Trump,
Poutine, Merkel, Hollande: Dirigentes que encubren síntomas de un futuro avenir
político.
Colosales
fuerzas históricas hacen romper los diques del sistema oligárquico.
En la elección de Donald Trump,
los norteamericanos sorprendieron. Sin embargo, sólo han llegado de nuevo a su
verdadera identidad: en lugar de una mujer caricaturescamente globalista y
"moderna", eligieron a un vaquero americano, un macho tosco, adepto
del puñetazo popular, un héroe Hollywoodiense a lo John Wayne, luchando,
pistola en la mano, contra bandidos mexicanos u oligarcas corruptos venidos de
las ciudades. Esta vuelta a los mitos fundacionales también se nota en la
mayoría de los otros poderes históricos.
Así, en el Reino unido, la
elección de Theresa May - una mujer-, como Primer ministro absolutamente no
corresponde al conformismo feminista actual sino a la resurgencia del alma
británica, Un país que se hizo una potencia superior bajo el reinado de la reina
Elizabeth en el siglo XVI, que conoció su apogeo en la época de la reina
Victoria y que, por última vez, había sido respetado bajo la férula de otra
mujer, Margaret Thatcher, en los años 1980. La conservadora pro - Brexit
Theresa May es bien pues, a pesar de su delicadeza, tan British, una figura
parecida a Donald Trump, una encarnación
de la nación británica renaciente.
A las puertas de Europa, Vladimir
Putin y Recep Erdogan encarnan a su manera la resurgencia de la tradición
imperial y autoritaria de Rusia y de Turquía. Son dos descendientes simbólicos
de los zares rusos y de los sultanes otomanos que apoyan su popularidad sobre
una vuelta a las tradiciones marciales y a las raíces religiosas de su patria: El
cristianismo ortodoxo para Poutine, el Islam sunita para Erdogan. En la India,
también, Narendra Modi, el Primer ministro, es un nacionalista que se apoya en
el despertar del hinduismo y, en China, Xi Jinping, aunque secretario general
del Partido comunista, evoca la fuerza y el patriotismo del emperador Ming.
En este gran despertar de los pueblos, las potencias de
Europa continental parecen tardías. Por cierto, el éxito de Viktor Orbán en
Hungría y la victoria anunciada por Norbert Hofer en Austria sugieren la
resurgencia del Imperio austro-húngaro, pero en cuanto a Alemania y de Francia,
el cuadro es abrumador.
Aquí, ningún jefe carismático que encarna las fuerzas
profundas de la nación, pero dos figuras que encarnan las fuerzas modernas y
mórbidas del odio de los suyos: Ángela Merkel y François Hollande. Ángela
Merkel, mujer sin edad, sin gracia y sin infancia, le evoca sólo el suicidio
demográfico y moral de la Alemania liberal-protestante. Creyendo expiar los
crímenes del totalitarismo nazi, entrega su pueblo al totalitarismo islamista. Los
éxitos del AID dejan pensar que una parte del pueblo niega la eutanasia dulce
que se le propone, pero no podemos excluir que el nazismo definitivamente
hubiera matado el alma alemana. Si es el caso, Alemania desaparecería de la
Historia con su canciller, aunque sus patronos y sus empresas continuarían
prosperando.
En Francia, no es necesario epilogar para comprender que
François Hollande encarna magníficamente " el suicidio francés ", o
más bien el homicidio cometido por las élites.
Sin embargo, en el país profundo, el fuego se incuba,
fuerzas históricas colosales hacen romper los diques del sistema oligárquico.
El pueblo, muertos gloriosos y vivos reunidos, aspira a confiar las riendas del
país a uno de estos dirigentes de excepción con los que la Historia nos
gratificó tan a menudo.
Cuando las consecuencias trágicas de las políticas
llevadas desde hace 40 años se habrán hecho hasta manifiestas para los más ingenuos,
posiblemente veamos surgir un verdadero jefe. ¿ Tomará la cara de una joven
chica como Juana d' Arc, de un general audaz como Bonaparte o de Gaulle, o bien
será de nuevo una figura totalmente imprevisible? Esperemos que no tengamos que
esperar demasiado para conocer la respuesta.
Publicación de referencia: Red Voltaire:
Trump, Poutine, Merkel, Hollande : des dirigeants si symptomatiques.
http://www.bvoltaire.fr/francoisfalcon/trump-poutine-merkel-hollande-des-dirigeants-si-symptomatiques,293774
La traducción al castellano es personal.
Publicación de referencia: Red Voltaire:
Trump, Poutine, Merkel, Hollande : des dirigeants si symptomatiques.
http://www.bvoltaire.fr/francoisfalcon/trump-poutine-merkel-hollande-des-dirigeants-si-symptomatiques,293774
La traducción al castellano es personal.