Panorama internacional
Como hace cien años, cuando se produjo el genocidio de los armenios, esa región es epicentro de una pugna entre potencias, con factores políticos y económicos.
Marcelo Cantelmi: Comentarios
Genocidio Armenio Armenia Cáucaso
Los intereses geopolíticos que cruzan el territorio del Cáucaso suelen no ser visibles desde la superficie, pese a lo impactante de su tramado. Esa condición explica que lo que por momentos se agita en ese mapa resulta ser mucho más de lo que parece evidente. Armenia es uno de esos casos.
Este pequeño y empobrecido país ha ganado últimamente mayor atención global por el ímpetu que ha invertido en posicionar su demanda de reconocimiento del genocidio que sufrió su pueblo hace cien años en el ocaso del Imperio Otomano. Esa exigencia es moral e involucra la reivindicación de cerca de un millón y medio de personas que fueron masacradas o llevadas a la muerte en lo que se considera el primer exterminio étnico sistemático del siglo pasado. El rechazo de Turquía, heredero de aquel imperio, y sus aliados para ese reconocimiento tiene un controvertido sentido nacionalista, pero en la narrativa negacionista inciden también factores políticos y económicos.
Armenia ha logrado un respaldo militar crucial de defensa a partir de los acuerdos económicos que celebró desde 2013 con su poderoso aliado ruso. El último de ellos, la integración plena con la Unión Euroasiática, el proyecto del Kremlin para recrear un mercado común regional. Ese escudo le sirve para poner un límite a Azerbaiján, el mayor enemigo militar y territorial de Ereván en el Cáucaso y que es a la vez un socio carnal de Turquía. Aquí también todo puede tener que ver con todo.
Lo que está sobre la mesa detrás de la bruma de los enfrentamientos es un poco conocido proyecto ferroviario que, de concretarse, produciría un cambio radical en la infraestructura regional con la promesa de un poderoso impacto económico. Se trata del llamado Southern Armenia Railway que conectará la capital Ereván con Irán a través de la provincia armenia de Syunik que limita tanto con
Azerbaiján como con el país persa.
Este ferrocarril, también conocido como Irán-Armenia Railway, es un proyecto de 470 kilómetros que integrará a este país acosado por una situación geográfica y económica igualmente complejas y negativas, en el mayor corredor para el tránsito de commodities entre Europa y la región del Golfo Pérsico. Se trata de un tremendo desafío. Sólo nótese que la parte armenia de 305 km. tiene un costo estimado de 3,5 mil millones de dólares. Esta iniciativa alcanza especial importancia ahora, a la luz de los acuerdos nucleares entre Occidente y Teherán destinados a que Irán reduzca notoriamente su potencial atómico a cambio de una eliminación progresiva de las sanciones económicas. Esas negociaciones de lento avance, recordemos, incomodan a Turquía y las autocracias árabes que disputan con el país persa la primacía como potencias regionales en el amplio espacio de Oriente Medio.
Por muchos motivos obvios el Consejo de Seguridad Nacional armenio colocó este proyecto al tope de sus prioridades estratégicas. Este ferrocarril generará un significativo incremento del comercio con Irán pero también con Georgia reduciendo los costos y el tiempo del transporte. Las estimaciones más conservadores calculan que se pasará de los actuales tres millones de toneladas de movimiento de cargas a más de 18 millones en la primera etapa aprovechando que la ruta será la más corta entre los puertos del Mar Negro y los del Golfo Pérsico.
En el emprendimiento intervienen una multitud de corporaciones. La Razia FZE Group basada en Dubai y también la Southern Caucuses Railway, que es una subsidiaria de la empresa ferroviaria estatal rusa. La firma China Communications Construction Company tendría a su cargo el diseño de la ruta, un punto logístico central debido al complejo terreno montañoso de Syunik. Beijing también informó su disposición a financiar 60% de los costos. Irán, a su vez, fondeará el segmento correspondiente en su territorio.
Por último, el gobierno de Vladimir Putin anunció un paquete de inversiones para esta iniciativa que tiene una importancia central para el Kremlin. Moscú carece actualmente de una vía férrea confiable hacia el Cáucaso e Irán. La única ruta activa conecta con Azerbaiján pero es considerada muy limitada y poco confiable porque cruza una región, Dagestán, en extremo volátil. El Southern Armenia Railway, en cambio, garantizaría una conectividad absoluta en el marco del proyecto de la Unión Euroasiática. La intención es que la obra comience en 2017 y concluya cinco años después.
El impacto geopolítico de este emprendimiento se advierte en varios niveles. Generará, como se ha dicho, un impulso formidable a la magra economía de Armenia, lo que redundará en un mayor peso político para respaldar sus demandas, tanto las vinculadas al genocidio como a las territoriales. Pero hay un aspecto adicional de tanto o mayor importancia porque este país podría resolver por esa vía el aislamiento que experimenta por la ruptura del acceso ferroviario a Rusia desde la guerra de Georgia del 92-93. Y esquivar el bloqueo turco iniciado en 1993 tras el conflicto bélico todavía latente que Armenia libró con Azerbaiján por el dominio del enclave de Nagorno Karabaj.
Esa evolución implica transiciones que están reacomodando las piezas de poder. Moscú, por ejemplo, ha tenido una relación compleja con el régimen azerí al cual ha vendido ingentes cantidades de armas -al igual que lo ha hecho Israel-, pese a su alianza firme con Armenia. Hace poco más de una década, antes de asegurarse los acuerdos económicos con Ereván, el Kremlin había negociado con Azerbaiján e Irán la construcción de un corredor comercial que una el Golfo Pérsico, el Mar Negro y Rusia.
Pero esa iniciativa que incluyó dos proyectos ferroviarios de magnitud fue pospuesta varias veces hasta virtualmente diluirse. Esos planes, para beneficio azerí y de su aliado turco, aumentaban el aislamiento de su rival armenio. Pero en el virtual abandono del emprendimiento pesó una cuestión de orden práctico. Sucede que el corredor con Armenia, al revés de aquellos, conectará con Tabriz, una de las más importantes ciudades en el norte de Irán, lo que implica la seguridad de inversiones y ganancias que al fin de cuentas es de lo que trata la política.
No está todo dicho, pero en este tablero hay ganadores y perdedores. Los enconos que vemos en la superficie son también por lo que implican esas dos dimensiones como datos de mayor o menor influencia futura. Hay un mapa que se está recreando por estos espacios. Convendría no perderlo de vista.
Copyright Clarín, 2015.
https://www.clarin.com/mundo/Geopolitica-Caucaso-querellas-intereses_0_ryaeXstDQg.html
Aproximación geopolítica al Caucaso
file:///D:/Percy_2018/Downloads/Dialnet-UnaAproximacionGeopoliticaAlCaucaso-4055529.pdf
Osetia del sur: Intereses Geopolíticos
https://www.proceso.com.mx/200973/osetia-del-sur-intereses-geopoliticos-no-humanitarios
EL CAÚCASO: UNA REGIÓN ESTRATÉGICA GEOPOLÍTICA
Pese a su reducido tamaño, la región del Cáucaso tiene gran interés geopolítico debido a su estratégica situación entre Europa y Asia, y sobre todo porque es la puerta de acceso a los hidrocarburos del mar Caspio.
Un mapa étnico complejo
El Cáucaso se localiza en el sudeste del continente europeo, entre el mar Negro y el mar Caspio, a caballo entre Europa y Asia. En su vertiente sur (Transcaucasia) coexisten tres países que recuperaron su independencia en 1991 tras la desintegración de la URSS: Armenia, Georgia y Azerbaiyán. La vertiente norte (Circasia) pertenece a Rusia y, en concreto, a siete repúblicas autónomas: Chechenia, Osetia del Norte, lngushetia. Daguestán, Kabardino-Balkaria, Karachevo-Cherkesia y Adiguea.
En la región caucásica viven unos 30 millones de personas. La población es predominantemente blanca, aunque existen más de 60 etnias diferentes. La religión mayoritaria es la cristiana ortodoxa, pero también hay muchos musulmanes, especialmente en Azerbaiyán.
Tragedia en el Cáucaso: A principios de septiembre la opinión pública internacional asistió horrorizada a la retrasmisión en directo de una masacre de enormes proporciones.
El asalto de un comando checheno a la escuela de Beslan, en Osetia del Norte, mantuvo en vilo a todo el planeta durante dos días, terminando de forma trágica con la muerte de 338 personas (más de 150 de ellas niños) y 500 heridos. Estos terribles sucesos han vuelto a poner de actualidad los conflictos irresueltos que han asolado la región del Cáucaso en la última década.
Es una zona de numerosos conflictos étnicos y nacionalistas. Los principales enfrentamientos tienen lugar en el Cáucaso Norte a causa del deseo de independencia de algunas repúblicas, principalmente Chechenia; este conflicto, que dura ya 10 años, se ha extendido más allá de sus fronteras debido a los cientos de miles de refugiados y, también, por los atentados terroristas y la toma de rehenes civiles por parte de la guerrilla chechena. En septiembre de 2004, el secuestro de más de 1.200 personas en un colegio de Beslán (Osetia del Norte) finalizó con más de 300 rehenes muertos, 175 de ellos niños.
En el Cáucaso Sur, los principales conflictos están motivados por reivindicaciones territoriales, en particular la de Armenia por el territorio de Nagomi Karabaj, bajo dominio de Azerbaiyán, pero poblada por armenios.
Estancamiento demográfico
La progresiva reducción de la natalidad y la fecundidad en los últimos años ha contribuido al estancamiento demográfico de esta región: su tasa de crecimiento natural es reducida e, incluso, negativa en algunos casos. El resultado es una población relativamente joven aún, aunque bastante menos que hace un par de décadas.
La mayoría de la población habita en las ciudades del Cáucaso Norte: Krasnodar, Nalchik Vladíkavkaz o Grozni, entre otras.
En Transcaucasia, la población se concentra en las tierras bajas, junto a los valles de los ríos, y se reparte equilibradamente entre el campo y la ciudad,si bien las tres caprtales albergan un gran porcentaje de la población total, sobre todo en el caso de Ereván, la capital de Armenia, que reúne alrededor de la tercera parte del total. Tanto esta como Bakú, capital —de Azerbaiyán, y Tbilisi, capital de Georgia, superan el millón de habitantes.
La crisis provocada en los años noventa del siglo XX por el proceso de transición a la economía de mercado se ha traducido en un deterioro del nivel de vida de los habitantes de la región.
El paro afecta a un gran porcentaje de los activos, y numerosas personas viven por debajo del umbral de la pobreza, sobre todo en la Transcaucasia, donde el porcentaje ronda el 50% de la población. Esto, explica la existencia de una corriente continua de emigrantes, especialmente hacia Rusia.
El Objetivo de las minas es aterrorizar ala población civil: Debido a los numerosos conflictos, el Cáucaso es una de las regiones más afectadas por el problema de las minas terrestres antipersooas (MTA), que siguen provocando muertos y heridos. El problema es especialmente grave en Azerbuiyán, debido al conflicto de Nagorni Karabaj, y en la frontera georgio-rusa de Chechenia, Ingushetia y Daguestán.
La agricultura y la minería, bases del desarrollo industrial
La aspiración a la independencia de algunas repúblicas es uno de los principales obstáculos que impiden la normalización política y económica del Cáucaso Norte. En el caso de Transcaucasia debe superar la tendencia a los gobiernos autocráticos, la corrupción, el control de la economía por los clanes (que hace que las reformas económicas sean prácticamente nulas), la delincuencia organizada y sobre todo, la inestabilidad política. Los intereses antagónicos de Rusia y Estados Unidos en la región mantienen vivo el conflicto. (foto: mujeres de Azerbaiyán)
La base económica del Cáucaso está estrechamente vinculada con los recursos naturales que posee. Así, la economía de Azerbaiyán, el país transcaucásico más extenso y que cuenta con abundantes recursos minerales, presenta una importante producción de petróleo y gas y depende totalmente del denominado oro negro.
Los principales yacimientos azeríes se hallan en la península de Apsheron, que se explotan desde el siglo XIX, y en el delta del Kura. También existe petróleo y gas natural en la vertiente norte del Cáucaso, en especial en la república rusa de Osetia.
El sector primario aún tiene un gran peso en la economía caucásica, sobre todo por lo que respecta al empleo; en Armenia, ocupa casi a la mitad de los activos.
Las actividades económicas tradicionales de la región Son la agricultura (principalmente cerealista, aunque en Georgia se cultivan también todo tipo de frutas y hortalizas, que en su mayor parte se exportan a Rusia y los países de la CEI) y la ganadería trashumante de ovinos. La gran riqueza forestal está todavía poco explotada.
La industria es una actividad muy importante desde el Punto de vista de la producción, sobre todo en Azerbaiyán, donde proporciona casi la mitad de los ingresos. Las principales industrias se concentran en los alrededores de las ciudades Bakú, situada en la orilla occidental del Caspio, a la entrada de la península de Apsheron, es, gracias a la explotación de petróleo, el mayor centro industrial y comercial del país y de Transcaucasia.
Algunas de las ciudades del Cáucaso Norte son importantes centros turísticos. Destacan Pyatigorks, Kislovodsk y Nalchik en la montaña, y Sochi, a orillas del mar Negro.
Una región estratégica
Tanto Rusia como Estados Unidos consideran esta región como esencial para sus intereses estratégicos. El motivo: los hidrocarburos del mar Caspio. En tomo al mar Caspio se albergan 25.000 millones de barriles de hidrocarburos.
Las reservas de Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán igualan las de Kuwait y superan las de Alaska y el mar del Norte juntas. Por eso el control de esos yacimientos es tan importante. (foto: base petrolera en el Mar Caspio)
Actualmente, existe un oleoducto que va desde Bakú, vía Grozni, hasta la ciudad rusa de Tikhoretsk y termina en el puerto de Novorossiysk, en el mar Negro. Rusia intenta que el trazado de los nuevos oleoductos le sea también favorable, pero cada vez le resulta más difícil imponerse en la región.
Estados Unidos intenta convertir el Cáucaso en zona de influencia para hacerse con el control del petróleo del mar Caspio y depender menos de Oriente Medio. Algunas multinacionales petrolíferas tienen ya proyectados varios oleoductos en la región Georgia que comparte fronteras con Azerbaiyán, tiene gran interés estratégico para Estados Unidos porque a través de su territorio se puede conducir. el petróleo del mar Caspio hasta los puertos de Turquía.
La revuelta popular que obligó a dimitir al presidente Edouard Shevamadze fue alentada por Estados Unidos; el líder de la oposición, Mijail Sakachvili, educado en Estados Unidos, se hizo con el poder en enero de 2004.
Azerbaidjan: Geopolítica
http://www.capesic.cat/es/2018/02/09/descifrando-la-geopolitica-del-caucaso-sur-azerbaiyan-ii/
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