El referente es una noticia sobre la carestía de la vida en Israel.
Aparentemente un título sin importancia y aquí carente de interés
L’express: Nuestro corresponsal Marie de Vergès, publicado el 10/16/2014 a las 08:32, actualizado a las 08:34
REUTERS / Tobias Schwarz
El artículo referente es una noticia planteada en
Facebook. El debate se da en Israel por
el hecho de que los costos de los postres de productos lácteos son tres veces
más baratos en Berlín, tres años después de los eventos sobre el costo de vida.
Además, se plantea la cuestión de la emigración del estado judío.
Se menciona que las estadísticas sugieren la presencia de unos 25.000 israelíes en Berlín; y el columnista se pregunta ¿Hay una buena razón para emigrar de Tel Aviv o Jerusalén para instalarse en Berlín si el precio de un postre que se vende en los supermercados es más barato?
La pregunta puede parecer absurda. Sin embargo,
es la fuente de una polémica que se ha presentado en los últimos días en Israel.
Un joven israelí que vive en la capital publicó hace unos días una fotografía en Facebook: representa una olla de chocolate
de crema batida en una parada del supermercado alemán. El precio es tres veces más
barato que una "Vía", su homólogo israelí. Otra foto de un recibo que
muestra el resto pastas, huevos, pan ...- es para que coincida.
El comentario, dirigido a sus compatriotas es
que estos huyen para salvar la vida y vienen a Berlín. La página web ha sido
visitada cientos de miles de veces. Provoca la ira de algunos, y el desaliento de
muchos. El debate sobre el coste de la vida no es algo nuevo en Israel: el
corazón de las protestas que sacudieron el país fue en el verano de 2011, la "revuelta de la Vía", como los medios
de comunicación lo llaman, no cambio nada realmente. Esta noticia también
plantea preguntas difíciles.
"El que quiera luchar contra este problema no lo debe hacer en Berlín, sino aquí", se dice.
En un país cuya identidad ha sido forjada por sus
inmigrantes y continúa abriendo sus brazos a judíos en todo el mundo, el deseo
de salir, reclamado por algunos, cae casi como tabú. Con mayor razón cuando el
destino de aquellos que desean salir es Alemania, el país del Holocausto. El tema no es sólo el costo de la vida, sino la
identidad de Israel "
De hecho, Israel no parece estar amenazada por una ola masiva de salidas. Las últimas cifras muestran que en 2012, incluso un año después de la gran protesta social, el país registró la menor tasa de emigración de su historia. No obstante las estadísticas no oficiales sugieren la presencia de unos 25.000 israelíes en Berlín.
Hablamos mucho porque es extraño ver a algunos
de los que viven en Berlín considerándolo como un destino de ensueño 70 años
después del Holocausto, dice un demógrafo de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Nuevamente está presente el tema de conocer la
patología de estos emigrantes.
Qué es lo que explica que en menos de una
generación se pierda referentes fundamentales y se considere que nada ha
sucedido.
En mi concepto esto puede explicarse con tesis
como la de Zygmunt Bauman.
Zygmunt Bauman
El interés de la investigación de Zygmunt Bauman se
enfoca en la estratificación social y en el movimiento obrero, antes de
interesarse en temas más globales tales como la naturaleza de la modernidad.
El período más prolífico de su carrera comenzó después de abandonar la
enseñanza en Leeds, cuando se acrecentó su importancia más allá de los círculos
de sociólogos profesionales con un libro que publicó acerca de la supuesta
conexión entre la ideología de la modernidad
y el Holocausto.
El Holocausto
Su tesis central, en ese libro, era que el
Holocausto básicamente no fue un lapso accidental dentro de la barbarie
irracional pre civilizada, sino una consecuencia lógica (aunque no inevitable)
de la civilización moderna y su creencia en la ingeniería social a gran escala.
Modernidad y posmodernidad versus modernidad sólida
y líquida
Las primeras obras de Bauman fueron proyectos
basados en la modernidad dentro del
diseño de una mejor sociedad. Hacia 1970 y comienzos de la década de 1980 su
atención cambió a cuestiones más generales y teóricas en relación con el papel
de las ciencias sociales y cómo éstas podrían ayudar a la sociedad.
El mayor cambio en la obra de Bauman se produjo a
finales de la década de 1980 con la edición de una trilogía de libros (Legisladores e intérpretes, Modernidad
y Holocausto y Modernidad y ambivalencia), en los que criticaba
la modernidad y proponía una visión posmoderna distópica de la sociedad. Desde entonces, Bauman
ha editado una línea invariable de libros adicionales explorando su nueva
perspectiva.
Aunque a Bauman se le considera un pensador
'posmoderno', no le cabe el término de posmodernista ya que utiliza los
conceptos de modernidad sólida y líquida para caracterizar lo que considera dos
caras de la misma moneda.
Bauman causó cierta controversia dentro de la
sociología con su aseveración de que el comportamiento humano no puede
explicarse primariamente por la determinación social o discusión racional, sino
más bien descansa en algún impulso innato, presocial en los individuos.
Desde fines de la década de 1990, Bauman ejerció
una considerable influencia sobre el movimiento altermundista.
Vidas desperdiciadas: La modernidad y sus parias
En su libro Vidas desperdiciadas: La modernidad
y sus parias, Bauman nos habla sobre la producción de 'residuos humanos'
—más concretamente, de las poblaciones 'superfluas' de emigrantes, refugiados y
demás parias— como una consecuencia inevitable de la modernización.
Este tema lo considero de actualidad en
nuestro contexto local, especialmente por el comportamiento de la juventud que
a falta de orientación y de guía producto de un sistema educativo obsoleto
deambulan construyendo identidades falsas. No solamente esto, sino que todo el
conjunto social se encuentra teñido de esta anomia generando un producto
defectuoso con una patología que requiere y demanda por lo menos de cuidados
intensivos.
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