miércoles, 21 de enero de 2015

Pierre Bordieu. Actualidad.

Pierre Bourdieu
Dr. Percy C. Acuña Vigil




Pierre Bourdieu fue quizás uno de los sociólogos más importantes de la tradición francesa, pero no simplemente indagó sobre la problemática de la educación, del capital cultural, de los juicios de gusto, del campo cultural, los modos de reproducción de la dominación, sino que también fue un hombre que atravesó gran parte de los debates políticos, filosóficos, sociales y estéticos de los años 60s, 70s y 80s.

Discutió profundamente la obra de Levi-Strauss, que fue parte del debate del estructuralismo, construyó una carrera académica, y fundamentalmente siempre se vio a sí mismo como un provocador, como alguien que intervenía en las cuestiones políticas, sociales y culturales de la Francia de su tiempo.

Bourdieu reflexionó hondamente en lo que él denominó la dominación simbólica, ese mecanismo a través del cual, el dominado es parte también del dispositivo de la dominación. Atravesando la escena pública, fue un intelectual en la tradición de Sartre, en esa gran tradición francesa inaugurada por Voltaire, el hombre que toma la palabra para discutir las injusticias de su tiempo.

Bourdieu también indagó profundamente la pérdida del papel del estado, le preocupó el vaciamiento del espacio público y el avance de un tipo de ciudadanía ligada al consumo, al hedonismo y al individualismo. También profundizó lo que el denominaba "hábitus", la construcción de sentido común, como el mundo educativo produce capital cultural y determina muchas veces las condiciones de posibilidad sociales del individuo.

Significó un buscador que desde la sociología también complementó en su indagación a la filosofía, la lingüística, la etnología y la antropología. Utilizando una sociología crítica asi como también una práctica cuantitativa de la observación empírica. Siempre teniendo como horizonte la necesidad de pensar críticamente las estructuras de la sociedad y las formas de construcción de sentido y de individualidad en el interior de la misma.

Para Bourdieu se trataba de desestructurar un pensamiento armado, una lectura meramente costumbrista de la realidad, tratando de oradar y quebrar un sentido común invisiblemente esclavizarte, penetrando en las mismas fuentes de su propia producción. Siempre buscó abordar de qué manera se crean las condiciones de producción de ideologías, de verdades, de concepciones y formas de dominación. Fuerzas en el que todo ser humano está inserto inevitablemente.

La escuela





Comparto este artículo en donde se analiza la educación según cuatro sociólogos de reconocido prestigio: Pierre Bourdieu, Zygmunt Bauman, Manuel Castells y Mariano Fernández Enguita.

Además del excelente análisis del lingüista Noam Chomsky  sobre la entrada a la universidad del neoliberalismo. Se utilizan videos para expresar brevemente estas opiniones y que los propios sociólogos sean quienes lo hagan, salvo con Mariano Fernández y Noam Chomsky-. Con el primero he usado respuestas de dos entrevistas que ha realizado recientemente, y con el segundo, utilizo un excelente artículo de Noam Chomsky. También realizo recomendaciones de artículos de estos autores.

El primer lugar, encontramos “La escuela según Pierre Bourdieu”. Una entrevista al sociólogo francés, donde Pierre Bourdieu plantea su teoría de la reproducción en la escuela.

Relacionado con este tema, recomendamos el artículo “La miseria de los otros, la de todos – Consecuencias del neoliberalismo e igualdad de oportunidades“donde se expresa la opinión del sociólogo francés, donde sostiene que vivimos en un mundo donde la igualdad de oportunidades no existe y plantea el peligro del neoliberalismo en sociedad.


Bordieu, Bauman, Castells, Fernandez, Chomsky


Habitus
El concepto de habitus


Referencia

Capital Cultural




Capital cultural, escuela y espacio social:  de Pierre Bourdieu

La distinction




La distinction


El pensamiento de Bourdieu


lunes, 19 de enero de 2015

Glosa de la obra de Pierre Bourdieu. El contexto de Lima.



  

...mientras que ver es exclusivamente quedarse con lo superficial de las cosas, mirar es tomar parte del objeto, de su propia alma, de su interior.

Pierre-Félix Bourdieu

Adjunto una glosa de la obra de Pierre Bourdieu.
Dr. Percy C. Acuña Vigil

Para mi es importante su obra porque como urbanista, planificador urbano y también arquitecto veo como se continua interviniendo nuestras ciudades en el nombre del seudo desarrollo que se ha impuesto.

No es simple abandono el que sufren nuestras ciudades sino una intervención diaria y pautada sin plan ni concierto, dejada al libre juego de los intereses.

La actualidad de la obra de Bourdieu es un faro que orienta y su obra es uno de los aspectos que considero de mayor valor epistemológico desde la Sociología para aquilatar y comprender en toda su dimensión la desidia a que está sometida la ciudad por parte de quienes con el aval de arquitectos e ingenieros pretenden validarla.

Ocurre que en el contexto local el desorden de la ciudad por la intervención impropia de arquitectos e ingenieros cada día es mayor. Esto viene ocurriendo por la vorágine del negocio en la ciudad, y éste dominado por la avaricia de quienes tienen por objetivo apropiarse de toda la plusvalía que se haya podido generar han logrado que se destruya todo instrumento de protección a la ciudad.

Es particularmente de importancia observar como hasta en donde se instruye a los gestores de la intervención sobre la ciudad, no deja de postularse valores de cómo se debe de actuar para apropiarse de los beneficios de intervenir en la ciudad y no de aquellos valores que promueven una intervención pertinente y adecuada que genere su desarrollo.

Ocurre que en los centros en donde se forma a arquitectos e ingenieros los vientos neo liberales están validando una formación venida a menos en donde la preocupación por defender la ciudad ha desaparecido, dejando paso a la apropiación de la gestión contraria a ella. 

Para validar sus objetivos se viene aplicando manierismos y formulas seudo asépticas con justificaciones puramente formalistas y sentimentaloides cuando no con máscaras aparentemente de carácter legaloide en donde todo lo que es el sujeto del estudio que reclama Bourdieu, aquí  hoy día está desapareciendo en su totalidad o ya lo está de facto.

Pierre-Félix Bourdieu: 

 (Denguin, 1 de agosto de 1930 – París, 23 de enero de 2002)

Ha sido uno de los intelectuales más influyentes de Francia durante la última mitad del siglo XX. La variedad de las temáticas que estudió y el intento de llevar a la práctica la construcción interdisciplinaria de diversos objetos de estudio evidencia su capacidad para hacer coincidir su producción intelectual con los problemas más relevantes de la sociedad y, en especial, de los sectores dominados. Realizó sus estudios en la École Normale Supérieure y en la Facultad de Letras de París.

En 1981, fue designado en el puesto académico más prestigioso de Francia, el Collège de France, con el título de Profesor Titular de Sociología, cátedra que dictó hasta su muerte en enero de 2002.

Fue uno de los más destacados representantes de la sociología de nuestro tiempo. Bourdieu  en su obra reflexiona sobre la sociedad, introduciendo y/o rescatando un conjunto de conceptos fundamentales  e investigando de manera sistemática sobre lo que desde su ojo crítico a simple vista suele parecernos algo trivial, como parte de nuestra cotidianidad.

Pierre Bourdieu al final de su vida se convirtió, por su compromiso público, en uno de los principales actores de la vida intelectual francesa. Su pensamiento ha ejercido una influencia considerable en la conciencia humana y social, especialmente en la sociología francesa después de la guerra. Bourdieu mismo caracterizó su modelo sociológico como "constructivismo estructuralista"; la problemática constructivista tiende a descifrar las realidades sociales como construcciones históricas cotidianas de actores colectivos e individuales que se sustraen del control de estos actores. Su sociología, trabajo revelador, no ha dejado de tener  críticos con visiones antagónicas en su mayoría de carácter de posición política que en mi concepto se invalidan solas.

Su obra está dominada por un análisis sociológico de los mecanismos de reproducción de jerarquías sociales. Bourdieu hace hincapié en la importancia de la diversidad cultural y simbólica en esta reproducción y critica la primacía otorgada a los factores económicos en las ideas marxistas. Él quiere hacer hincapié, en que la capacidad de los agentes en posición dominante para imponer sus producciones culturales y simbólicas juega un papel esencial en la reproducción de las relaciones sociales de dominación. Lo que Pierre Bourdieu llama violencia simbólica, que él define como la capacidad de hacer caso omiso de la arbitrariedad de la producción simbólica, y por lo tanto para ser aceptado como legítimo, es de gran importancia en su análisis sociológico.

El mundo social en las sociedades modernas, para Bourdieu, aparece dividido en lo que él llama campos. Parece, en efecto, que la diferenciación de las actividades sociales condujo a la creación de "sub espacios sociales", como el artístico o el campo político, que se especializan en el desempeño de una determinada actividad social. Estos campos tienen una autonomía relativa en la sociedad en su conjunto. Ellos son jerárquicos y una competencia dinámica proviene de las luchas sostenidas por los agentes sociales a ocupar las posiciones dominantes. Por lo tanto, como en el análisis marxista, Bourdieu hace hincapié en la importancia de la lucha y el conflicto en el funcionamiento de la sociedad. Pero para él, estos conflictos se llevan a cabo principalmente en distintos ámbitos sociales, enraizados en sus respectivas jerarquías, y se basan en la oposición entre los agentes dominantes y dominados. Para Bourdieu, el conflicto no se reduce únicamente a los conflictos entre las clases sociales en que se centra en el análisis marxista.

Pierre Bourdieu también ha desarrollado una "Teoría de acción", en torno al concepto de habitus, que ha ejercido gran influencia en las ciencias sociales. Esta teoría trata de demostrar que los agentes sociales desarrollan las estrategias, sobre la base de un pequeño número de disposiciones adquiridas por la socialización, el bien y el inconsciente, se adaptan a las necesidades del mundo social.

El trabajo de Bourdieu está ordenado en torno a una serie de conceptos rectores, entre otros: el habitus como principio de acción de los agentes, como el espacio de carreras de campo social y la violencia simbólica como mecanismo fundamental de la primera imposición de las relaciones de dominación.


Según Loïc Wacquant, [[1]] Pierre Bourdieu llegó a ser en los últimos años de su vida "el sociólogo vivo más citado en el mundo". Las reediciones en "poche" de la casi totalidad de sus textos en Francia, las traducciones numerosas a diversos idiomas, el éxito de ventas de los libros de la editorial Raisons d'agir, la aparición de su nombre y sus teorías en manuales, diccionarios, libros de texto y programas de cursos básicos o avanzados de sociología y otras disciplinas, la multiplicación de trabajos que asumen sus conceptos o se inspiran en algunos de sus planteos, la cantidad de páginas web y foros virtuales en que se discute su trabajo, el número de entradas diarias que éstos ostentan, no nos permite dudar sobre este punto:
Bourdieu se fue convirtiendo en una de las referencias más importantes en numerosos países, no sólo del campo de la sociología, sino que la influencia de su trabajo ha trascendido a todas las disciplinas y especialidades que a lo largo de su carrera fue tocando y de distinta manera al conjunto de las ciencias sociales. A esto se suma, desde 1995, concomitante con la multiplicación de sus intervenciones políticas y a la crisis y puesta en cuestión de la "globalización neoliberal", una creciente proyección internacional en el ámbito de la política y las luchas sociales.





Pierre Bourdieu


"Nada es más sorprendente para aquellos que consideran que los asuntos humanos con mirada filosófica que ver la facilidad con la que se rige la mayoría (la mayoría) por la minoría (los pocos) y observar la implícita sumisión con la que el hombre revoca sus propios sentimientos y las pasiones de sus líderes. Cuando nos preguntamos por qué medios lo asombroso se hace, nos encontramos con que, como la fuerza está siempre del lado de los gobernados, los gobernantes no tienen nada más que el apoyo de la opinión. Por lo tanto,  esta máxima se extiende a los gobiernos más despóticos y militares, así como al más libre y más popular”.

 "(David Hume en Pierre Bourdieu, Bourdieu, Seuil, colección Liber, 1997, p. 213)


Pierre Bourdieu


 "Il y a une ontologie rampante dans les sciences sociales et, s'agissant de la combattre, le modèle des modèles c'est évidemment Wittgenstein. Il y a mille usages possibles de Wittgenstein, mais un des plus utiles pour les spécialistes des sciences sociales, qui sont sans arrêt affrontés à des réifications de concepts (la famille, la nation, etc.), ce devrait être une sorte de réflexe professionnel de les soumettre à une critique que l'on peut associer à Wittgenstein."

Pierre Bourdieu, in Lire les sciences sociales. volume 3, 1994-1996, Hermes science, 2000. P.208
Pierre Bourdieu, en las ciencias sociales. Volumen 3, 1994-1996, Hermes Science, 2000. p.208
Pierre Bourdieu y la teoría del mundo social



Pierre Bourdieu, el sociólogo que escribía con luz 

En Madrid se está realizando una muestra fotográfica de alguien que no ha destacado precisamente como fotógrafo ya es noticia per se.
Dice una romántica teoría que las fotografías auténticamente buenas son las que le tocan a uno el alma, y no necesariamente las que ofrecen nitidez y color a raudales. Y Pierre Bourdieu era el ejemplo extremo de esta teoría: no sabía medir ni enfocar, no le gustaba revelar y apenas entendía su cámara fotográfica.

Bourdieu no era fotógrafo. O mejor dicho: era fotógrafo, pero malo. No cuidaba sus instantáneas como haría cualquier reportero; sin importarle encuadres, exposiciones o sensibilidad, retrataba a la gente, la sociedad, la vida… y luego se pasaba horas examinando el material resultante para sus investigaciones como sociólogo. No es la fotografía de un artista. Bourdieu hace un trabajo político y social del que la imagen fija forma parte. La fotografía no es el centro de su trabajo, sino un apéndice más. Perfectamente prescindible, pero altamente enriquecedor para el todo.

En su juventud Bourdieu trabajaba como profesor en Argelia y presenció los últimos coletazos de una guerra que acabaría con el país independizado de Francia. Pero a diferencia de los cronistas gráficos de la época, Bourdieu no buscó el morbo de la muerte ni la crudeza de la guerra; como buen sociólogo, retrató a una población civil que luchaba contra el capitalismo, renunciaba a sus raíces y abandonaba el campo para instalarse en los núcleos urbanos. No en vano, el lema de Bourdieu fue: "Ver para hacer ver, comprender para hacer comprender."


Racismo de clase



Antes de fallecer en 2002, el autor reflexionaba así sobre su trabajo: "En algunos casos, yo hacía las fotografías para poder recordar, para poder describir después. En otros casos, era una forma de mirar. Hay una sociología espontánea de la pequeña burguesía que ridiculiza a los que se van a hacer turismo con la cámara colgada al hombro y que terminan por no mirar los paisajes que fotografían. Siempre he pensado que se trata de racismo de clase."

Bourdieu también tuvo tiempo para criticar a los fotógrafos profesionales. Haciendo gala de su lado más social, el investigador se cuestionaba cómo era posible que los reporteros retratasen a la gente sin interesarse por su vida ni por sus circunstancias, trabajando "sin otro modelo que la categoría de lo pintoresco: tejedores en su oficio, mujeres volviendo de la fuente…"

Pierre Bourdieu; Jean-Claude Passeron, -, 2009

Los herederos: los estudiantes y la cultura (2ª ed.) Nº de páginas: 216 págs.



La construcción de poder y los mecanismos de dominación en el ámbito de la cultura son el eje de este célebre trabajo de los influyentes pensadores franceses. Y lo hacen empleando una metodología en la que converge la indagación empírica con la crítica política y social en un enlace de proporciones justas.

Valiéndose de estadísticas y estudios de campo, Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron demuestran aquí que las instituciones escolares, lejos de afianzar los principios democráticos y formular posibilidades igualitarias, actúan otorgando títulos y reconocimiento a quienes pertenecen a sectores socioculturales y económicos privilegiados. Así, ponen en funcionamiento la exclusión de las clases más desfavorecidas o su estancamiento en ciertas disciplinas a partir de la restricción de elección. En este sentido, el sistema educativo reproduce y refuerza las desigualdades sociales de origen, a las que concibe como dones naturales irreversibles.

Pierre Bourdieu, Poder,derecho y clases sociales.Descellée de Brouwer, 2000. 244 págs.
Editorial: DESCLEE DE BROUWER




Este libro constituye una ocasión importante para reconstruir algunas de las claves básicas de la sociología de Bourdieu. Es parte necesaria de toda una obra dedicada a desvelar lo que el sentido común calla u oculta, a dar razón del orden social que se esconde tras el orden simbólico, a descubrir las diferentes formas de dominación de ese orden (incluida la jurídica). Para ello, Bourdieu ha ido elaborando un trabajo científico que, para romper con las premoniciones y los prejuicios de la visión dominante, debe construir sus propios instrumentos de análisis de la realidad social.



Obras principales

Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron. Los Herederos. Los estudiantes y la cultura, Siglo XXI, 2008 (v.o. 1964).
Pierre Bourdieu, Jean-Claude Passeron y Jean-Claude Chamboredon. El oficio de sociólogo, Siglo XXI, 2002 (v.o. 1968).
Pierre Bourdieu, Jean-Claude Passeron. La Reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza, Popular, 2001 (v.o. 1970).
Jean-Claude Passeron y Claude Grignon. Lo culto y lo popular. Miserabilismo y populismo en sociología y en literatura, La Piqueta, 1992 (v.o. 1989).
Jean-Claude Passeron. El razonamiento sociológico. El espacio comparativo de las pruebas históricas, Siglo XXI, 2011 (v.o. 1991).
Pierre Bourdieu y Jean Claude-Passeron. Fundamentos de una teoría de la violencia simbólica, en Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean-Claude. La Reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza, Libro 1, Editorial Popular, España, 2001. pp. 15-8
Pierre Bourdieu. - Sobre el poder simbólico, en Bourdieu Sobre el poder simbólico, Intelectuales, política y poder“
















[1] Loïc Wacquant:
Es profesor de Sociología en la Universidad de California, Berkeley, e investigador en el Centre de Sociologie Européenne en París. Es cofundador y past director de la revista interdisciplinaria Ethnography. Ha publicado varios trabajos sobre desigualdad urbana, dominación etnorracial, Estado penal y teoría sociológica, traducidos a una docena de idiomas. Entre ellos cabe mencionar Las cárceles de la miseria, El misterio del ministerio: Pierre Bourdieu y la política democrática y Repensar los Estados Unidos. Es autor, también, de Los condenados de la ciudad y, junto a Pierre Bourdieu, Una invitación a la sociología reflexiva, publicados por Siglo Veintiuno Editores.

sábado, 17 de enero de 2015

Les conséquences et après.


Alain Juppé - Nicolas Sarkozy
Je partage cette nouvelles de la politique française afin d'enregistrer les idées qui façonnent ma vision de l'avenir chez moi et ma circonstance particulière. Aujourd'hui, ce est le centre du monde et dans toute l'Europe vit autour de cette action à la suite de ces idées.

Sarkozy s'incruste sur une photo historique. Et on ne voit que lui.



Referencia



Représentation de Mahomet : "L'islam a perdu de vue sa propre histoire"

L'Obs Peut-on dire que l’islam interdit la représentation du Prophète et, par extension, de toute figure humaine?
Sophie Makariou Il n’y a pas stricto sensu de condamnation de la figuration dans le Coran. Ce qui est illicite, c’est l’adoration des images et des idoles.
Dans l’arabe archaïque, qui est celui du Coran, on appelle idoles les objets tridimensionnels, donc les sculptures – les bétyles –, qui sont censées être le siège de divinités. Mais selon l’appartenance à l’une ou l’autre des familles musulmanes, les deux plus grandes étant le sunnisme et le chiisme, les modes d’interprétation peuvent différer.

L'Islam a perdu de vue sa propre histoire


"Charlie Hebdo" : Alain Juppé, impeccable, fait la leçon à un Sarkozy fébrile


Décidément, Alain Juppé s’affirme au fil des mois comme le prétendant le plus sérieux et le plus légitime de la droite pour la présidentielle de 2017.

Je ne parle pas du soutien inattendu que lui accorde ces jours-ci Alain Minc, le plus sarkozyste de nos économistes, même s’il s’agit là d’un signe fort et de la remontée de sa cote de popularité dans les rangs de l’opposition, les girouettes prenant toujours le sens du vent.

Non, il me semble que pendant la série d’attentats qui a endeuillé notre pays, il a su trouver non seulement les mots mais aussi la bonne attitude, prônant l’apaisement, le calme, et faisant la leçon à un Nicolas Sarkozy encore plus vibrionnant et insupportable qu’à son habitude.

Il a reconnu les qualités de l'exécutif

En premier lieu, il n’a pas hésité, contrairement à l’ancien président, enfermé dans sa posture de premier opposant, à rendre hommage à l’exécutif qui, a-t-il dit (à l’unisson avec les Français dans un sondage), a été "à la hauteur", preuve qu’il sait conserver un esprit libre sans pour autant avoir le sentiment de trahir son camp.

C’est l’un des attributs d’un chef d’État que d’être capable de ne pas céder à la pression militante et de reconnaître ses qualités à l’adversaire quand elles se sont manifestées de manière évidente.


Link al artículo de referencia  




Régis Debray : "le désert des valeurs fait sortir les couteaux"
Aude Lancelin. Par Aude Lancelin

Publié le 18-01-2015 à 10h25

Très tôt Régis Debray aura alerté contre l’oubli des valeurs républicaines. Alors qu’il publie "Un candide", il s’exprime sur l’unanimisme de l’après attentat, l’état préoccupant de notre pays ou encore l’attrait inédit du djihadisme.


Regis Debray

lunes, 5 de enero de 2015

Protesta juvenil y neoliberalismo criollo en coyuntura crítica

Protesta juvenil y neoliberalismo criollo en coyuntura crítica
Por Diario UNO el enero 3, 2015  

 Félix Jiménez



Protesta juvenil y neoliberalismo criollo en coyuntura crítica   

Protesta juvenil y neoliberalismo criollo en coyuntura crítica

La coyuntura por la que atraviesa actualmente el país está caracterizada por la confluencia de dos hechos. En primer lugar está el enfriamiento de la economía y su incapacidad de reproducir en el futuro próximo las altas tasas de crecimiento de los años previos a la crisis internacional de 2008-2009. 

El incierto contexto externo ha puesto en cuestión el estilo neoliberal de crecimiento y acumulación de capital de las últimas dos décadas. Y, en segundo lugar, está el creciente deterioro de la democracia constitucional liberal. Los partidos políticos han perdido total credibilidad y todos los poderes del Estado están penetrados por la corrupción.

No hay control ni rendición de cuentas creíbles de los elegidos. El extractivismo económico promovido por las políticas neoliberales, llegó hasta los niveles más altos de las instituciones del Estado en forma de aprovechamiento desembozado de los recursos públicos.

Hay corruptos y corruptores que han infiltrado el Poder Judicial, el Ministerio Público y Contraloría General de la República para operar con impunidad. Las instituciones políticas y económicas extractivistas impulsadas por el poder político desde la década del «fujimorato» se reforzaron mutuamente aprovechando los periodos de altos precios de las materias primas.

La configuración de una coyuntura crítica
La masiva irrupción de jóvenes en la política con movilizaciones contra la ley Pulpín que les recorta derechos y beneficios sociales –que ha puesto al margen a los políticos tradicionales–, se han sumado al enfriamiento económico y a la erosión de la democracia constitucional liberal, configurando una coyuntura crítica que pueden trastornar el equilibrio existente de poder político y económico neoliberal. Se trata de un momento de cambio significativo –como dirían David y Ruth Collier (1991)– que está dando paso justamente a una nueva expresión política en el país.

Las movilizaciones masivas de los jóvenes y que continuarán según sus organizadores a nivel nacional, apuntan directamente contra el extractivismo neoliberal en el mercado de trabajo. Todas las políticas neoliberales –la liberalización comercial y financiera, las facilidades al capital transnacional, el establecimiento de una competencia entre países mediante el desmantelamiento de los estándares regulatorios, las privatizaciones, el debilitamiento de los sindicatos, la desprotección laboral, y el recorte de beneficios y derechos de los trabajadores–, afectan a los trabajadores de los sectores privado y público, precarizan el empleo, y reducen y/o estancan la capacidad de compra de los salarios. Por esta razón, en casi todos los países que adoptaron el credo neoliberal, aumentó la desigualdad en la distribución de los ingresos.

La indignación de los jóvenes apunta precisamente al núcleo del discurso neoliberal según el cual la disminución relativa de los costos laborales aparece así como un factor indispensable para ganar competitividad en el comercio internacional, insertar las unidades productivas en las cadenas de valor de la economía global y como un incentivo para promover las inversiones privadas. Es el primer cuestionamiento masivo, social y juvenil, al modelo neoliberal que no pudo resolver la informalidad en la que se encuentran más del 70% de los trabajadores.

¿Fin del equilibrio extractivista?
Pero el desenlace de la actual coyuntura crítica, es incierto. «El camino exacto del desarrollo institucional durante las coyunturas críticas –nos recuerdan Acemoglu y Robinson–, depende de cuál de las fuerzas en oposición logra tener éxito, de qué grupos son capaces de formar coaliciones efectivas y de qué líderes pueden estructurar los acontecimientos en provecho propio».

Lo que queda claro es que las protestas juveniles han puesto en agenda los temas antes evitados por el poder político y económico. La restricción de derechos y beneficios laborales expresada en diversos dispositivos que generan distintos regímenes (Ley MYPES, Agroindustria, Textil, CAS, Trabajadores del Hogar, entre otros). Esto pone en cuestión la sobrevaloración del mercado autorregulado. La demanda de derogatoria de la ley Pulpín, puede entonces dar inicio a una movilización masiva por la aprobación de la ley general del trabajo que restituya todos los beneficios y derechos laborales y elimine los distintos regímenes especiales.

El otro tema es el del colapso de los partidos políticos, junto al rechazo de sus principales «líderes» vinculados directa o indirectamente con la corrupción y/o que aprovechan los cargos públicos para hacer negocios privados. Los jóvenes reclaman una nueva forma de hacer política. Es la primera participación ciudadana, activa y directa, el germen de la virtud cívica en jóvenes interesados en mejorar sus condiciones de vida en sociedad,

Si las movilizaciones continúan y se expanden a lo largo y ancho del país, si los jóvenes y otros movimientos progresistas construyen coaliciones efectivas, entonces se producirá una recomposición del espacio político haciendo posible la ruptura definitiva del equilibrio extractivista para dar paso a la innovación política y económica.

A modo de conclusión

“Toda juventud es inquieta –decía José Ingenieros. El impulso hacia lo mejor solo puede esperarse de ella: jamás de los enmohecidos y de los seniles (…) Nada cabe esperar de los hombres que entran a la vida sin afiebrarse por algún ideal; a los que nunca fueron jóvenes, paréceles descarriado todo ensueño. Y no se nace joven; hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere”.

viernes, 2 de enero de 2015

La “ley Pulpín”: absurdo remedio

La “ley Pulpín”: absurdo remedio contra la informalidad

Por Diario UNO el diciembre 27, 2014   

Felix Jimenez


La “ley Pulpín”: absurdo remedio contra la informalidad   


Los argumentos a favor de la «ley Pulpín», son inverosímiles. Se dice, por ejemplo, «que la mayor flexibilización laboral favorece el crecimiento del empleo; que para disminuir la informalidad hay que reducir los mal llamados “derechos laborales”; y, que la susodicha ley apunta justamente en esta dirección». Este es el argumento de los neoliberales criollos. Afirman que los que critican la ley, le están diciendo a los jóvenes «mira papito, si no tienes derechos, mejor no trabajes, quédate jugando Play Station en tu casa».

Hay otros más indoctos que sostienen que «la ley se inspira en la necesidad de un rol activo del Estado en campos como la diversificación productiva y que en esta lógica se considera que parte de la solución al problema de la informalidad pasa por reducir algunos beneficios laborales de manera temporal, hasta que los niveles de productividad del trabajador sustenten un mayor acceso a ingresos y derechos». Creen que esta «es la manera de aproximarse al verdadero objetivo de la norma: mejorar la productividad del trabajo».


Derechos laborales e informalidad

Los dos enfoques aceptan que la causa de la informalidad es la existencia de derechos y beneficios laborales. Creen por eso que la «ley Pulpín» aumentará la demanda de trabajo y, dado que hay un alto desempleo entre los jóvenes, aumentará el empleo formal.

Este es un argumento estático. No toma en cuenta el papel de la acumulación de capital que es la que en última instancia le pone un límite a la demanda de trabajo por parte de las empresas. Hay desempleo involuntario porque la tasa de acumulación de capital se estanca o se desacelera. Y, en países como el nuestro, cuando la tasa de acumulación de capital no crece de manera suficiente para absorber la creciente oferta de trabajo, los que buscan trabajo se emplean en actividades de baja productividad y calificación o, en su defecto, se crean un empleo para sobrevivir.

Los neoliberales tampoco toman en cuenta que la flexibilidad del mercado de trabajo no asegura el aumento del empleo si en la economía existen empresas que pagan salarios reales de eficiencia, precisamente para evitar pérdidas que le ocasionaría la consecuente caída de la productividad si pagaran un salario real menor. Y, también en este caso la dinámica de la demanda de trabajo depende de la tasa de acumulación de capital. Hay desempleo involuntario en la economía (o hay subempleo e informalidad), porque no hay demanda creciente de empleo; y, no hay demanda creciente de empleo, porque no crece a tasas adecuadas la acumulación de capital.

¿Por qué más del 70% del empleo sigue siendo informal si desde los años noventa se inició la flexibilización laboral? ¿Es acaso la «ley Pulpín» la primera reforma neoliberal en el mercado de trabajo? Hace cerca de 12 años se introdujo el régimen laboral de la microempresa (sin gratificaciones, sin CTS, sin asignación familiar, y con solo 15 días de vacaciones), precisamente allí donde el 95% de los trabadores son informales. Sin embargo, este régimen mantuvo en la práctica la tasa de informalidad. Según estadísticas oficiales se formalizaron menos del 5% de los trabajadores en 12 años.

La informalidad y la baja productividad

Los que adhieren al segundo enfoque reproducen el mismo argumento neoliberal: la reducción de la informalidad pasa por la disminución de derechos y beneficios laborales. Pero, afirman, solo hasta que el aumento de la productividad «sustente un mayor acceso a ingresos y derechos». Sus voceros repiten lo que se dice en el segundo y tercer ejes del llamado plan de diversificación productiva (Eliminación de sobrecostos y regulaciones inadecuadas, y Expansión de la productividad), para concluir que la ley es beneficiosa porque es parte de este plan. Semejante argumentación linda con la necedad. (Véase mi artículo del 07-06-14: «Diversificación productiva»: ejes del «gatopardismo» neoliberal).

Los autores del plan de diversificación productiva creen que la baja productividad se debe a las elevadas tasas de informalidad laboral causadas por fallas de mercado y distorsiones en la política laboral. Si con menores derechos y beneficios laborales (distorsiones) disminuye la informalidad, entonces los menores derechos y beneficios deben ser la base del incremento de la productividad. En esta visión estática, la informalidad y la productividad son exógenas al estilo de crecimiento y acumulación de capital. No hay crítica al modelo neoliberal por más que se diga que la ley se inspira en la necesidad de un rol activo del Estado para diversificar el aparato productivo, y que el enganche es la capacitación.

No entienden que la tasa de acumulación de capital y el crecimiento de la productividad no son independientes entre sí. El desempeño de la productividad depende del ritmo y manera como se acumula capital y cómo se crece. Los neoliberales y los indoctos del plan de diversificación productiva creen que se requieren reformas microeconómicas para impulsar el crecimiento de la productividad, al margen de la tasa de crecimiento de la capacidad productiva per cápita.

Como señalan los teóricos del desarrollo, la tasa de crecimiento de la productividad es una función directa de la tasa de crecimiento del capital per cápita «porque las innovaciones técnicas que aumentan la productividad del trabajo usualmente requieren el uso de más capital por trabajador y porque la tasa a la cual una economía puede absorber las invenciones e innovaciones del pasado que todavía están sin explotar está limitada por su tasa de acumulación de capital» (Ros, 2013; Kaldor, 1976 y 1981).

A modo de conclusión

Entre 1990 y 2013 el stock de capital per cápita aumentó 26.9%, mientras que el empleo total lo hizo en 96%. Esta es la razón por la cual los sectores de alta productividad no fueron capaces de absorber a la creciente fuerza de trabajo, y la explicación de por qué parte importante de esta fuerza de trabajo se ubicó en los sectores de servicios de baja productividad y donde se encuentra el grueso de los trabajadores informales. Asimismo, ese ritmo relativamente bajo de acumulación de capital per cápita limitó la velocidad de las innovaciones y la absorción de nuevas tecnologías, dando lugar a un bajo crecimiento de la productividad.

MATEO EL EVANGELISTA_ BITÁCORA DE CAYETANO ACUÑA

  MATEO EL EVANGELISTA. MATEO EVANGELISTA Mateo el Evangelista , en   hebreo   מתיו הקדוש (también conocido como   Mateo Leví ,   Leví de Al...