo hubiesen hecho de otra manera. Un modo de realizar esto es mediante la amenaza con violencia. Pero tratar de convencer a alguien de lo contento que se sentirá si adquiere un determinado producto, es también una forma de ejercitar el poder, y en el marketing hay un gran conocimiento de cómo (intentar) efectuar este cambio de comportamiento.

Los trabajos de Foucault analizan la relación entre poder y conocimiento. El filósofo francés subraya las formas de poder disimulado: así, Foucault afirma que los sistemas de creencias ganan ímpetu (y por tanto poder) cuando un mayor número de gente acepta los puntos de vista asociados con el sistema de creencias como conocimiento general (hegemonía). Tales sistemas de creencias definen su autoridad, como los médicos (en el sistema de creencias de la medicina occidental) o los curas (en el sistema de creencias de la religión católica). Con tales sistemas de creencias, las ideas cristalizan como correctas o incorrectas, como normales o desviadas. En un determinado sistema de creencias, las ideas y las acciones se convierten en impensables. Estas ideas, consideradas como "verdades" irrefutables, definen una particular manera de ver el mundo, y se encuentra normalizado un particular modo de vida asociada con estas "verdades".

Esta sutil forma de poder carece de rigidez, y otros ensayos pueden contestarla. Así, al poder le falta alguna forma concreta, al ocurrir como un escenario de lucha. La resistencia, a través del desafío, define el poder y por lo tanto es sólo posible a través del poder. Sin resistencia, el poder está ausente, aunque según algunos autores recientes sería erróneo atribuir a Foucault un esquema de oposición poder-resistencia como se encuentra en otros teóricos fundacionalistas.

«Se necesita sin ninguna duda ser nominalista: el poder no es una institución, ni una estructura; tampoco es una cierta fuerza con la que estemos dotados; es el nombre que le damos a una situación estratégica compleja en una sociedad determinada.» (Foucault, 'Historia de la sexualidad')

«La dominación [no es] ese tipo de dominación sólida y global que una persona ejerce sobre otras, o un grupo sobre otro, sino las muchas formas de dominación que pueden ser ejercidas en el interior de una sociedad.» (Foucault, ídem).

Las tesis de Foucault sobre el poder, se desarrollan en tres lineas de pensamiento:
• El poder no es esencialmente represivo; puesto que incita, suscita, produce.
• Se ejerce más que se posee; dado que no posee una forma definida; «el poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje escapar; el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias»...
• Pasa por los dominados tanto como por los dominantes; ya que involucra a todas las fuerzas en relación.
(DELEUZE, Guilles. (1987) Foucault. Ediciones Paidos. Barcelona España)

Consultar en mi blog

Les strategies du pouvoir selon Michel Foucault

El sujeto y el poder


Las cinco bases del poder

Las cinco bases del poder fueron propuestas por los psicólogos sociales John French y Bertram Raven, en un estudio de 1959. Desarrollaron un esquema de cinco categorías de poder que reflejarían las diferentes bases o recursos sobre las que se apoyan los que ejercitan el poder.

Poder legítimo: el poder legitimado se refiere al poder de un individuo o grupo gracias a la posición relativa y obligaciones del jefe dentro de una organización o sociedad. El poder legitimado confiere a quien lo ejerce una autoridad formal delegada.

Poder de referencia: el poder de referencia se refiere a la capacidad de ciertos individuos para persuadir o influir a otros. Está basado en el carisma y las habilidades interpersonales del que ostenta el poder. Aquí la persona sometida al poder toma como modelo al portador de poder y trata de actuar como él.

Poder experto: el poder experto es el que deriva de las habilidades o pericia de algunas personas y de las necesidades que la organización o la sociedad tienen de estas habilidades. Al contrario de las otras categorías, este tipo de poder es usualmente muy específico y limitado al área particular en la cual el experto está cualificado.

Poder de recompensa: el poder de recompensa depende de la capacidad del líder de otorgar recompensas materiales; se refiere a cómo el individuo puede dar a otros como recompensa algún tipo de beneficios, como: tiempo libre, regalos, promociones, incrementos de sueldo o de responsabilidad.

Poder de coacción: el poder de coacción se basa en la capacidad para imponer castigos por parte de quien lo ostenta. Puede asimilarse a la capacidad de eliminar o no dar recompensas y tiene su fuente en el deseo de quien se somete a él de obtener recompensas con valor, pero bajo la forma negativa del temor a perderlas. Ese miedo es lo que, en último término, asegura la efectividad de ese tipo de poder. 
El poder de coacción, no obstante, tiende a ser la menos efectiva de todas las formas de poder, al generar resentimiento y resistencia.

Consultar: Niklas Luhmann: El Poder


La Sociología del Poder

Sociología del Poder busca comprender mejor la realidad social , lo que se puede ver claramente por ejemplo en la hegemonía del neoliberalismo.

A lo largo de la historia, la mayoría de las sociedades ha generado modelos de organización jerarquizados en sus relaciones políticas, sociales y económicas. De este modo, para analizar la estructura del poder de una sociedad es necesario identificar la tipología de los actores y su relevancia, las dinámicas que rigen las relaciones entre estos, los recursos de poder de que disponen, así como su respectivo peso en la sociedad.

Respecto a los actores, la creación de jerarquías conlleva inevitablemente la división de los miembros de la sociedad entre gobernantes y gobernados o entre élites y población. La segunda se encuentra en la base de la pirámide social y generalmente está sometida a las decisiones de las élites, excepto en momentos puntuales en los que se convierte en actor.

 La relación que se establece entre las élites es de competición circular, sin fin, pues sus aspiraciones son siempre relativas, al medirse constantemente con la posición del resto de actores. El interés de las élites es entonces lo que definimos como «acumulación diferencial de poder», es decir acumular más poder que sus competidoras. Esta competición por la acumulación de poder se produce en todos los ámbitos de la sociedad. Además, la formación de élites implica inevitablemente competencia por el control de recursos de poder, ya sean estos políticos, económicos, informativos, coactivos, ideológicos, o de cualquier otro tipo. 

Por otra parte, las «relaciones de poder lineales» son las relaciones que establece la población cuando es capaz de identificar de forma consciente sus necesidades y se moviliza para alcanzarlas. .

Por consiguiente, el análisis de los sistemas sociales nos obliga a identificar cuándo una relación de poder es lineal o circular. Es necesario identificar cuándo los actores tienen objetivos e intereses concretos en términos de mejora de su condición de vida, y cuándo los actores tienen como objetivo prioritario la acumulación diferencial. De este modo descubrimos cómo en el análisis de las sociedades, si bien son las relaciones lineales las que dibujan el progreso y las transformaciones, son las relaciones circulares las que predominan, dirigidas por unas élites que se aferran a su posición de poder, contribuyendo así a largos períodos de continuidad y estancamiento en la historia.

Otro elemento fundamental a considerar son los recursos de los que disponen los actores y su relevancia en el seno de la sociedad. ". (Izquierdo, F. y Lampridi-Kemou, A. (2009))

Bibliografía
Aldrich, Robert and Wotherspoon, Gary (Eds.) (2001). Who's Who in Contemporary Gay & Lesbian History: From World War II to the Present Day. New York: Routledge. ISBN 0-415-22974-X.
Clastres, Pierre, La société contre l'Etat, 1974
Collins, B. y Raven, B., “Group structure: attraction, coalitions, communication and power”, The Handbook of Social Psychology, Volumen 4, 1969, pp. 156-183..
Dowding, Keith (1996). Power. University of Minnesota Press.
French, J.R.P., & Raven, B. (1959). 'The bases of social power,' in D. Cartwright (ed.) Studies in Social Power. Ann Arbor, MI: University of Michigan Press.
Izquierdo Brichs, Ferran (2008), Poder y Felicidad, una propuesta de sociología del poder, Madrid: La Catarata.

Weber, Max (ed.) 1964 (1922), Economía y Sociedad, México: FCE.
Wolf, E. (ed.) 2001 (1989), Facing power. Old insights, new questions. En Pathways of power, University of California Press.

Enlaces externos
 Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Poder (sociología).
The Naked Power: Understanding Nonverbal Communications of Power (en inglés)
Monografía sobre el poder
M. Foucault, aproximación a las claves de su pensamiento
Luhmann, Poder social y poder político
El erotismo del poder
Sociología del Poder
Encuesta Cinco Bases de Poder

Foucault: El Poder

Jorge Ignacio Ibarra F.

Foucault tratará principalmente el tema del poder, rompiendo con las concepciones clásicas de este término. Para él, el poder no puede ser localizado en una institución o en el Estado; por lo tanto, la "toma de poder" planteada por el marxismo no sería posible. El poder no es considerado como un objeto que el individuo cede al soberano (concepción contractual jurídico-política), sino que es una relación de fuerzas, una situación estratégica en una sociedad en un momento determinado. Por lo tanto, el poder, al ser resultado de relaciones de poder, está en todas partes. El sujeto está atravesado por relaciones de poder, no puede ser considerado independientemente de ellas. El poder, para Foucault, no sólo reprime, sino que también produce: produce efectos de verdad, produce saber, en el sentido de conocimiento.

Michel Foucault destaca el levantamiento de un biopoder que impregna el pretérito derecho de vida y muerte que el soberano se arrogaba y que intenta convertir la vida en objeto utilizable por parte del poder. En este sentido, la vida sistematizada, esto es, convertida en sistema de análisis por y para el poder, debe ser protegida, transformada y esparcida. 

Foucault distingue dos técnicas de biopoder que surgen en los siglos XVII y XVIII; la primera de ella es la técnica disciplinaria o anatomía política, que se caracteriza por ser una tecnología individualizante del poder, basada en el escrutar en los individuos, sus comportamientos y su cuerpo con el fin de anatomizarlos, es decir, producir cuerpos dóciles y fragmentados. Está basada en la disciplina como instrumento de control del cuerpo social, penetrando en él hasta llegar hasta sus átomos: los individuos particulares. Vigilancia, control, intensificación del rendimiento, multiplicación de capacidades, emplazamiento, utilidad, etc. Todas estas categorías aplicadas al individuo concreto constituyen una disciplina anatomopolítica.

El segundo grupo de técnicas de poder es la biopolítica, que tiene como objeto a poblaciones humanas, grupos de seres vivos regidos por procesos y leyes biológicas. Esta entidad biológica posee tasas conmensurables de natalidad, mortalidad, morbilidad, movilidad en los territorios, etc., que pueden usarse para controlarla en la dirección que se desee. De este modo, según la perspectiva foucaultiana, el poder se torna materialista y menos jurídico, ya que ahora debe tratar respectivamente, a través de las técnicas señaladas, con el cuerpo y la vida, con el individuo y la especie.

Para el autor, el desarrollo del biopoder y sus técnicas constituyen una verdadera revolución en la historia de la especie humana, ya que la vida está completamente invadida y gestionada por el poder. Los efectos del biopoder hicieron que las sociedades se volvieran normalizadoras, usando como pretexto la ley, y las resistencias a dicho poder entraron al campo de batalla que éste delimitó previamente, ya que se centraron justamente en el derecho a la vida, al cuerpo, desplazando a otros objetos de luchas. 

El objetivo general de este estudio es develar la concepción del poder en Foucault. La cuestión del poder representa lo que podríamos llamar la etapa media y tardía de Foucault, la cual comienza a hacerse patente alrededor de la década de los sesenta y se extiende hasta su muerte. Es decir, nos referimos al periodo histórico y político que va desde la posguerra mundial, hasta finales de la guerra fría.

Otro de los objetivos de este estudio será contextualizar mi propia inquietud por el tema del poder en general, debido a dos acontecimientos importantes que, en el fondo, me llevaron a definir la temática general del estudio. Dichos sucesos son la caída de las torres gemelas el 11 de Septiembre del año 2001 y la ulterior invasión de Irak por parte de EE.UU el 20 de Marzo del año 2003 . Como se puede advertir, el tema de la guerra es uno de los detonantes de este estudio. Sin embargo, relaciones de lucha, enfrentamiento, dominio, y estrategia en amplios ámbitos del quehacer de la sociedad en general, también forman parte fundamental de mi inquietud por la temática de las relaciones de poder.

Además, quise contribuir en el análisis de una realidad que, de tanto en tanto, castiga con toda su crueldad a la humanidad y que a su vez, es solo la manifestación extrema de relaciones de poder que atraviesan todo el cuerpo social. Este paroxismo del poder es la guerra, invasión, matanza, la conquista, etc., todos los cuales están muy lejos de ser superados por la humanidad y su supuesto desarrollo.

Creo que la importancia de esta exposición no es menor, baste con decir que en la mayoría de los diccionarios de filosofía consultados, al buscar la palabra poder, no se encontraban más que alusiones al concepto de potencia aristotélica. Lo cual, es solo uno de los sentidos que tiene la palabra poder.

Sin embargo, explicaciones acerca del poder entendido como relación, dominio, enfrentamiento, etc., no se ha hablado suficientemente, y es Foucault, precisamente, uno de los pensadores que más ha tratado el tema. Debido a esto trabajé en base a sus estudios. Empero, si se quiere buscar los antecedentes histórico-filosóficos de esta temática, esta se encuentra sin duda, al igual que como lo hizo Foucault, en Nietzsche. 

Desde luego que en Nietzsche, fueron tratadas parcialmente, sin un rigor específico, pero con una lucidez envidiable. Desde Nietzsche, se puede decir que casi todas las actividades del hombre obedecen a la voluntad de poder. En otras palabras, fuera de lo meramente metafísico, Foucault dirá que se debe analizar los mecanismos, estrategias y formas fácticas en que se desarrolla, opera y funciona el poder.

Ahora bien, la siguiente cita de Foucault permite señalar otro de los motivos de este estudio y que se refiere a la posibilidad de elaborar una teoría general del poder:

“Ahora bien, descubrí que, en tanto la historia y la teoría económicas constituían un buen instrumento para el estudio de las relaciones de producción, y la lingüística y la semiótica ofrecían elementos para el estudio de las relaciones de significación, para el estudio de las relaciones de poder no poseíamos en cambio ninguna herramienta. 

Teníamos que recurrir exclusivamente a sistemas de pensamiento sobre el poder basados en modelos legales, o sea: ¿qué legitima el poder? O bien a sistemas de pensamiento sobre el poder basados en los modelos institucionales, o sea: ¿qué es el Estado?” 

No se pretende en este trabajo la elaboración de la teoría general del poder debido a la magnitud de tal labor; sin embargo se intenta dejar acá establecidos los elementos básicos para que, en otro momento y con mayores fundamentos teóricos, se pueda abordar esta empresa.

Publicado en: http://antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1218


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